El Municipio de El Bordo no posee un relleno sanitario propio y vierte sus residuos sólidos urbanos en el pueblo de al lado: Campo Santo. La situación es aún más irregular dado que no existe un convenio formal entre ambas comunas sino, tan solo, un antiguo “acuerdo verbal entre los intendentes”. (Gonzalo Teruel)
El dato fue confirmado por la Auditoría General de la Provincia y revela el bajísimo cumplimiento de las normas ambientales en Salta, tal como informará Cuarto Poder en noviembre del año pasado en un artículo titulado “Para la bosta” sobre el manejo de los residuos urbanos en El Tala y El Jardín.
El predio dónde se deposita la basura de ambas localidades está ubicado a 5 kilómetros de El Bordo, en el sector sureste del ejido municipal de Campo Santo, y a orillas del Río Mojotoro. “Se trata de un basural a cielo abierto que carece de cerca perimetral y vigilancia. Se accede a través de la ruta pavimentada que comunica a los 2 municipios y luego se recorre un tramo de camino natural, al que en épocas de intensas lluvias resultaría imposible ingresar con vehículos cargados”, detalla el informe de la Auditoría.
El documento de contralor que ya fue remitido al intendente Juan Rosario Mazzone asegura, además, que en El Bordo hay “inexistencia de planificaciones y programaciones relativas al servicio de recolección de residuos domiciliarios”. El único elemento destacable es la rúbrica de un “Acta Constitutiva del Consorcio Valle de Siancas” entre los municipios de General Güemes, Campo Santo y El Bordo, para la futura recolección, transporte y disposición final de los residuos que cuenta con el aval y el financiamiento del Ministerio de Ambiente de Salta y de la mismísima Jefatura de Gabinete de la Nación.
El futuro relleno sanitario se instalará en un predio de 26 hectáreas -Matrícula 2.921 de la Dirección General de Inmuebles- sobre el que ya hay un contrato de comodato entre el Aero Club Martín Miguel de Güemes y las municipalidades de las 3 localidades. Mientras tanto, según denunció la Auditoría, El Bordo “está realizando un relleno sanitario en una superficie sobre la cual, no se ha practicado un estudio de evaluación de impacto ambiental y social”. Esto constituye una flagrante violación a la ley 7.070 de Ambiente que establece que “los proyectos de rellenos sanitarios sólo serán aprobados si van acompañados de un estudio de evaluación de impacto ambiental y social”.
“Esta auditoría no ha podido verificar documentación que demuestre que las autoridades municipales hayan llevado a cabo tareas destinadas a planificar la remodelación y la recuperación del terreno afectado al relleno sanitario”, denuncian además los profesionales que visitaron General Güemes y enfatizan que “no se han implementado mecanismos destinados al adecuado manejo de los residuos” y que “no se han previsto partidas presupuestarias destinadas a cumplir con la legislación vigente en materia de medio ambiente”. El intendente “Chicho” Mazzone no planifica ni destina recursos para la recolección y deposito de la basura de sus vecinos.
El agua y el aire a la basura
“La administración municipal no ha implementado un sistema de gestión destinado a que, tanto sus funcionarios como los diferentes procedimientos, observen el cumplimiento de las normas dictadas y que se dicten en materia ambiental”, observa concluyente el equipo de auditores.
En efecto, dentro de las múltiples irregularidades descubiertas por los profesionales del organismo de control, se observan graves incumplimientos a la ley 7.070 en lo referido al cuidado del agua y el aire.
El basural se encuentra ubicado -en el sector sureste de Campo Santo- en el antiguo cauce del Río Mojotoro, no habiéndose tomado los recaudos, prevenciones y prohibiciones que establece el artículo 111 de la ley que expresamente marca que “está prohibido: arrojar residuos y/o sustancias en ríos, lagos, arroyos o embalses, canales, desagües, albañales, conductos y todo tipo de curso de agua”. En el mismo sentido, en la trinchera del relleno sanitario, en ocasiones, se produce quema y combustión de basura sin que se haya implementado un procedimiento de manejo de la calidad del aire y el inventario de emisores de contaminantes atmosféricos.
“Acciones prioritarias”
El informe de la Auditoría señala como “acciones prioritarias” algunas recomendaciones para que el Municipio lleve adelante.
“Detener las acciones que están generando el daño ambiental en forma inmediata. Para ello deberán gestionar la solución integral del problema ante quien corresponda”, manda el documento y agrega que “se deberán plantear y llevar a cabo soluciones alternativas de coyuntura inmediatas que permitan, hasta tanto se materialice la solución final, minimizar los daños ambientales”.
Una increíble conclusión
Pese a los graves incumplimientos de la normativa ambiental y la especial situación de la basura de El Bordo que se tira en Campo Santo, la Auditoría termina su trabajo con un benevolente dictamen: “Esta auditoría concluye que: el grado de cumplimiento de las disposiciones de la ley 7.070 de Protección del Medio Ambiente, en general, en una escala: muy bajo, bajo, medio, alto, es medio”, dice el documento firmado por Ramón Muratore y Marcos Segura Alzogaray, auditores de la provincia.
“En cuanto al cumplimiento de la normativa y la gestión ambiental respecto a la disposición final de los residuos domiciliarios, en una escala: muy bajo, bajo, medio, alto, es medio”, concluye el trabajo de control.
Un muestreo fotográfico anexo al informe de la Auditoría grafica lo precario del basural de El Bordo – Campo Santo y ridiculiza las consideraciones finales del organismo conducido por Oscar Salvatierra.