Falta apenas una semana para la asunción de gobierno, tanto nacional como provincia y municipal y los interrogantes surgen de todas las áreas. ¿Podrá Gustavo Sáenz manejar la provincia tan exitosamente como se cree que manejó al municipio Capital?

En algunas áreas los inconvenientes serían casi inexistentes, pero en otras más importantes, no. Y son muchas las opiniones al respecto. Tal es el caso de Economía. Salta no es una provincia maravillosa, pero pocas veces dejó de pagar los sueldos en tiempo y forma. Si bien la gestión se vio empañada por un interminable conflicto con docentes autoconvocados durante este año, una solución llegó en julio. El Gobierno Provincial firmó el decreto 1046, que ajusta los salarios de los empleados estatales provinciales de manera automática con la inflación que publica el INDEC, durante los meses subsiguientes de este año.

Y hoy, a horas de asumir un nuevo gobierno, los economistas coinciden en que la continuidad de este decreto puede generar un grave problema a la gestión Sáenz. Que los trabajadores estatales tendrán subas de entre el 45 y 50%. Que esto puede ser un riesgoso antecedente para Sáenz, quien no podrá hacer frente a ese nivel de erogaciones ante la caída de la recaudación y la coparticipación. Y ahí es donde surge el verdadero problema.

Para empezar debemos aclarar que las soluciones a los problemas de la gente, terminan por afectar directamente a la economía provincial. Por ejemplo: que los sueldos suban no sería un problema. Sí lo sería que el gobierno de turno no pueda pagarlos.

El primer problema surge el 2 de septiembre cuando entra en vigencia el Decreto Nacional 603 de 2019. Ante la crisis alimentaria y electoral, el Gobierno Nacional amplió los canales de distribución para llegar a más sectores de la población, eliminando el IVA de 13 elementos de la canasta familiar básica. La medida se hizo extensiva a monotributistas y micro empresas que vendan de los productos alcanzadas por la eliminación del impuesto al valor agregado. Incluye las ventas por menor en supermercados; minimercados, mercaditos, autoservicios y establecimientos similares. Esta quita del IVA fue anunciada por Mauricio Macri en su paquete de medidas para aliviar el bolsillo de los argentinos, ese 15 de agosto, luego de los nefastos resultados que obtuvieron en las PASO y de su berrinche del día siguiente, lavándose las manos por la suba del dólar y tratando de meter miedo para las generales.

Que en la Provincia no ingrese el 21% de estos 13 productos de la canasta familiar básica, que provocan el mayor movimiento financiero mensual de la provincia, teniendo en cuenta que el IVA es el impuesto coparticipable por naturaleza, es una gran pérdida en la masa monetaria. Y ahí va otro ejemplo de como afectan a la economía de la provincia las decisiones que se toman «pensando en el pueblo».

Por otro lado, también del Gobierno Nacional, surgen las modificaciones al mecanismo de deposito/débito automático del anticipo del impuesto a las ganancias, que tampoco colaboran con la economía provincial, ya que los grandes capitales locales no están obligados a depositar el importe equivalente al 30% de sus ganancias, lo que provoca un cambio negativo en el plan de ingresos provinciales mensuales.

La caída en la inversión de bienes de capital impide generar un mayor crecimiento y no permite que esos fondos puedan ampliar la capacidad instalada productiva en la provincia. Según algunos economistas otra forma de mantener ese gasto es aumentar fenomenalmente impuestos a los sectores productivos que menos venden, esto va provocar que produzcan cada vez menos y se vayan a la quiebra. Al aumento de la masa salarial hay que sumarle la deuda que tiene la provincia por el Plan Bicentenario y por el Fondo de Reparación Histórica. ya que a partir de 2020 se comienzan a pagar intereses y luego capital, lo cual dejaría las finanzas resentidas. se habla de 10 millones de pesos mas de lo que se consignó en el presupuesto. sin embargo, durante esta semana, Urtubey dejó en claro algo que en papeles también se puede verificar y es que «los acuerdos salariales son anuales y por eso mismo, este acuerdo culmina en diciembre de 2019», conjuntamente con su mandato.

“Los empleados no tienen por qué pagar el costo de la pérdida del poder adquisitivo del salario”, sostuvo el actual gobernador. «Hay gente que, desde el neoliberalismo, critica eso porque piensa que la gente tiene que cobrar sueldos más bajos”. Como maneje Saenz la economía y finanzas de la provincia, correrá por su exclusiva cuenta. y que Dios y la Patria se lo demanden, si fuera necesario…  (N.J.)