Desde el 14 de noviembre los militantes pejotianos decidieron adueñarse de la casa partidaria de Zuviria al 900. El motivo? la “debacle” y el vaciamiento de la fuerza en la provincia. Aseguran que el partido estuvo acéfalo y que están cansados de que «cada funcionario utiliza el partido como catapulta para llegar al gobierno, de ahí se olvidan de la militancia”, dijeron.
La queja apunta directamente al presidente y todavía gobernador de la provincia, a quien cada vez que lo buscaban no está ni hay alguien que oficie de interlocutor.
Al comienzo se creyó que se trataba de una jugada de Manuel Santiago Godoy para revolucionar todo y sacar provecho de eso. Pero el “Indio” se quedó sin la presidencia de la Cámara de Diputados pero dentro del PJ todavía tiene poder a través de la CAP.
Aunque esa teoría quedaría descartada teniendo en cuenta que los hilos de esa estrategia habrían sido movidos por el abogado Santiago Pedroza al solo efecto de mostrarse ante el  gobernador electo. Quizás tentándolo a volver a su viejo amor, mostrando que le falta conducción. O llevándole en bandeja los vestigios de lo que fue el Partido del General para que él decida qué hacer.

Una salida

La militancia pidió la conformación de una mesa normalizadora y el posterior llamado a elecciones para establecer nuevas autoridades porque «las veces que los compañeros pedimos participación dentro del partido nos proscribieron, entonces, tuvimos que tomar el partido», explicaron.
Las presentaciones pertinentes se hicieron ante la Justicia Provincial y Federal. El próximo paso es recurrir a José Luis Gioja, presidente de la fuerza a nivel nacional, para que tome cartas en el asunto y así quede muy mal parado el gobernador saliente.
La jugada sigue su curso de manera más o menos exitosa. Aunque la gente del Partido todavía no tiene claro a quién le debe responder.