A un año del Ni Una Menos y a meses de culminar la Emergencia por Violencia de Género decretada por el término de dos años, las salteñas vuelven a las calles en una movilización que se replicara en las plazas de todo el país. (Andrea Sz)
La multitudinaria movilización que se realizó el 3 de junio de 2015 en plazas de todo el país demostró que Ni Una Menos* es el comienzo de un camino nuevo, tal como lo percibe el grupo de periodistas, activistas y artistas que originaron esta convocatoria: el Ni Una Menos logró instalarse en la agenda pública y política.
Por años Argentina no contó con un registro único de datos oficiales sobre crímenes por violencia de género. El año pasado después de la marcha, en el Día Internacional de la No Violencia, la Corte Suprema dio a conocer el primer registro nacional de femicidios del país, correspondiente a 2014.
Los datos aportados en ese documento no coincidieron con los aportados por los informes de la Casa del Encuentro que desde hace tiempo realiza la tarea; aunque la elaboración de un registro oficial único de víctimas de violencia de género, se encontraba entre uno de los “5 puntos para comprometerse con el Ni una menos”.
Un tuitazo convocado para el miércoles al mediodía, abrió la semana de acciones previas a la nueva marcha que se realizará el 3 junio próximo y que tendrá adhesión en Salta. Desde hace semanas que varias organizaciones de mujeres se vienen reuniendo para organizar la manifestación que comenzará desde las 17:30 hs en la Plaza 9 de Julio.
El martes pasado en tanto, el Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades de la UNSa se pronunció a favor y en apoyo a la movilización por #NiUnaMenos y se declaró asueto académico para que estudiantes, docentes y personal de apoyo universitario participen de la convocatoria. “Los consejeros estudiantiles por la 10 de Octubre presentaron sobre tablas el pronunciamiento, para luego ceder la palabra a estudiantes organizadas en Pan y Rosas que defendieron la adhesión, ya que fueron quienes impulsaron la iniciativa”, informó La izquierda diario.
La votación fue unánime y al igual que el año pasado se aprobó asueto académico sin cómputo de faltas para este viernes 3 de junio en la facultad de la casa de altos estudios. Entre los puntos del pronunciamiento presentado se lee “Que en nuestra provincia donde se reciben entre 80 y 120 denuncias de violencia diarias, lo que, en términos anuales significa una cantidad de casos que ronda entre 29.200 y 43.800, una denuncia por cada 35,61 habitantes. Que en nuestra facultad el año pasado la compañera Yolanda Mamaní, estudiante de Historia, perdió la vida en episodio confuso y cuya causa la justicia salteña ha logrado archivar bajo la carátula de un accidente doméstico, cuando la familia de Yolanda junto a estudiantes y docentes han bregado porque se investigue la hipótesis de un femicidio”.
Ni una más
El primer femicidio de este año en Salta ocurrió el 4 de enero en Chicoana un joven de 19 años, identificado como Iván Facundo Velásquez, estranguló y asesinó a su pareja, Daniela Martínez de 22. Después intentó suicidarse, pero finalmente se entregó a la Policía.
Claudia Marisol Campos, de 16 años desapareció el mediodía del viernes 18 de marzo y fue encontrada muerta por un vecino cinco días después en Morillo. La joven era sobrina de una dirigente campesina opositora al intendente Atta Gerala. Desde su entorno señalaron que desapareció el mismo día en que tomaba estado público el fallecimiento de Pablo Moreno, el dirigente campesino fallecido posteriormente en circunstancias sospechosas. En una marcha realizada después del terrible hallazgo de la joven, vecinos de Morillo repudiaron que desde finales de 2013, tres mujeres adolescentes desaparecieron de sus hogares y dos de ellas fueron encontradas muertas en la zona.
Medios nacionales caracterizaron a la policía salteña como la más femicida de todas, y alertaron sobre el incremento de casos de femicidios protagonizados por miembros de la fuerza policial. En menos de un mes, dos salteñas murieron por disparos realizados con armas oficiales. El 23 de marzo. Delia Lamas, una joven policía falleció producto de una herida de arma de fuego en la cabeza, el hecho sucedió en la vivienda que compartía junto a su pareja Héctor Leonardo Pérez, también policía. El 1 de abril, Leticia Zarapura, pareja de un agente de policía, perdió la vida al recibir a corta distancia un disparo de un arma 9 mm accionada por su novio.
El 4 de mayo pasado, luego de 18 días de desaparecida, Marianela Gracionis fue encontrada sin vida en el Paraje Caraparí, Salvador Mazza. Marianela fue asesinada a golpes al resistir ser abusada sexualmente. El fiscal de la causa sostuvo que Juan Arraya, el hombre que se suicidó a los pocos días de conocerse la desaparición de la joven en el puente internacional de Salvador Mazza, fue el responsable de la muerte. Gracionis de 21 años, tenía un hijo pequeño.
El 8 de mayo María Elena Guzmán, de 33 años y 2 hijos murió por complicaciones luego de una golpiza, propinada por su pareja en Salvador Mazza.
“Con el caso de Abigail, se declaró la emergencia en violencia de género. La medida fracasó rotundamente ante la violencia impuesta desde el propio estado. Juan Manuel Urtubey intentó convertir en juez a Pablo Robbio Saravia, que tiene denuncias de violencia familiar. Solo el repudio popular lo obligó a retirar la nominación. Pero esa es la naturaleza de la justicia salteña. Por eso Salta sigue en primer lugar en crímenes de mujeres por cantidad de habitantes”, fueron las palabras de la senadora Gabriela Cerrano, quien además lleva un registro de los casos de femicidios en Salta.
Mientras que desde la Comisión de Mujeres del Partido del Trabajo y del Pueblo, Fundación Entre Mujeres y Partido Comunista Revolucionario, hicieron hincapié en la emergencia en violencia de genero decretada en Salta: “Hoy cómo hace dos años insistimos en la necesidad de todo lo establecido en la declaración de emergencia provincial en violencia de género. Exigimos decisiones políticas por parte del gobernador Urtubey que dé respuestas a la necesidad más elemental de poder resguardar la vida de aquellas mujeres que conviven en un entorno de violencia, en la mayoría de los casos, con sus hija/os, sin encontrar salida. No alcanza con las medidas adoptadas hasta el momento, con el agravante que el tiempo nos juega en contra, ya que la emergencia se termina en septiembre de éste año”.
*Susana Chávez Castillo (Ciudad Juárez, 5 de noviembre de 1974 – c. 6 de enero de 2011) fue una poetisa y defensora de los Derechos Humanos en su natal Ciudad Juárez, en el norte de México. Se le atribuye la autoría de la frase «Ni una muerta más»,