El entramado de espionaje y aparentes prácticas extorsivas que la justicia federal intenta completar como hallazgo a nivel nacional le brindó otra perspectiva a una causa que tuvo gran espacio en medios locales en la previa de la campaña por la Gobernación 2019. Es el caso “Arcadio” que se inició en el fuero federal, dejó 90 días en prisión a un empresario y ahora registró un viraje de alguna eventual similitud con prácticas como las que carga hoy la Agencia Federal de Inteligencia en versión macrista.
En este escenario, el abogado Sebastián Espeche adelantó algunos lineamientos de cómo será estructurado el planteo argumental de su cliente –el empresario Matías Huergo-, el cual registra un aparente parentesco con lo que se dilucida en el juzgado federal de Lomas de Zamora -a cargo del magistrado Federico Villena. Es decir, datos confidenciales obtenidos a través de prácticas subrepticias o espionaje, heraldos enviados con instructivos para salvoconductos (y malas nuevas para algún prójimo) y trámites judiciales permeables al contexto externo.
En efecto, Espeche aseguró este lunes que la causa por presuntas facturas apócrifas que se conoció como “Arcadio” estuvo “armada e inflada”, dado que a su entender no contaba con elementos suficientes como para poner en prisión al empresario Matías Huergo. Hasta puso en duda la más que extraña visita que su “ex amigo” o “amigo”, según sus poliédricos pronunciamientos de afectos, el diputado nacional Martín Grande le hiciera en febrero de 2019. Por aquel entonces, el primero cumplía su detención en la delegación salteña de la Policía Federal.
No fue en vano que el letrado adelantase entre una de las conjeturas que la causa “Arcadio” -nombre de una de las firmas involucradas- tenga algún nexo con el mega escándalo de espionaje descubierto en la AFI durante el macrismo, le dijo este lunes a FM Aries. Mientras que otra de las hipótesis planteadas por Espeche fue que la justicia provincial debería investigar qué rol cumplió en medio de tal berenjenal el diputado nacional –también macrista- Martín Grande.
La mención al legislador nacional se relacionó con el extraño discurso para aleccionar a Huergo, desplegado en la visita que le hiciera mientras el segundo estaba cumpliendo prisión preventiva en la Policía Federal, a comienzos del año pasado. Aquella parábola del “sanguchote” o del “pan” y el “salame” con que el parlamentario intentó, según sus propios dichos, retratar la situación legal en la que se encontraba el empresario y el costo punitivo que asumiría él solo si porfiaba en transitar esta senda sin complicar a terceros.
De acuerdo a la conclusión preliminar de Espeche, todo este intento tenía como objetivo afectar la postulación a Gobernador que había encarado Gustavo Sáenz (¿Alguien le sugirió este nombre mientras Huergo estuvo en la Federal?), aunque tal referencia nunca llegó a inscribirse en la documentación que relatan esas actuaciones del fuero federal salteño.
A estas situaciones aludió Espeche al cotejar que “lo que le solicitaron a Huego no correspondía con lo que yo llevaba en la causa”, por lo cual no asintió presentarse bajo la figura de arrepentido, lo que le valió algunas presiones. Mientras que en referencia a Grande, el letrado resumió que aquel planteo o propuesta era cuanto menos “incompatible e ilegal con lo que se puede pedir de un funcionario público”.
Finalmente, Espeche afirmó tener alguna noción respecto al funcionario de la AFIP delegación Salta quien estaría detrás de aquellas maniobras, sin embargo aguardará a contar con el expediente de la causa penal iniciada en el distrito judicial bonaerense. A su turno, Huergo publicó la semana pasada en Twitter su alegato respecto a una Unidad especial del organismo previsional, desde el cual se habría hecho el entretejido para perjudicarlo.