La CGT fijará hoy la fecha de la primera huelga general contra Macri. Sería el 6 de abril, con el respaldo de la CTA, pero no habría movilización.
La CGT anunciará hoy la fecha de lo que será el primer paro general en contra de la gestión de Mauricio Macri. La huelga, que se concretaría el jueves 6 de abril y no contemplaría una movilización, contará con el respaldo de las dos vertientes de la CTA, las organizaciones sociales y de trabajadores informales y posiblemente de la izquierda sindical.
La determinación de avanzar hacia el paro atenuará momentáneamente la interna del sindicalismo peronista, cuya cima de tensión se alcanzó la semana pasada tras los incidentes en la multitudinaria marcha en la que rechazó la política económica del oficialismo. «Hubo un quiebre después del 7 de marzo. O llamamos al paro o la CGT corre el riesgo de romperse», coincidieron en la central obrera.
Los ejes del reclamo irán mucho más allá de denunciar el incumplimiento empresario del pacto antidespidos y de exigir un giro en la política oficial en lo relativo a las importaciones. También rechazarán el techo salarial de 18% que el Gobierno pretende fijar en las negociaciones y en solidaridad con los docentes y los bancarios. En el rosario de reivindicaciones, sumarían la creciente preocupación ante la intervención estatal en la vida interna de los sindicatos.
A propósito de los docentes, en la CGT comenzaron ayer a tomar fuerza algunas críticas por la estrategia de Roberto Baradel, el líder del Suteba. «El paro indeterminado tiene un dudoso resultado y es una herramienta del pasado», argumentó un jerárquico de la central.
Los gremios no creen que el Gobierno pueda torcer el rumbo de la huelga. Serán tres semanas de negociaciones bajo presión, pero descreen de medidas efectistas. Toman los avances en las mesas sectoriales con las actividades en crisis como un intento oficial de minimizar el impacto de la jornada de protesta. «Nos quieren agrietar», denunció ayer el portuario Juan Carlos Schmid. ¿Qué medida podría hacer ceder a la CGT? Un decreto presidencial para frenar los despidos y las suspensiones y hechos concretos de reactivación económica.
Fue clave para determinar el paro la postura que adoptó la confederación de gremios del transporte. El ferroviario Omar Maturano, incluso, amenazó con acentuar la grieta: «Si no para la CGT, para la CATT». Los gremios que comulgan con Hugo Moyano también pusieron en duda su continuidad en Azopardo si no prosperaba la huelga. Antes de la marcha del 7 de marzo, el sector de los independientes (la Uocra y los estatales de Aysa y UPCN) y «los Gordos» se oponían al paro. Hoy, en el consejo directivo, intentarán todos escenificar cierta armonía y unanimidad.
Fuente: La Nación