Las declaraciones de un piloto de carreras profesional pusieron nuevamente sobre el tapete las maniobras del empresario y presidente del Top Race Alejandro Urtubey. La justicia le otorgó la quiebra en 2017, dejando a cientos de acreedores en la lona. (Nicolás Bignante)

Facundo regalía es un piloto argentino con una vasta trayectoria internacional y nacional, aunque su desembarco en tierras gauchas terminó por ser un suplicio para su carrera. Su aterrizaje en la categoría Top Race se hizo a instancias de Alejandro Urtubey, empresario, presidente de la categoría y hermano del ex-gobernador Juan Manuel Urtubey. En una entrevista reciente, el joven piloto se refiere a él como «una mancha en el automovilismo argentino». Con Facundo, cientos de acreedores se vieron perjudicados con las maniobras evasivas del empresario y con la sentencia judicial de 2017, que reconoció la quiebra de su empresa.
-«Haber intentado en el automovilismo argentino ¿Fue un error?», le pregunta un cronista.
-«Lo que fue un error fue por quienes llegué al automovilismo argentino. Haber confiado en dos personas que me estafaron básicamente y haber querido creer la cantidad de promesas que me hicieron. Siempre lo dije yo simplemente estuve, no en contra, pero no muy a favor del ámbito y del circo del TC. A mí me hubiera encantado tener la chance de haber corrido en el super TC 2000 que es la categoría en la que me hubiera gustado correr y en su momento el Top Race también porque me pareció una categoría muy buena. El problema fue, como te menciono, haber confiado en las dos personas más erróneas o equivocadas con las que podría haber aterrizado en la Argentina», responde Regalía.
– «¿Querés decir el nombre de esas dos personas?»
– «Alejandro Urtubey y Roberto Alonso. Son una mancha en el automovilismo argentino. A mí me deben mucha plata, me arruinaron. Usaron mi imagen y mi nombre y no se los voy a permitir nunca. Mi otro error fue no haber firmado nada por escrito. Me prometieron tantas cosas, más allá de no haber cumplido el apartado salarial, que era imposible lamentablemente conseguir algo o haber podido triunfar, llamar la atención o haber llegado hasta acá», concluye el piloto.
El lamento de Regalia va atado al de muchos competidores y trabajadores del rubro que ataron su destino a las decisiones del hermano del ex-gobernador. En febrero de 2013, Alejandro Urtubey se ilusionaba ante la revista Campeones: “la clave es generar eventos especiales para el público, ya tenemos 8 de 12 fechas confirmadas, un calendario firme, el regreso de importantes figuras, y cambios reglamentarios que aportan al espectáculo”. En paralelo, se iba gestando una maniobra que dejaría a una cantidad importante de empresas y acreedores en la lona.
Para esto Alejandro Urtubey se valió de una estrategia sencilla: cambió la razón social de la empresa que hasta junio de 2012 se llamaba TRV6 S.A., por Top Race V6 en julio de 2013. Eso supuso que aquellos que hicieron contratos con TRV6 jamás llegaron a cobrar ese dinero.
Ya en ese año, los conductores de la categoría anticipaban lo que podía venirse. Uno de ellos, Roberto Valle, fue consultado sobre el papel del hermano del ex-gobernador en el manejo de la empresa. «Creés que Urtubey se manejó mal dentro de la categoría?», a lo que el piloto respondió: «Pienso que si mi negoció no camina, en algo me debo haber equivocado… evidentemente si había tantas deudas, es porque algún error hubo… los equipos estamos todos afectados».
Otro de los empleados directos de Urtubey manifestó haber sufrido un infarto como producto de las deudas que su jefe no abonaba. Sergio Baldassare trabajó en la televisación de la categoría y narró ante las cámaras su decepción con el empresario: «Yo estaba totalmente orgulloso, yo estaba enamorado del Top Race, lo amaba a Urtubey, era como mi viejo. ¿Viste cuando vos decís: ‘es mi viejo, me da la oportunidad, me trae a Dysneylandia’. Era trabajar en Disneylandia y sin embargo, se convirtió en Hook». En su descargo, el hombre menciona que el hermano del ex-gobernador es poseedor de 27 propiedades en la provincia de Buenos Aires, un auto Yagua, un BMW Q7 y hasta un avión. «Cuando me enteré que le debía plata a Pirelli, a Berta, a todo el mundo, entonces dije ‘chau, no vamos a ver más la plata’… La empresa está fundida, no existe el Top Race», se despachó Baldessare.
En 2012, Cuarto Poder realizó una investigación en la que quedó de manifiesto que la empresa de Alejandro había emitido una enorme cantidad de cheques sin fondo, que debían cubrir pagos por más de 11 millones de pesos. Información del Banco Central indicó que en diciembre de 2011 TRV6 SOCIEDAD ANONIMA acumulaba 90 cheques sin fondo y que, hasta el primer semestre del año pasado, hubo otros 174 cheques que rebotaron. Según el resumen de cheques rechazados en cuentas de personas jurídicas del Banco Central de la Nación, sólo se abonaron, con posterioridad, $4.693.299, de los $ 11.601.709.
Semejante cantidad de dinero sólo podía ser necesario para sostener un equipo de lujo y justamente el de Alejandro Urtubey tuvo los mejores corredores: «Juan María Traverso, Edgardo Lavari, Poppy Velata y la modelo Delfina Frers. El Urtu-Team contaba además con 10 autos en su flota y cuyo mantenimiento, en 2003, era de unos $6 millones por año», detalla la investigación de este medio en 2012.
Más tarde, se constataría que la estafa llegaba a los $50 millones. Por mucho tiempo, la categoría sobrevivió gracias a dinero del TC 2000 y a un plan para fabricar piezas del TC 2000 en la fábrica de TRV6. Mientras tanto, Alejandro seguí viajando en avión privado y manteniendo un ostentoso modo de vida. Otra de las maniobras de Urtubey fue derivar facturación y fondos a otra de sus empresas: Nitralco S.A. Aunque antes sólo había auspiciado un automóvil de la categoría, esta empresa terminó facturando $ 20 millones anuales (por entonces más de 2 millones de dólares). Esto es, mientras una firma entraba en proceso preventivo, la otra aumentaba exponencialmente el valor de sus acciones.

Sin embargo, todo eso no bastó para impedir que en 2017 el juzgado comercial en primera instancia de la CABA decretara la quiebra al hermano del ex-gobernador. Según comunico la justicia, aquel decreto fue el resultado del proceso que iniciara el 10 de junio del 2013. Lo más llamativo del caso es que tres años después se descubriría a través de la famosa investigación «Panamá Papers» que, el mismo año en que solicitó la quiebra de su firma, abrió una empresa off shore en Florida, EEUU bajo el nombre de Alejandro Urtubey Corp. Aunque algunos allegados aseguran que, al día de hoy, el hermano del ex-gobernador «anda con problemas de plata», Alejandro parece tener una serie de empresas que no lo harán vivir en la pobreza.