Para el cineasta Enrique Piñeyro, Santos Clemente Vera fue injustamente condenado por el crimen de las francesas. La opinión del integrante de la ONG “Innocence Project Argentina” establece la certeza de que el caso fue cerrado con los verdaderos culpables en libertad. (M.A.)
“Un inocente preso es funcional a un culpable que está suelto”, remarca con seguridad Enrique Piñeyro sentado en un sillón del Legado Mítico, una antigua casona ubicada a metros del bar Los Tribunales, sobre calle Mitre. La sala contigua al hall de entrada del hotel que aloja al cineasta, por cierto silenciosa y con espacio, se encuentra perfectamente ambientada: un cuadro al medio donde se ven unos gauchos al trote, unas plantas enormes al costado y una luz tenue, que cambia la percepción del sol brillante que hay afuera, se destacan.
El lugar combina lo tradicional y el confort. De un lado está Jean Michel Bouvier con una remera de la comisión de Familiares, del otro el abogado José Vargas. Ambos en la mañana del miércoles visitaron a Santos Clemente Vera en penal de Villa Las Rosas. “Lo vi bien, nuestra visita fue un espaldarazo, se encuentra esperanzado de salir”, comenta respecto al hombre condenado a prisión perpetua por el crimen de las francesas.
Piñeyro no duda de que hay encubrimiento y que Santos Clemente Vera es “completamente inocente”. “Fue molido a golpes para que se declare culpable, cuando hay testigos que dicen que lo vieron ese día; él, estuvo trabajando, eso está claro. Toda la instrucción se hace de apuro y de noche, incluso se remueve el cuerpo. Además, hay una incriminación por parte de un asesino confeso. Esa es la persona que asegura que Clemente Vera es culpable ¿Qué confiabilidad puede tener este testimonio? Es la única prueba, generosamente llamándola “prueba”, en su contra”, dice para fundamentar. Y agrega: “el artículo 550 del Código Procesal Penal salteño dice: que si una persona es absuelta en un juicio y luego condenada porque esa absolución se revocó tiene derecho a un nuevo juicio, ese nuevo juicio ¿dónde está? Jamás se hizo. Eso solo anula todo y basta para que la Corte Suprema revierta todo”.
Conocedor sobre el armado de causas a inocentes compara con lo ocurrido con Fernando Carrera en la “Masacre de Pompeya”, caso que llevó al cine con el documental El Rati Horror Show. “Los apremios ilegales, la inconducta policial y la prosa jurídica disparatada son una constante en el armado de causas; ocurre que los ciudadanos no leemos los fallos y los diarios tampoco los publican porque si esto pasara nos daríamos con las barrabasadas que se escriben y que no hay que ser abogados para darse cuenta. En el caso de Carrera los jueces tergiversan las declaraciones que están diciendo que no lo reconocen. Aquí el que lo reconoce a Vera es el asesino. Nadie más. Hay una cimentación judicial. Si está preso es por algo será, se suele escuchar. Y en realidad termina siendo que todas las instancias judiciales lo único que hacen es poner una fragua sobre la primera decisión en una instrucción muy dudosa, tal es así que en primera instancia Vera termina siendo absuelto de culpa y cargo”.
Para condenar a Vera, en segunda instancia, los jueces Rubén Eduardo Arias Nallar y Luciano Martini valoraron los resultados de la prueba genética realizada por Daniel Corach. Pese a que la pericia no determinó con certeza que sea Vera los magistrados lo condenaron. En ese sentido, Piñeyro recalca que no se debe perder de vista esto y comenta que en una reunión donde participó el ministro Garavano, el gobernador Urtubey, la ministra de Justicia Calletti y el cónsul de Francia pidieron que se explique cómo es que el tribunal pierde las muestras de ADN. “Hay una persona privada de su libertad, la Corte se debe abocar rápidamente, tienen que aparecer las muestras, aquí es obvio que hay un encubrimiento y la verdad es que este caso es de una notable claridad jurídica, que un cañonazo en el plano jurídico tendría que por lo menos dejar en libertad a Vera y si después miras la caterva de irregularidades, se tiene que reabrir una investigación que por supuesto corre por otro carril”.
El reconocido cineasta tiene la teoría de que funciona un sistema que se dedica a “buscar culpables en los sectores sociales más vulnerables”. “Ningún Estado lo dice explícitamente pero está lleno de inocentes presos. Le puede pasar a cualquiera. Este caso es un llamada de atención a la ciudadanía porque te puedo pasar a vos, a tu hermano solo basta con estar en el lugar equivocado, te pescan de las pestañas y fuiste”, asegura para terminar.