El viraje a la derecha que confirmó la gestión nacional, lo mismo que su tesitura contemplativa hacia el neomacrismo le valieron a sus dirigentes un escapulario de vituperios. Este fin de semana, se confirmó que la fuga de divisas tuvo a los empresarios como Héctor Magnetto y Paolo Rocca como los principales actores de esta suerte de defraudación, pero además son los primeros inscriptos para que el dinero estatal solvente sus respectivas nóminas salariales.
Uno de los principales blancos de este notable enojo fue el asesor presidencial Leandro Santoro, quien en su cuenta en Twitter pretendió maquillarlos como si fuesen angustiados inversores PyME al borde de la extinción. Tras un informe publicado este domingo en El Cohete a la Luna, el periodista Ari Lijalad razonó que “Clarín recibió ayuda del Estado para el pago de sueldos. Ya sabíamos que tenían ganancias y cuentas offshore. Ahora también que fugaron 650 millones”.
La ex embajadora argentina en el Reino Unido, Alicia Castro, evaluó que “si por un lado establecemos un impuesto a la riqueza, y, por otro subsidiamos a esos mismos ricos -Rocca, Magnetto- se daría la paradoja de que todos los ciudadanos terminaríamos pagando el impuesto a la riqueza”.
En tanto, el joven colega Andrés Lerner recordó el informe de sitio dirigido por Horacio Verbitsky y el ranking que hizo de los empresarios fugadores de divisas durante el macrismo, entre los cuáles lo encabezan los del sector de energía. Por ello, recordó el informe televisivo del viernes pasado (C5N), donde detallaron “como aprietan usuarios en medio de la cuarentena y que ganaron hasta $75 mil millones en el 2019 gracias al tarifazo”.
El volantazo ideológico, cuyo efecto fue una sedimentación de reclamos y el posterior bloqueo masivo de cuentas con el cual respondió el joven Santoro, evidenciaron la desazón de los votantes al presidente Fernández. Algo que se potenció con el fallecimiento de la comunicadora de la revista porteña La Garganta Poderosa, Ramona Medina, y el deceso de Víctor Giracoy, dirigente social del barrio Padre Mugica, ambos por falta de atención en zonas urbanas con mucha pobreza y ahora atestadas por coronavirus y con proyectos de desarrollo inmobiliarios desde el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.
En este escenario, el sociólogo Artemio López vaticinó este domingo que “sentar a Larreta (responsable de la peor gestión de la pandemia a nivel nacional) en la misma mesa que Alberto y Axel, no es una ´astucia de la razón política´, sino un error estratégico grave”. En dirección parecida, la diputada nacional Gabriela Cerruti (Frente de Todos), razonó que “llevan doce años gobernando la ciudad, y no urbanizaron una sola villa. El maquillaje y el marketing estalla cuando aparece la realidad con su crudeza”.