Todos, comerciantes y clientes, coinciden en que este año los precios de la canasta escolar se dispararon. Acá los costos de una educación tradicional, con los útiles y el guardapolvo como Dios manda en escuelas laicas que rezan. (Federico Anzardi)

Mientras mira y compara precios de guardapolvos, una mujer habla con otra. Una es clienta, la otra atiende. A las dos las invade el mismo problema: el precio. “Yo compré un repuesto de hojas en oferta”, dice la vendedora… ¡hablando de un local de la competencia!

Es que febrero es el final de las vacaciones, la permanencia del verano y las lluvias y el comienzo del calvario de los padres con hijos en edad escolar. Horas de angustia y de hacer números. En épocas de inflación y devaluación, la cosa sólo puede ser un dolor de cabeza que obliga a gastar mucho o a rebuscárselas, como la mamá de Mafalda, que vestía a la pequeña contestataria con el mismo guardapolvo año tras año, obligándola a coser y descoser su porvenir.

En todos los locales consultados, los comerciantes y clientes coinciden en que este año los precios se han disparado. Las comparaciones con precios de otros años también lo demuestran. Hoy, la educación cuesta mucho más que antes y para empezar el año se necesitan aproximadamente dos mil pesos por chico.

Los precios actuales

Si usted, padre o madre que está leyendo este semanario, no está al tanto del dinero que deberá gastar este mes para que su pequeño vaya orgulloso el primer día de clases; preste atención:

Según lo consultado por Cuarto Poder, los precios de los mayoristas aumentaron. Las cuotas y matrículas de los colegios aumentaron (a esto usted ya debería saberlo). Las distintas canastas escolares que se consiguen en comercios de la ciudad aumentaron. La ropa aumentó.

En una conocida librería de la ciudad, que tiene sucursales en distintos barrios, se consigue una canasta básica de 19 productos a $416,93. La misma incluye: cuaderno tapa dura tradicional sin forrar rayado cuadriculado marca Laprida ($58 es su precio individual); cuaderno tapa flexible de 48 hojas, rayado y cuadriculado marca América ($8,46); repuesto de 228 horas rayado y cuadriculado, reforzado, marca Éxito ($124,20); carpeta tres anillos, fibra negra, marca Util Of ($38); set de geometría por tres piezas de 20 centímetros, marca Maped ($25); tijera escolar 12 centímetros réflex, marca Maped ($20); lápices color por 12 y dos lápices negros, marca Simball ($30); diez fibras de color cortas, marca Faber ($38,64); adhesivo de 30 gramos, marca Señorita ($3); tres bolígrafos kilométrico Inkjoy 100 ST, colores azul, rojo y negro, marca Paper Mate ($4 cada uno); un lápiz negro, Bic Evolution ($4); un sacapuntas Boogy, marca Maped ($3,50); una goma de borrar tinta y lápiz, marca Dos Banderas ($2,93); cinta scotch de 12×30 centímetros, marca Auca ($7,80); un lápiz corrector Beroll 7ml, Sylvapen ($15,40); diez témperas Señorita ($20); un pincel escolar nº 4 ($6). Según una de las vendedoras, la canasta está compuesta por productos económicos de buena calidad.

Pero no es la única oferta en útiles. A comienzos de febrero, Defensa del Consumidor acordó la canasta escolar para alumnos y docentes con librerías, marroquinerías, casas de calzado y de indumentaria. Con esta iniciativa, se busca que los padres, docentes y alumnos consigan “artículos de buena calidad y precios razonables”.

Así es posible conseguir una canasta de doce artículos a un valor de $316.30. Otra con 22 productos a $323. Una tercera de catorce artículos escolares a $366. Y la más numerosa, de 35 productos, a $492.50.  El convenio también incluye a supermercados de cadena nacional que cuentan con artículos de Precios Cuidados.

¿Y vestirse?

Ya sea para colegio privado o escuela pública, vestir a los chicos cuesta. Cuando se suman todos los productos, el resultado es abultado. En un conocido local del centro, donde, pareciera, la mayoría de los padres acude a comprar la indumentaria de sus niños, se consiguen algunos de estos productos. Los precios varían, según los talles: guardapolvo para varones, entre $129 y $189; guardapolvo unisex, $99 y $159; buzo más pantalón de gimnasia, $139 y $199; remeras blancas, $49 y $65; chombas blancas, $89 y  $99; campera más pantalón de gimnasia;  $689 y $899; pantalón deportivo, $259 y $329; guardapolvo color, $329 y $509; polleras, $269 y $289; pantalón de vestir, $149 y $249. Es difícil conseguir zapatos escolares a menos de 200/300 pesos.

El acuerdo de Defensa del Consumidor también incluye ofertas en calzado, indumentaria y marroquinería. Así se consiguen, por ejemplo, zapatos entre $270 y $480. Zapatillas entre $150 y $230. Guardapolvos entre $130 hasta $250. En algunos comercios, con la compra de un zapato colegial, el consumidor se llevará sin cargo un par de medias de regalo.

Las mochilas varían mucho y oscilan entre precios accesibles ($260 para los más peques,

$420 para niños de primaria) pero también pueden llegar a costar barbaridades como ¡$2400! En el plan del gobierno, consiguen entre $85 y los $430.

Las cuotas

En una de las peatonales de la ciudad se puede observar, en horario de comercio, un cartel muy simpático, ilustrado con un niño vestido como si fuera un alumno ejemplar de colegio carísimo y al mismo tiempo la evolución de un personaje de publicidad de pañales. Debajo de la foto se puede leer una propuesta que, inflación mediante, parece interesante: comprando por más de $500 en ese local, usted ingresará al sorteo de “una cuota del colegio”.

A fines del año pasado, el presidente del Consejo Provincial de Educación Católica, Roberto Suaina, había asegurado en el diario El Tribuno que las inscripciones de los colegios privados para este año costarían entre $700 y $2.500, lo que representaría un incremento de hasta el 50%. Sin embargo, con el correr del verano y de la inflación, los números subieron aún más y hay colegios que no están lejos de los tres mil pesos de cuota.

Cómo era antes

En 2015, una mochila no pasaba los mil pesos. Los repuestos de hojas costaban menos de cien pesos. Una cartuchera se conseguía por treinta pesos y la caja chica de fibras a doce.

La vestimenta no sufrió tantas variaciones en los precios y la oferta es más variada, aunque la calidad no siempre es la misma. Sin embargo, sí representa una variación respecto a 2014, cuando se podía comprar indumentaria escolar por menos de la mitad de lo que cuesta hoy.