Pasaron tres días convulsionados, movidos en todo el país y en Salta que representó
una pulseada donde se midieron las fuerzas del oficialismo y la oposición, campo este
más difuso, heterogéneo y fragmentado. (Daniel Escotorin)

LUNES 6: primer día de acciones y medidas de fuerza. Los docentes de todo el país están de paro, las clases no se inician. El conflicto central está en la provincia de Buenos Aires, donde la gobernadora María Eugenia Vidal se niega a convocar a los gremios, el secretario general del gremio mayoritario docente en esa provincia (SUTEBA) Roberto Baradel denuncia amenazas reiteradas sumadas al exabrupto de Macri en la apertura de las sesiones legislativas el 1 de marzo (“Baradel no necesita que lo cuiden”), en el plano nacional no faltan motivos: suspensión de la Paritaria Docente Nacional, congelamiento del Incentivo docente, reducción del Fondo de Compensación salarial al 25%. Multitudinaria movilización en la C.A.B.A. y otras provincias en el contexto de un paro de 48 horas lanzado por CTERA y otros gremios docentes. A la par ATE había lanzado un paro de 48 horas también.

En Salta el paro docente es fuerte, sobre todo en el sector primario y en el interior, movilización mediana con la ADP a la cabeza, una verdadera extrañeza, casi una anomalía ilógica. En forma paralela ATE marcha en la ciudad, dos marchas, las mismas reivindicaciones. Confluyen al final, pero sin la ADP.

MARTES 7: todas las expectativas están puestas en la gran y anunciada (y tantas veces postergada) jornada de protesta de la CGT y las CTAS. Antesala del paro general que ya todos dan por descontado que su anuncio con fecha será la coronación de lo que se esperaba sería una movilización extraordinaria y desbordante. Esto último fue así, tanto que cuando el triunvirato hizo mutis por el foro y se fue sin poner fecha al paro, todo se desbordó.

Si ya resultaba extraño el lugar de convocatoria (el ministerio de la Producción) con el claro propósito de no molestar a Macri al eludir Plaza de Mayo, se sospechó a posteriori que todo estaba ya acordado con el gobierno. Además, a pesar de tratarse de una jornada conjunta a los popes de la CTAS ni siquiera los dejan subir al palco. Frustración, bronca y desánimo en sectores de las organizaciones populares, los trabajadores, ciudadanos que de a uno se sumaron a la jornada.

En Salta la CTA AUTONÓMA toma la delantera, junto a algunos de sus gremios de base (ATE, APSADES) y organizaciones territoriales como la CCC, partidos de izquierda, organismos de Derechos Humanos marchan por la mañana y reclaman un paro general, hay críticas al gobierno provincial y reclamo de salarios justos. Por esas cosas de la diversidad, se podía elegir ya turno mañana, ya turno tarde. En la jornada vespertina se movilizan sectores vinculados al gobierno y al kirchnerismo, sectores sindicales enrolados en una Corriente Federal de Trabajadores, estaban UPCN y Luz y Fuerza. Marchan con el resultado puesto, luego de haber visto por TV el bochorno cegetista insisten el reclamo de paro general, pero la desazón se respira.

MIERCOLES 8: Una de las movilizaciones más trabajadas y coordinadas, no hay improvisación. Día Internacional de los derechos de la Mujer Trabajadora, Día Internacional de los Derechos de la Mujer a secas. En la CABA, centro político nacional y periodístico, la convocatoria es enorme, como en casi todas las ciudades del país. El reclamo engloba todas las demandas propias y las urgentes: ni una menos, basta de femicidios, más políticas estatales, igualdad de condiciones laborales, generales, educación sexual, aborto legal, entre otras demandas.

En Salta una coordinadora de agrupaciones políticas, sindicales, sociales, culturales de mujeres, de género y feministas trabajan arduamente desde semanas antes en la elaboración de un documento único que será leído en la marcha en horas de la tarde. Esfuerzo altamente valorable en tiempos de dispersión, división y relativismo virtual. Días antes de la marcha estalla un quiebre. Uno nada sorprendente: el Partido Obrero no participa y movilizará por la mañana, pero al trotskismo se sumará la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y la CTA AUTÓNOMA, con posturas más de tipo clasista haciendo hincapié en la entidad trabajadora de la fecha y los reclamos, romperán la unidad y marcharan juntos por la mañana con escasa trascendencia y presencia.

Fue por la tarde donde se expresó la mayor cantidad de sectores y la participación de mujeres independientes fue visible, aun en la diversidad de posturas políticas e ideológicas se mantuvo una marcha ordenada que culminó con la lectura del documento único. El momento polémico fue la presencia de la ministra de Derechos Humanos Pamela Calleti, cuya renuncia es exigida por la mayoría de las fuerzas presentes allí.

Saldo y conclusiones

El gobierno nacional tomó nota seguramente del descontento general y cada vez más amplio en la sociedad como efecto de sus políticas económica y social. Tres días movidos, donde una parte de la sociedad copó calles y plazas para hacerse escuchar. Por lo pronto en Buenos Aires el gobierno de Vidal se avino a convocar a los gremios a discutir salarios. Pero también el gobierno debió regocijarse de las divisiones visibles como de las agachadas de la dirigencia sindical que al no convocar a un paro general evitó mantener en el movimiento obrero un estado de agitación permanente hasta el paro. Es que si se convocaba al paro con fecha puesta también hubiese venido por detrás la demanda de “paro y movilización” cosa que seguramente querían evitar y eludirán al poner fecha ¿paro dominguero? Es posible, al menos desde la decisión de la CGT, las CTAS, las comisiones sindicales de base, muchas conducidas por fuerzas de izquierda apostarán a movilizar de diversas formas.

Desde el movimiento popular el saldo corre por cuerdas similares. Se evidenció que el descontento es real y hay una demanda de más protesta y de un plan de acción que busque frenar las medidas que toma el gobierno nacional y que una tras una tienen un único perjudicado: los trabajadores y las mayorías populares. Las organizaciones sociales, sindicales y políticas ante la fragmentación apuestan a intentos de unidad en la acción pero que se ve son de corto alcance.

En Salta, la protesta social en términos de volumen social es aun sino débil, escaso. La movilización del 8 (mujeres) fue la más constructiva y consistente en términos de articulación, coordinación en torno a demandas. No es casualidad, dado que en la amplia forma de expresión y manifestación del movimiento ha logrado sostenerse y crecer. Aunque no estén visibles, hay en este espacio nuevos valores que comienzan a diseminarse por el resto de los campos del movimiento popular. Mientras a la espera de las elecciones el oficialismo cierra filas y el progresismo, la izquierda, la centroizquierda parece tener una nueva chance para disputar más que cargos electivos: poner freno a una clara tendencia neoconservadora que en la provincia encuentra terreno fértil de la mano del FPV, PRO, Olmedo y el massismo.