Los trabajadores de la extinta subsecretaría de Tránsito, realizan una asamblea en las instalaciones de calle Santa Fe comandada por Pedro Serrudo. Ayer, la intendenta sostuvo que «no podemos ser rehenes de 20 empleados». 

 

Se agudiza el conflicto de los trabajadores de la ex-subsecretaría de Tránsito, tras los dichos de la intendenta Bettina Romero el día de ayer. En una multitudinaria asamblea de la que participa el dirigente municipal Pedro Serrudo, los inspectores analizan las medidas a seguir.

El día miércoles, los trabajadores lograron un dictamen del concejo deliberante que, entre otras cosas, le devolvía a la Policía de Tránsito, la facultad de labrar multas en el ejido urbano. En concreto, el inciso B del artículo 2 habilita a los inspectores a «fiscalizar, comprobar y documentar las infracciones a las normas vigentes de tránsito». Sin embargo, horas más tarde, la intendenta Bettina Romero volvería a insistir con que las infracciones quedarán a cargo de la Policía de la Provincia.

«No podemos ser rehenes de 20 empleados», sostuvo la jefa comunal durante una recorrida por el predio recuperado de Juventud Antoniana el día de ayer. En la mañana de hoy, el ahora secretario de Movilidad Ciudadana Gilberto Pereyra, explicó que la ordenanza establece que tienen el poder de policía, es decir de fiscalizar, ordenar y sancionar, pero no de multar.

En diálogo con FM Profesional, aclaró que los inspectores deberán hacer tareas de prevención, concientización y reordenamiento de tránsito. Por ello, anunció que todos los empleados que salgan a la calle, lo harán con trabajo predeterminado, y agregó que algunos estarán acompañados por policías.