El sciolismo empieza a restarle importancia a la polémica generada por Urtubey y su pedido de pago a los fondos buitres pero reconocen que el salteño se extralimitó. La situación, según la prensa nacional, implicará una menor exposición del salteño aunque se lo destaque como figura nacional.

“Daniel Scioli tuvo que hacer equilibrio una vez más para contener a los dos sectores detrás de su candidatura presidencial: el kirchnerismo y el peronismo. Obligado por la circunstancia, en este caso la controversia alrededor de la necesidad del pago a los fondos buitre, le puso un freno a Juan Manuel Urtubey, aunque destacó al salteño como una figura importante”, así empieza un artículo de La Nación que analiza los últimos coletazos de la polémica generada por Urtubey en su discurso ante el Consejo de las Américas, en Nueva York, cuando sostuvo que hay que acordar en el corto plazo con los holdouts y reconstruir la confianza de las estadísticas oficiales.

“No se trató de una desautorización expresa, pero le marcó el rumbo a uno de los mandatarios provinciales que podrían acompañarlo en un eventual gobierno”, remarca el artículo que también resalta que más allá de lo que Scioli diga en público busca “avanzar rápidamente en la negociación con los fondos buitre es un objetivo para Scioli. El bonaerense puso a trabajar en simultáneo a tres de los principales colaboradores de su equipo económico -Miguel Bein, Mario Blejer (que ayer aseguró que hay que «buscar la manera de que el problema con los holdouts desaparezca») y Silvina Batakis- en soluciones para llegar lo antes posible a un acuerdo”.

Según el artículo, Urtubey es un intérprete privilegiado “de lo que expresa -o debe expresar- Daniel Scioli”, pero cometió un sacrilegio para la feligresía kirchnerista: pago a los fondos buitre desde el corazón de Estados Unidos y críticas por la situación energética del país y advirtió sobre «deficiencias» en la infraestructura. “Desde el sciolismo le restaron importancia al asunto, reconocieron que Urtubey se extralimitó ´un poco´ con sus afirmaciones y hablaron de una ´tensión natural´. Es que en el sciolismo, cuando restan 18 días para las elecciones, conviven hoy tres líneas de mensajeros: los ´formateados´, que son los funcionarios que acompañan al candidato desde hace años; los ´especialistas´, que hablan de temas específicos, y los que ´tienen un impronta propia», concluye la nota.