Durante la jornada del martes peritos de AFIP-DGI y Policía Federal encargados de las pericias “punto a punto” del maletín secuestrado de la vivienda familiar, señalaron que es imposible determinar la cantidad y el tipo de divisas, así como la fecha en la que allí se guardó dinero o drogas. Además declaró el comisario, ideólogo de la hipótesis que la mataron para robarse dinero de un maletín. Por Andrea Sztychmasjter
Durante la jornada seis testigos declararon de forma conjunta, se trata de los seis hombres, personal de la AFIP Aduana y efectivos de la Policía Federal, quienes fueron los encargados de realizar las pericias sobre el maletín encontrado en la habitación matrimonial de la vivienda de Vaqueros. El mismo maletín que otra pericia científica arrojaría contenía perfil genético de uno de los asesinos.
Según los testimonios acompañados con un video realizado por el Ministerio Público Fiscal, a partir de las pericias realizadas con cuatro canes entrenados, el maletín tuvo en algún momento divisas y estupefacientes. Según relataron los hombres, las 3 millones de células olfativas de los animales pueden detectar moléculas y/partículas residuales de drogas y divisas.
Ante la consulta del abogado defensor de Cajal, el personal policial detalló que existen falencias en este tipo de pericias y brindó un ejemplo para ilustrar la presencia de falsas marcaciones positivas o falsos negativos en algunos casos. Señaló que han identificado en algunas pericias realizadas este tipo de situaciones señaladas como “erróneas”, pese a que el “perro actúa positivamente” frente a determinado objeto señalado.
Los testigos manifestaron que si bien a su entender el maletín había sido preservado acordemente y se había conservado la cadena de custodia, desconocían el lugar físico donde el maletín había estado.
Los hombres manifestaron asimismo que “No se puede determinar el tipo de divisas ni la cantidad”, también dijeron desconocer el tiempo que demora en impregnarse un olor en un material. Manifestaron que en la presencia de estupefacientes que marcan los animales queda descartada la presencia de coca de coquear, ya que “es muy largo el tema para explayarse” según mencionó el sargento de la Policía Federal Rafael Corimayo. También descartaron que se trate de aceite de cannabis, pues este carece del componente narcótico que los perros saben detectar.
El ideólogo de la hipótesis del maletín
Durante la audiencia también prestó declaración el comisario Pablo Javier Costilla, descripto como el ideólogo de la hipótesis que a Jimena Salas la mató un grupo organizado con logística que se robó dinero del maletín que estaba dentro del placar de su habitación.
El comisario se refirió a su hipótesis sostenida por la fiscalía sobre lo que habría sido el móvil del terrible crimen y femicidio de la joven madre. Describió que su intervención en la causa comenzó recién a mediados de julio de 2019 pero que sin embargo detectó cuestiones raras en la escena del crimen como un manojo de llaves que no eran ni de la víctima ni del marido. Describió que en la vivienda no había un “desorden común”. Otro de los puntos que le “llamaron la atención” fue que el alhajero tirado arriba de la cama matrimonial no tenía rastros de sangre.
El comisario detalló que siguiendo los rastros de las manchas de sangre que dedujeron se trataba de un goteo por una lastimadura de uno de los asesinos, éstas marcaban el camino desde la escena del crimen hacia el baño y luego hacia la habitación matrimonial, más precisamente hacia uno de los estantes donde se encontraba el maletín, donde culminan los rastros dejando indicios incluso en la manija del mismo. El investigador sostuvo: “No buscaron en otro lado”, indicó que fueron directamente hacia el maletín.
Para el comisario “No fue un hecho al azar”, declaró y especificó que los asesinos desde días antes se encontraban buscando el domicilio de Jimena y nombró el caso de una vecina de Vaqueros que cuatro días antes recibió la visita del mismo hombre con el perrito en su vivienda que posee una fachada similar a la casa de Cajal.
Ante la consulta de uno de los abogados de si los hombres habrían ido a robar o matar, el comisario respondió: “Fueron a robar lo que estaba en el maletín y se les salió de las manos la situación”, sostuvo. Declaró que según su experiencia investigativa se trató de un hecho con entrega pactada, lo que faltaría definir señaló es si se trató de una entrega pasiva o activa. Y se refirió a la posible manipulación de dinero por parte de Cajal Gauffin: “Siendo gerente se puede deducir que manejaba mucho dinero”, manifestó el comisario.
Otro de los puntos marcados para sostener su hipótesis se debe a las llamadas telefónicas efectuadas por Cajal posterior al hallazgo del cuerpo, realizadas a compañerxs de trabajo de la empresa Garbarino.
El testigo también señaló que no le llamó la atención que no hayan robado ni tocado la caja de seguridad que también se encontraba en la vivienda e hizo hincapié en una llamada telefónica efectuada por Cajal en diciembre de 2017 cuando pretendía cobrar el seguro de vida argumentando que ya el fiscal de ese entonces había avanzado con una hipótesis que aseguraba en un 99,9% que el asesinato se había tratado de un robo frustrado.
La madre y el padre de Jimena
También se hicieron presentes el padre y madre de Jimena Salas. El padre de Jimena Salas, al ser citado a declarar por la defensa de Cajal Gauffín, decidió hacer uso de su derecho de no declarar y se retiró de la sala, incorporándose la declaración vertida en la investigación. La madre de la víctima, a su turno, dijo que el día de su deceso, se llevó a sus nietas del lugar porque estaban expuestas al sol en el auto del imputado Cajal Gauffín y señaló que no tiene vínculo familiar con él. Definió a su hija como caritativa, empática y que se compadecía de todo. Indicó que conocía que “no era afecta” a la familia de su pareja y que ella la visitaba en forma permanente pero que se retiraba cuando sabía que éste iba a llegar.
Al finalizar su declaración, la madre lanzó una fuerte frase al dejar la sala de audiencias: “Me gustaría no volver a verlos nunca, disculpen” y sus palabras resonaron con el dolor que solo una madre que perdió a su hija conoce y dejó entrever la poca confianza que posee en el trabajo de la llamada justicia.