El caso de la enfermera despedida del Hospital San Bernardo

Cinthia Reynaga fue despedidas dos veces del hospital en plena pandemia por ser la voz y la cara visible de 34 enfermeras/os despedidos en el mes de febrero, los reincorporaron a todos menos a ella y desde el Instituto Nacional contra la Discriminación le dijeron no poder ayudarla por estar “saturados”. (Por Gabriela Hernández)

 

Un terrible momento atraviesa Cintia Reynaga, una mujer luchadora que dedicó años de su vida a estudiar enfermería, es licenciada, pero su brillante carrera se vio detenida ante las típicas acciones de “La provincia de la injusticia”, y es que en Salta encabezar una lucha o destacarse como referente de una lucha social o de trabajadores significa firmar una sentencia y a veces solo queda esperar todo el peso del poder. Lo peor es que para sumar a su vulnerada situación el INADI le informó a Cintia que no pueden ayudarla porque se encuentran saturados de casos (130 sin resolver) y que no tienen un sistema para poder atenderla.

El hospital niega que Cintia haya trabajado en sus instalaciones, cuando 33 personas fueron testigos de sus funciones y saben que trabajó desde septiembre hasta el pasado 23 de marzo en uno de los principales nosocomios de Salta.

El gerente del hospital según Reynaga dijo que no harían marcha atrás porque se sienten agraviados por las denuncias que se hicieron en los medios en contra de ellos, pero los mismos están amurallados y no salen a dar explicaciones, por su parte Cintia está iniciando acciones legales al hospital e intenta que desde el INADI la escuchen, aun sin respuestas.

«Nunca pasé por una situación así, esto es humillante desde todos los aspectos, no solamente por la violencia que sentí, sino que también fuimos mal pagados, se nos negó el aumento, se nos negó el bono» comentó Reynaga y agregó «en esta provincia se ha naturalizado muchas formas de contrato basura, de precarización laboral. Es el estado mismo el principal transgresor de los contratos de trabajo, de las leyes y normas».

“Yo con esa señorita no quiero saber nada porque es muy conflictiva” le dijo el Ministro Esteban a Ramona Riquelme (enfermera de Orán) cuando esta le consultó por el caso de Cintia, “con esa respuesta demuestra que lo mío es una situación de persecución laboral” comenta Reynaga que lleva cuatro meses desempleada.

INADI y nadi

Cintia denunció ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) al Hospital San Bernardo, hoy a cargo del Gerente General Dr. Pablo Slaiman Salomon, por discriminación sindical y discriminación por discapacidad, ejercida por la gerencia del hospital San Bernardo quien la despidió por haber protestado por trabajo esclavo en el hospital, pero desde el instituto le respondieron lo siguiente

 

Sobre esta situación opina Cintia “Hay casos pendientes desde 2014, yo también les dije que como puede ser que un caso como el de Martín Grande se resuelva en tiempo record y uno como ciudadano de a pie, común y corriente tiene que esperar 4 años para que se expidan, me parece importante que mi caso se haga público” y agrega “Ellos alegan que recién están implementando o tratando de armar un sistema que les permita tomar las testimoniales de forma remota o sea de forma virtual, yo creo que todas las instituciones se han visto en la necesidad de trabajar de esta manera, pero ya llevamos más de un año de pandemia, ellos han asumido hace más de dos años no pueden echarle la culpa de todo a la gestión anterior, por teléfono me dijeron que había casos pendientes de la gestión anterior, me parece que en esta instancia es inadmisible porque habla de una violencia institucional, la gente que realiza una denuncia ante el INADI es porque ha sido sometida a una situación de violencia, pero además que ellos como institución te digan que para expedirse se toman todo este tiempo para mi habla de una violencia institucional”.

