El Jefe de Gabinete anunció que la firma Sofía se quedaría con el Ingenio San Isidro y que la misma tiene previsto despedir la mitad de la planta industrial. Los despedidos pasarían a cumplir tareas en la municipalidad de Campo Santo. Sospechan de los vínculos de los compradores con el gobierno.
Se conoció una propuesta de salida a la crisis abierta en torno al Ingenio San Isidro. Esto luego de la reunión que mantuvieron en Buenos Aires, el gobernador Urtubey, Fernando Yarade y Paula Bibini con Jorge Triaca del ministerio de Trabajo de la Nación.
Yarade fue el encargado de precisar detalles del encuentro. El Jefe de Gabinete se refirió a un “programa de reconversión laboral”, lo que en concreto quiere decir: despedir del ingenio entre 300 y 400 trabajadores y que pasen a cumplir tareas en la municipalidad de Campo Santo. Adoquinado, cordón cuneta y desmalezamiento sería la nueva labor de los obreros de la planta industrial de acuerdo a lo dicho por el funcionario.
Sobre los compradores, anunció que la firma Sofía, estaría a punto de quedarse con el Ingenio. Fernando Yarade en declaraciones radiales dijo que según los representantes del grupo Gloria “es una negociación que está en curso”.
El grupo empresarial Sofia es de Bolivia pero tiene una trayectoria en Salta. Mariano Cuenca del SOEASI abrió sospechas al respecto de la venta. Como si supiera algo más dijo que la forma en que si anunciaron las novedades da a entender que “el gobierno formara parte de los eventuales nuevos dueños”.
Otra novedad es que Bibini informó que se solicitará la excepción de algunos requisitos para que un sector de los trabajadores despedidos puedan acogerse al beneficio del subsidio intercosecha, que en Salta cobran los peones rurales del sector tabacalero y consiste en un pago temporario de 2.300 pesos. Al respecto, Cuenca opinó: “lo que llaman reconversión productiva no puede limitarse a dejar a centenares de trabajadores despedidos que cobraban un sueldo normal, a cambio de un beneficio de 2.500 pesos que ni siquiera fue actualizado y que se cobra solamente durante 4 meses al año”.
Arturo Borelli, del PO, por su parte advirtió que el gobierno intenta generar una ilusión y que la única alternativa viable es la expropiación.
Además, dijo que la propuesta del gobierno es contradictoria a lo que ellos mismos proponen. “Todo el tiempo se habla de achicar el Estado y quieran llevar a más personas a depender de la municipalidad de Campo Santo, es inviable y una precarización encubierta”, remarcó.
Borelli señaló que el Ingenio para ser rentable tiene que producir más de 25 mil toneladas por año y que para eso se necesitan por lo menos 600 obreros, razón por la cual si despiden prácticamente la mitad será un fracaso.