Macrismo, clases medias, peronismo, massismo, Urtubey; son algunos de los conceptos que el diputado nacional, Javier David, compartió con Cuarto Poder en una charla en donde aventuró hacia dónde se dirige la política nacional.

Desapasionado. Así habla Javier David. El hombre que asegura que tras años de  intervención política nada nubla más el entendimiento que la furia contra los adversarios y la idealización de los propios. Ni siquiera lo ocurrido en la última semana cuando el gobernador ayudó a caer en el senado nacional el proyecto de reforma del impuesto a la ganancias que él mismo había votado en la cámara baja, le arrebatan las respuestas sobrias el ademán pausado.

El encuentro se concretó casi de casualidad y a raíz de los hechos políticos generados por el proyecto de reforma de ganancias. El mismo que le imprimió a las dos últimas semanas un vértigo que era hijo de un debate que expuso las contradicciones de una política nacional devenida en una mesa con muchos jugadores que saben que para ganar deben imponerse a muchas y cruzadas voluntades que se esfuerzan por engañarse uno a otros. La presencia de Urtubey en esa mesa obliga a los salteños a no conformarse con la sola observación de la política provincial porque para entender a esta, se hace necesario analizar la totalidad nacional. Esta última fue el objeto de la charla con el legislador nacional que ahora transcribimos.

C.P. ¿Cómo fue el 2016 económicamente y políticamente hablando?

J.D. Fue un año muy duro. Me parece que los argentinos no la hemos pasado bien más allá de a quien le echamos la culpa. Si al gobierno de Macri o a la herencia del kirchnerismo o a una conjunción de cosas. Pero lo cierto es que hemos tenido un año muy duro y eso repercute en la política. Si uno lo ve desde el lado institucional ha sido positivo. Por la cantidad de leyes que se sancionaron y por cómo funcionó el congreso en cuanto a la posibilidad de mejorar proyectos, discutirlos y debatirlos. Pero sin lugar a dudas ha sido un año difícil y todos esperamos que el 2017 sea un año mucho mejor aunque las variables que se ven nos invitan a no ser tan optimistas. Pero bueno, hay que tratar de que el próximo año sea el año de despegue de la Argentina.

Alguna vez escuché declaraciones suyas donde aseguraba que el macrismo tiene políticas para los sectores más vulnerables que dejó afuera a las clases medias bajas. ¿Puede desarrollar el concepto?

El gobierno nacional ha tomado dos extremos: los grandes sectores económicos en su filosofía de que son ellos los que van a motorizar al país hacia el crecimiento y el desarrollo. Por ello tuvieron políticas absolutamente a favor de mejorar  la situación de esos grandes grupos. Pero también se ocuparon de los sectores más complicados en cuanto a pobreza e indigencia a través del mantenimiento y hasta el incremento de políticas sociales.

En el medio queda una amplia franja que es la más desatendida por el gobierno: el trabajador en negro que no tuvo paritaria, el que perdió su laburo, el trabajador autónomo, el oficio. En fin, aquellos a los que la recesión y la baja económica los golpeó duramente porque dejó de trabajar y porque dejo de haber plata en la calle con la que esa persona mantenga a su familia. Hacia esa gente no hubo en este año ninguna política porque en definitiva, la política más importante que pueden tener esos sectores es que se reactiven las actividades económicas y ese fue el punto más flojo del gobierno. Si uno debe medir por los resultados -independientemente de las buenas intenciones y las ganas- los resultados marcan que se la caída la actividad afectó enormemente a ese sector.

Es curioso. Históricamente el peronismo tuvo políticas para esos sectores a los que el macrismo también presta atención, mientras la clase media que el macrismo desatiende suele no querer mucho al peronismo. ¿Eso complica al peronismo?

No. Yo creo dos cosas. Sin lugar a dudas el oficialismo asume y lo primero que trata es de captar a los sectores que normalmente han adherido al justicialismo a lo largo de la historia y posiblemente al kirchnerismo en los últimos diez años. Pero a mí me parece bien eso porque significa que los sectores más vulnerables gracias a un trabajo de muchísimos años en la Argentina por fin lograron derechos que le son reconocidos por todos los partidos independientemente de los pensamientos. Que el Estado reconozca que hasta tanto se generen las condiciones que permitan un desarrollo pleno de las personas debe asistir a los que menos tienen, me parece un paso gigante.

Entonces no reniego de eso. Como así también me parece que el peronismo tiene un desafío enorme a futuro y que es mostrar capacidad de gobierno para todos los sectores y que fue uno de los problemas que tuvo el kirchnerismo. Es decir, esta idea de que para hacer política hay que dividir al país en dos: poner a uno en la vereda del frente y al otro en la vereda propia.

¿Habrá un rebote en la economía en el próximo año?

