Representantes de la comunidad «El Algarrobal» de Misión Chaqueña llegaron a Salta para reunirse con el gobernador Gustavo Sáenz por la grave situación que atraviesa su pueblo. Hasta el momento no tuvieron suerte y aseguran no tener pasajes para volver, ni dinero para alimentarse. 

Mientras el gobernador Gustavo Ruberto Sáenz recibe a Oscar «el Chaqueño» Palavecino en el marco de la emergencia sociosanitaria, un grupo de referentes wichís de Misión Chaqueña (Embarcación), intenta desde el martes tener una audiencia en casa de gobierno para informar sobre las problemáticas de la zona.

En la comunidad «El Algarrobal» donde residen unas 5 mil personas, el agua potable escasea y la atención sanitaria está lejos de ser óptima. Una sóla bomba instalada hace 20 años, abastece a todos los habitantes de la misión; mientras que un sólo médico da cobertura a seis mil habitantes entre Misión Chaqueña y Carboncito.

«Estuvimos en casa de gobierno pero no tuvimos suerte. Llegamos a mesa de entrada, pero no sabemos si están o no», se lamenta Omar Gutiérrez.

«Queremos la solución para la comunidad, sentarnos a hablar con el gobernador o el vice. Nosotros estamos preocupados. Hace falta agua, alimento, pañales para los chicos, y estamos en Salta para llevarles información a la gente que nos espera en Misión Chaqueña. Todavía esperamos la audiencia» Relató Ervino Benito en una entrevista con el programa «Feedback».

En relación a la emergencia sociosanitaria, Omar Gutiérrez asegura que, hasta el momento, no ha llegado ningún tipo de ayuda a la misión: «No llegó nada por ahora. Nosotros estamos en las orillas y nos tomamos el trabajo de venir acá y coordinar con el gobierno. En la comunidad nos esperan con esperanzas. Lo más urgente es el agua. Una sóla bomba para cinco mil habitantes no puede abastecer a todos»

Como si esto fuera poco, los representantes de la comunidad no disponen de los recursos para solventar su estadía en la capital salteña, por lo que su reclamo es (todavía más) urgente: «Ahora estamos quedando sin plata, no tenemos nada. Nosotros pagamos los pasajes para venir acá. No tenemos pasajes para volver y tampoco ahora para alimentarnos», señalan.