Una carta para la reincorporación

Para empezar desde el hospital contrataron a cientos de personas sin papel alguno para que realicen tareas ante la pandemia por COVID19, todo terminó en una gran precarización, en este sentido Cintia escribió una carta en el mes de abril

Carta Abierta a todos los trabajadores, a mis compañeros de trabajo, gremios y a la comunidad del Hospital San Bernardo

BASTA DE PERSECUCIÓN, REINCORPORACIÓN YA

En septiembre del 2020, transitando el pico de la pandemia, el Hospital San Bernardo contrató 200 trabajadores de distintas áreas para cubrir la falta de personal, sin obra social ni contrato alguno ya que muchos trabajadores de la primera línea estaban infectados, al mismo tiempo que en nuestra provincia se incrementaban los casos de COVID- 19.

En el mes de febrero, 35 trabajadores de enfermería fuimos despedidos por la gerencia del Hospital a cargo del Dr. Salomón, lo que nos llevó a tomar medidas de lucha en las puertas del nosocomio exigiendo la reincorporación. En la medida que el conflicto empezó a tomar repercusión pública, logramos que se abran instancias de negociación con la gerencia del Hospital, después de distintas reuniones con el Dr. Salomón y el gremio UPES, de las cuales en algunas pudimos estar presentes algunos despedidos. Producto de la lucha de conjunto que llevamos fue que conseguimos que nos reincorporaran.

Desde el día en que volvimos a trabajar fuimos sujetos a persecución y maltrato que culminan con mi segundo despido, el 23 de marzo del 2021. Esto no es más que otra muestra de cómo el Gobierno provincial de la mano del Ministro de Salud Esteban buscan amedrentar y aleccionar a los trabajadores que se organizan para luchar contra los contratos basura, salarios de miseria y la precarización laboral. Mientras que ellos administran vacunas y les designan puestos de trabajo por acomodo a familiares y amigos del poder.

Los y las enfermeras que empezamos a trabajar nunca firmamos un contrato y facturamos como monotributistas, de esta forma el Estado y el Hospital encubren un fraude laboral. En los últimos días, el Gobierno provincial de Gustavo Sáenz anunció el pase a planta de trabajadores que hace 8 o 10 años están precarizados como monotributistas u otras formas de contratación pero dejan afuera a enfermeros/as y agentes sanitarios con contratos COVID-19.

Por esto es que convoco a mis compañeros con los que luchamos juntos y logramos un triunfo parcial, y a todxs los trabajadores de la salud y trabajadores en general, a pelear por mi reincorporación, el cese de las persecuciones, salarios dignos, basta de precarización y pase a planta de todos los contratados. En esta lucha es fundamental el apoyo de la población en general, porque nos jugamos la posibilidad de quebrar la consagración de la precarización laboral y el vaciamiento hospitalario ante el ascenso de la segunda ola de COVID.

Las direcciones sindicales deben tomar medidas de lucha ya, convocando asambleas y plan de lucha para organizarnos por nuestros reclamos.

No somos material descartable. SI NOS TOCAN A UNX, NOS TOCAN A TODXS!

Cintia Reynaga – Licenciada en Enfermería despedida

Trabajar y vivir en el intento

La pandemia acrecentó muchas crisis en las instituciones argentinas, muchos trabajadores perdieron su trabajo o tuvieron que trabajar de la forma más precaria posible como es el caso de muchos enfermeros que fueron usados para exponer su vida, pero luego fueron desechados. Las instituciones dedicadas a combatir las violencias y las discriminaciones como a su vez las persecuciones son las que más deben trabajar en contextos desestabilizantes para proteger la salud física y mental de varios argentinos que día a día deben pelear para poder sobrevivir, y no tan solo pelear contra la pandemia, muchos deben enfrentarse a poderes acostumbrados a banalizar la vida de miles de trabajadores. Espero que esta nota sirva para abrir los ojos y acelerar los expedientes dormidos en algún cajón del INADI para que ningún salteño discriminado y violentado quede en el olvido o tenga que esperar 4 años.