Creo que la Argentina va a crecer. Pero lo va a hacer porque este año ha sido muy malo y entonces comparado con este año la consecuencia lógica es que podamos decir que el año que viene se crecerá 2 o 3 puntos en cuanto al Producto Bruto. Pero cuando lo comparemos con el 2015 y el 2014 va a estar aún por abajo.

De todos modos el gran desafío es que ese crecimiento nos llegue a todos. Porque vos podes crecer en término numéricos pero que al mismo se lo lleven dos o tres sectores -los exportadores, el sistema financiero- no significa que ese crecimiento le llegue a las PyMES, al comercio, al trabajador o que podamos llegar a ver que el que hoy está trabajando en negro pase a estar en blanco, o el que hoy no tiene laburo mañana sí lo tenga. Ese es el desafío: que el crecimiento nos alcance a todos por igual.

Hablemos entonces del massismo. Cuando uno observa su composición ve justamente el sector empresarial que requiere incluso para acumular más mercado interno y más actividad económica. Eso ¿no pone a Sergio Massa con amplias ventajas con respecto a Urtubey, no sólo por la posibilidad de articular un programa opositor sino porque ya cuenta con un bloque de intereses medianamente sólido?

Creo que los dos tienen en común de que son vistos por la sociedad como parte del futuro político junto a algún otro dirigente como puede ser María Eugenia Vidal o algunos ministros de Macri. Massa tiene la ventaja de ya haber sido candidato y su virtud más grande fue que después de haber perdido una elección y de haber salido tercero, logró conservar su espacio. Normalmente lo que pasa es que cuando alguien pierde una elección termina desapareciendo y Massa se mantuvo como una realidad política.

Pero él tiene que enfrentar el año que viene una elección en su provincia que yo creo que la tiene que dar y cuyo resultado signara su futuro como también va a ocurrir con Urtubey acá. Por eso estoy convencido que recién en diciembre del 2017 van a poder sentarse en la mesa de la política nacional aquellos que hayan mostrado que mantienen una victoria en su distrito. Allí me parece que va a haber definiciones sobre lo que puede llegar a pasar.

Massa efectivamente ha sido el producto de sectores económicos que tuvieron dos candidatos: Macri y Massa por las dudas. Y ahí Urtubey juega un rol distinto: es un gobernador con experiencia, que viene del interior, que muestra una manera de pensar por ahí distinta a la política tradicional y eso lo ubica entre uno de los cinco políticos más importantes de la Argentina.

Pero lo cierto es que falta muchísimo. La elección del año que viene va a estar marcada por el humor social. La gente va a votar a favor o en contra del gobierno nacional. Va a mandar un mensaje de optimismo o uno de alerta a Mauricio Macri. Por eso creo que los tres o cuatro primeros meses del próximo año van a ser cruciales.

Entonces usted dirá que estoy equivocado si digo que el rol de Urtubey en la caída de la reforma del impuesto a las ganancias buscaba también evitar que Massa saliera fortalecido a partir del debilitamiento de Macri de cara a las elecciones 2017. Lo digo porque no es descabellado pensar que un triunfo de Massa en la provincia de Buenos Aires deja resuelta la candidatura presidencial del peronismo.

Urtubey actuó con la honestidad intelectual propia de quien gobierna una provincia. Lo que pasó en la saga del impuesto a las ganancias es absoluta responsabilidad del gobierno nacional. Yo he vivido ese proceso. El gobierno nacional no hizo lo que está haciendo ahora. No quiso por diversos motivos sentarse y llegar a un acuerdo. Quiso hacer un proyecto muy amarrete y no se movió del mismo. Ello tuvo como consecuencia la unidad de toda la oposición que dijo ´bueno… si ustedes no quieren diálogo terminan uniéndonos”. En definitiva, si se une el Frente para la Victoria, el massismo, el justicialismo, el socialismo, los sectores de izquierda en un solo proyecto, algo mal hizo el oficialismo.

También es cierta otra cosa. Urtubey dice “está bien muchachos, pero yo también tengo que proteger mis finanzas provinciales, tenemos que revisar”. Y para eso está el senado donde está representada la provincia. Me parece que ahí no hay que darle mayores alarmas al tema. Hay que discutir y hemos logrado dos  cosas: que se ponga en agenda el impuesto a las ganancias que el gobierno no quería y lograr que el gobierno dialogue y busque un proyecto consensuado.

En cuanto a las posibilidades de Massa en la provincia de Buenos Aires yo no estoy tan seguro de que sea tan fácil. ¿Por qué digo esto? En primer lugar porque cuando una composición es tan heterogénea como ocurre en el massismo, el peronismo difícilmente vuelva a ser furgón de cola después de lo que paso en los últimos años con el kirchnerismo. No veo allí que se esté dispuesto a ir detrás de cualquiera y como sea. Por eso te digo que esa es una discusión que va a empezar recién en diciembre del 2017. Recién entonces los Massa, los Randazzo o los Urtubey deberán tallar según los resultados de octubre.