El secretario de Ambiente y Servicios Públicos desafía las leyes de la física y asegura que el municipio levantó dos millones cuarenta mil kilos de cacharro para combatir el dengue. Aquí algunas referencias para poner en perspectiva las cifras municipales.
Por N. B.
En el municipio comandado por «Titi» Romero los números se inflan como barriga en cuarentena. Mientras los ediles capitalinos calcularon en $46 millones el pasivo fiscal por la eximición de impuestos a comerciantes, la jefa comunal habló de una «pérdida» de $70 millones y de paso puso un signo de interrogación al pago de salarios. A través de videoconferencia, la «primera intendenta mujer en la historia de la ciudad de Salta», brindó detalles sobre el plan de lucha contra el dengue. Lo hizo rodeada de un aquelarre de antiderechos entre los que destacan: Andrés Suriani, Carlos Zapata, Cristina Fiore y Aroldo Tonini. Este último, desde su cargo de secretario de Ambiente y Servicios públicos, fue el encargado de dar lectura a las filminas y repasar algunos números que dejaron pensando a más de uno.
Según el exponente indiscutible del «chupacirismo» salteño, el municipio levantó 2 mil toneladas de cacharro en los operativos anti-dengue distribuidos en muy pocos barrios. «Solamente en estos cinco puntos (Tres cerritos, 15 de febrero, Ceferino, Santa Lucía y Soliz Pizarro) hasta el día de hoy llevamos levantadas 2 mil toneladas de chatarra», relataba Aroldo Jesús, mientras la placa que salía en simultáneo reflejaba en enormes letras de molde: «1940 toneladas en 43 barrios». Minutos más tarde, el parte de prensa oficial cargado a la web del municipio agregaría otras 100 toneladas, asegurando que «se llevan retirados 2040 toneladas de residuos y cacharros». No fueron pocos los que encontraron en estos «pifies» la explicación a la temprana salida del secretario de Prensa y exconductor de Canal 11 Guillermo Brandán del gabinete. Aunque en las explicaciones ventiladas siempre aparezca el argumento de las «razones personales».
Pero al margen de los cortocircuitos informativos, las cifras de Tonini dejan mucho a la imaginación, considerando que en los primeros tres meses y medio del año, la cifra era de 500 toneladas según los partes oficiales. Para el subsecretario de Renovación Urbana Federico Casas, esto se explica porque los días 14 y 15 de abril se recogió el equivalente a todo lo levantado durante los dos primeros meses del año. Esto es, casi 400 toneladas de chatarra.
Para tomar una referencia cercana, en Tartagal el segundo municipio más importante de la provincia, se recogieron 160 toneladas de material en operativos anti-dengue distribuidos en siete fases o etapas. El volumen de cacharros acumulados por el exconcejal enemigo de las colúmbidas se multiplica casi por trece. Lo suficiente como para igualar en peso a unos 2034 vehículos Volkswagen Gol Trend, unos 119 camiones compactadores de Agrotécnica Fueguina, unas 9245 medias reses o unas 12555 motos 250 cc de la subsecretaría de tránsito.
Además de lo mencionado, desde el entorno de «titi» aseguran que todo esto se suma a 285 desagotes de pozos ciegos en 38 barrios, y el arreglo de 452 cuadras en 42 de barrios. Además se notificaron 85 terrenos baldíos en mal estado cuyos dueños fueron intimados. Todo esto acompañado de un brutal aumento en las multas que, en el peor de los casos, llegarían a los $128.000. El proyecto de ordenanza con terrible tufillo recaudatorio fue remitido al concejo deliberante y deberá ser tratado en los próximos días.