La primavera trotska se acaba a medida que el trotskismo no se acomoda en los lugares que conquistó hace un mes. Diputados aprobó la cesión de 130 hectáreas a la Iglesia para recuperar los adictos aun cuando la iglesia ni siquiera presentó un proyecto en donde explique cómo tratara a los adictos.
Algunas voces, entre las que sobresalió la del diputado Martinelli, enfatizaron que era imposible aprobar el proyecto enviado por el ejecutivo por varias razones. Entre ellas cito que la Cámara de Diputados carecía de algún proyecto de la Iglesia en donde esta explicara cómo haría para luchar contra las adicciones y que este flagelo más que con fe se tratan con terapias que incluyen a médicos, psicólogos, dinero estatal, etc..
Ante tamaña herejía, los argumentos oficialistas entre los que se destacaron los de Omar Sóches López o Francisca Jímenez triunfaron: adujeron que es cierto que no contaban con un proyecto elaborado por la iglesia para abordar la problemática pero que debían confiar en ella; mientras remarcaron que conocen muchos casos en donde en vez de médicos y psicólogos, los adictos se curaron por la fuerza de la fe.
El resultado fue del debate fue el siguiente: la Cámara aprobó el Proyecto de Ley enviado por Urtubey que autorizó “al Poder Ejecutivo a transferir en donación, a favor del Arzobispado de Salta, una fracción de 130 ha, del inmueble identificado con la Matrícula Nº 282 del departamento Rosario de Lerma”.