Manipulación política de terrenos fiscales
La toma de terrenos en la ampliación de Parque la Vega vuelve a ser noticia y arroja imágenes de una Salta sumergida en una crisis habitacional. (Gabriela Hernández)
El viernes fue el día mas frío registrado en lo que va del mes, un frío enemigo de los sin techo y de los sin nada que cada año azota al poco beneficiado, un frío que persistirá y que en medio de la pandemia encontró a cientos de familias acampando en terrenos abandonados de la zona sur de la Ciudad de Salta. La zona nombrada ampliación Parque La Vega es un lugar común de disputa desde el 2016 al tener muchas zonas de descampado que son terrenos fiscales y estuvieron vacíos por varias décadas, algunos terrenos ya fueron sorteados (y re sorteados) pero los hogares son pequeños para familias numerosas.
Características de la zona y el conflicto
El lugar que se pretende tomar tiene las medidas de una manzana y se encuentra invadido por el famoso “Pasto cubano” un yuyo de tallo duro considerado una plaga por su rápida reproducción y que llega hasta los 4 metros de altura, pero esto no fue un impedimento para las familias que en pocas horas limpiaron todo con machetes y palas, hasta los niños mas pequeños colaboraron, por la noche hacen fogatas y reuniones para definir acciones. Los ocupantes también cuentan con un comedor comunitario que se armó casi al instante que surgió el conflicto y se encarga de alimentar a los niños de las familias.
Esta vez son alrededor de 600 familias las que pretenden tomar los terrenos, según una lista confeccionada por los delegados de la toma de terrenos el numero crece cada vez mas por lo que la policía cercó el lugar y no deja entrar a nadie mas, la policía tomó acciones como revisar las pertenencias de los que entran y salen, prohibieron las herramientas y carpas o elementos para construir chozas, pasaron muchas horas para que autoricen a los ocupantes a llevar comida o elementos de abrigo para pasar la noche. La mayoría son personas que ya estaban asentadas en la ampliación ubicada al frente de la toma pero denuncian hacinamiento, otro porcentaje pertenece a varios puntos de la ciudad, incluso una familia llegó desde el Barrio Castañares.
Manipulación política
La represión no se llevó a cabo y se abrieron canales de dialogo con la fiscalía penal 3 y el gobierno, pasaron a cuarto intermedio para debatir un solución con mas representantes. Los delegados afirmaron que por el momento reciben ayuda de la diputada nacional Lía Caliva mientras que en redes sociales el diputado Juan Ameri mostró apoyo a través de vías legales para evitar el desalojo, por otro lado el senador Macrista Guillermo Durand Cornejo se puso en contra de las familias e instó indirectamente a la represión, que ya sabemos significa atacar a personas con garrotes y balas.
Hay agrupaciones políticas que incluso han repartido instructivos para tomar terrenos. Según los dichos del abogado Leandro Aparicio de la provincia de Buenos Aires «Si ustedes se organizan y, de manera pacífica, intentan tomar posesión de esos terrenos, más allá de un eventual desalojo(…), si alguien aparece con algún papel y los quiere echar, les tendría que hacer un juicio civil de desalojo que tarda 2, 3 o 4 años», comenta en un audio el abogado intentando asesorar, además agregó «les dije que si esos terrenos, tal como ellos me decían, están hace 60 años abandonados y nadie es el dueño, pueden comenzar, una posesión pacífica, pública e ininterrumpida». Otra ventaja amparada por la ley seria la toma de terrenos que no tengan casas ya construidas, el código penal (art. 181) dice que hay usurpación cuando alguien despoja a otra persona de la posesión o tenencia de un inmueble.
Crecimiento poblacional
La ciudad de Salta crece, las familias crecen y la crisis habitacional también, los asentamientos se multiplican cada año, muchos llevan toda su vida alquilando lo que significa cada vez pagar precios mas altos y la búsqueda constante de un lugar mas económico cuando el bolsillo no alcanza para quedarse en un mismo lugar mas de un año. Otros viven hacinados con una familia numerosa en un lugar reducido y para agregar son muchos los que aguardan años en las listas del IPV. Somos una provincia llena de pobres y no la pequeña Europa o la provincia tan linda que los mejores posicionados pretenden mostrar en las campañas turísticas, de nada sirve un paisaje cuando hay cerros de marginalidad sin soluciones.
Tierras para unos, intemperie para otros
No es posible una cuarentena sin techo, no se puede evitar la aglomeración cuando demuestran que para que las autoridades escuchen tienen que gritar varias voces. La tierra se le niega por el momento a las familias mientras que las empresas y las personas más ricas de la provincia (en su mayoría políticos) desmontan, explotan y extraen partes considerables de tierra irrumpiendo la ley de bosques y de protección a los pueblos originarios.