Victoria Liendro sigue su lucha por jugar en la liga femenina de hockey local aunque las autoridades no lo permiten. La salteña trans fue entrevistada por La Nación y explicó cómo la Ley de Identidad de Género ampara su reclamo.

La nota en cuestión narra que Liendro jugó al hockey en su adolescencia aunque tuvo que dejarlo por las bromas y las miradas inquisidoras de sus compañeros por su orientación sexual. Ya con la Ley de Identidad de género aprobada en mayo de 2012, Victoria burocratizó su «identidad autopercibida» y tiene DNI de mujer, «mujer trans».

Como tal, el año pasado quiso jugar en el club San Francisco y a sus 35 años volver a disfrutar del deporte aunque la Asociación Salteña de Hockey le negó la posibilidad de federarse sobre la base de distintas resoluciones aunque el argumento principal está vinculado con una ventaja competitiva que pueda tener por su fuerza, apoyándose en antiguas resoluciones del Comité Olímpico Internacional (COI), que prohibía la participación de mujeres transexuales.

Sin embargo, además de la ley de identidad de género que le da un marco jurídico a la identidad de género autopercibida, existe una nueva resolución del COI, de noviembre de 2015, que afirma que, de acuerdo con estudios del nivel de testosterona en sangre, una jugadora trans puede participar entre las mujeres a nivel olímpico. Esto último, además de la ley, son algunos de los argumentos que esgrimió Liendro a la CAH aunque asegura que no le responden nada.

Transcribimos a continuación las preguntas y respuestas de la entrevista

-¿Cómo es tu situación actual?

-Ahora estoy en el club Central Norte, entrenando a full. Ya participé de los amistosos, torneos previos, preparativos, el viernes ya tuve un seven -de hockey-. Y ayer fui a comprar al buffet y la señora que atendía me decía «¿Y? ¿Este año vas a jugar? Ojalá que sí», me dice. Y varios te dicen «Che, ya es hora, ya está». Incluso con aquellos con los que he jugado, que van con sus hijos y demás, y me dicen: «Ojalá que este año ya juegues». Este año el club empieza a competir en hockey. Y quiero ayudar al club desde este lugar, porque yo también creo que tiene que haber diversidad de deportes también.

-Es decir, que la Asociación salteña entre marzo y abril te podría federar, ¿no?

-Yo estoy pidiendo un gesto. El gesto mío fue no haber iniciado acciones legales. Para mí, fue un gesto para la presidenta de la asociación de hockey de Salta (Sandra Isola, que también es presidenta de la CAH). Este año, si no hay ese gesto, haré las acciones legales. No me queda otra y ya tengo decidido hacerlo.

-Hay como cadenas de desigualdad de derechos en las que las mujeres trans están en una posición de desigualdad aún mayor que otros grupos subalternos, ¿no?

-Por ser mujer, por ser mujer trans, y más si sos pobre. Porque convengamos que las mayorías de las compañeras trans no terminaron la escuela secundaria. ¿Por qué? Eso nos tendríamos que preguntar. No es recalcar en los padres sino cómo se reproducen esos modelos culturales que nos impuso un modelo paternal y machista de cómo tiene que ser un varón y cómo una mujer. Ni pensar en las mujeres trans que somos las que hemos roto esos cánones, y al romperlos, tenemos toda la violencia encima. Digo y pienso en la mujer que decide practicar fútbol. Hasta la distribución del presupuesto está destinada desigualmente. Para los varones, todo, y para las mujeres, casi nada.