A un año del intento de levantamiento «gaucho», las agrupaciones tradicionalistas pudieron desfilar sin restricciones en homenaje a Güemes. Las medidas sanitarias se levantan, las prebendas continúan.

Luego de dos años de abstinencia forzada producto de la pandemia global, los fortines «gauchos» de la provincia volvieron al ruedo y sin restricciones a desfilar en homenaje a Martín Miguel de Güemes. Entre folklore y kilos de bosta se abrieron paso por Av. Uruguay recordando a todo salteño que, como «tradicionalistas» y güemesianos, son lo más cercano a la última reserva moral de la provincia. 

A las habituales exigencias del gauchaje salteño se sumó la semana pasada una particular queja. Y es que con la crisis del gasoil -que incluyó un aumento express del 12% el pasado viernes- se complicaron muchos aspectos de la logística. A ciencia cierta no se sabe si el planteo fue una simple expresión de preocupación o si entre líneas iba incluido el tradicional mangazo. Lo cierto es que desde la Agrupación Tradicionalista Gauchos de Güemes dejaron entrever que este año, muchos de los integrantes de la agrupación no pudieron participar del desfile por la escasez de gasoil que afecta a casi todo el país.

El presidente de la Agrupación, Francisco Aráoz, deslizó en la previa que “hay fortines que están juntando gasoil desde hace más de un mes para evitar que les falte. Es gente de todo el país la que está viajando y destinando lugares especiales para traer tachos de 200 litros de gasoil para que no les falte. Entonces, están viendo los medios, hay algunos que no se quieren arriesgar, pero la gran mayoría está haciendo lo imposible».

Ya en la previa, los muchachos tradicionalistas habían dejado en claro el grado de sus pretensiones manifestando ante los medios que la leña para los fogones debía ser exclusivamente de quebracho colorado. «Tiene que ser una leña que dure toda la noche», explicó un paisano a la TV mientras miraba como el personal del ejército acopiaba los troncos y hacía todo el laburo.

El hecho remite a uno de los episodios más bizarros en la historia del prebendismo gaucho, que tuvo lugar el año pasado en medio de polémicas por las restricciones sanitarias. Sin ponerse colorado y en completa desconexión con el contexto de austeridad que lo rodeaba, el mandamás de la institución, Francisco Aráoz, declaró ante los medios que la agrupación que preside pidió al estado una contribución de $7 millones. Tomando en consideración el monto asignado por última vez en 2019 para los festejos del 17 de junio ($537.000), el aumento significaba un 1300%.

Lo escandaloso del anuncio, sin embargo, no fue la cifra, sino el destino del dineral: leña, alfalfa y unas cuatro o cinco toneladas de asado para agasajar al contingente de gauchos estimado en 10 mil. Sumido en la realidad paralela del «tradicionalismo», Aráoz justificó el mangazo con una frase que inundó las redes y portales: «Hacer un asado es más barato que hacer un guiso». Muchos, después de escuchar la frase, le pidieron que convide… y no precisamente asado. 

Manguear, una larga tradición

Es sabido que, por afinidad o por puro marketing, los sucesivos mandatarios se calzaron el poncho y, en ocasiones, hasta se tomaron el trabajo de aprender a montar. Todo con tal de camuflarse entre el bien ponderado gauchaje.

como contrapartida, el estado «le hace la gauchada» a los tradicionalistas de la forma en que mejor sabe. En los últimos años, se asignaron partidas mensuales orientadas a afrontar los gastos del calendario de actividades de la Entidad. De esa forma, se subsidió con 625.000 pesos la realización de distintas actividades repartidas en los últimos ocho meses de 2019. Ese mismo año y para la misma fecha, se otorgaron otros $537.000,00 destinados a cubrir los gastos de la celebración del aniversario de la muerte de Martín Miguel de Güemes. Se trata de la misma suma otorgada en 2018 para esa celebración, lo que llevó a que el ministro de Gobierno de entonces, Marcelo López Arias, hablara de «montos congelados». 

A fines de 2019, el senador por Molinos Walter Joaquín Abán presentó un proyecto de ley para transferir en carácter de donación a la Agrupación Tradicionalista Fortín Gauchos de Güemes-Molinos-Salta una fracción del inmueble identificado con la Matrícula Nº 348 de la Localidad de Molinos, con el cargo de ser destinado exclusivamente al funcionamiento de su sede social. A la hora de justificar la entrega el senador manifestó que el terreno perteneciente al municipio estaba disponible y que podría utilizarse para la realización «alguna obra». 

A comienzos de 2018, el ministerio de Gobierno se comprometió a otorgar a la Agrupación una colaboración económica destinada a coadyuvar con los gastos que supuso la participación de la delegación salteña de jinetes en el 52° Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María. Otros $90.000,00 fueron destinados a tal fin. Unos meses atrás, en 2017, el estado ya había desembolsado $731.350,00 para que la agrupación gaucha pueda afrontar los gastos del proyecto denominado «Infernales Montados». Al día de hoy resulta imposible encontrar en los registros digitales alguna referencia al proyecto en cuestión. Ese año también se otorgaron partidas mensuales por $78.000,00 para el cumplimiento del calendario de actividades de la institución. 

Gauchos y constructores

Entre los antecedentes más resonantes, se encuentra uno que tuvo lugar en 2010, cuando el ministerio de Finanzas y Obras Públicas otorgó un subsidio a favor de la Agrupación Tradicionalista de Salta “Gauchos de Güemes para la continuidad de la Obra denominada «“Escuela Puesto”». Respecto del proyecto mencionado también escasean las referencias, aunque se supo que el desembolso por aquella operación fue de $200.000,00 a valores de 2010. Luego siguieron otros dos decretos en el mismo sentido con sus respectivas asignaciones. En 2009, la provincia llegó al extremo de donar un horno industrial para las instalaciones de la agrupación.