Gala Cancinos sigue desaparecida. Policías y efectivos de Ejército rastrillan los alrededores de Salta y del Valle de Lerma sin éxito. En diálogo con Cuarto Poder, sus padres relatan la tristeza insondable que viven y detalles de la investigación. (Stephanie Tiemersma)

El 16 de Mayo a las 15 horas, Javier Cancinos, padre de Gala, dejó a su hija en Educación Física para no volver a saber de ella. La joven salió sin documento, sin celular y se había olvidado la tarjeta de SAETA. Una hora y media más tarde, Lucía de Cancinos, tía de la joven, la vio salir del Parque Bicentenario en dirección a un supermercado cercano con una muda de ropa distinta a la que llevaba para educación física.

Las cámaras del lugar captaron la entrada y salida de la joven pero luego no se supo más nada. Las redes sociales de Gala quedaron congeladas y no hubo más movimientos que indicaran pista alguna respecto a su paradero. A partir de allí los padres realizaron una gran movilización para poder encontrarla: denuncia policial, impresión de afiches con la imagen de su rostro e información sobre características físicas, una marcha el 24 de mayo, solicitud de ayuda a Missing Children y hasta presencia  en un programa de TN. Nada tuvo resultado y hasta el día de la fecha nadie sabe dónde está Gala.

“Ayer, justamente, nos reunimos con el fiscal de la causa, Justo Vaca, quien siempre tiene la gentileza de informarnos sobre cada avance. Pero lo que nos decía es que no hay un hecho puntual, un paso certero que nos pueda dar una pista de dónde está mi hija. La única pista que tenemos de la última vez que se la vio son las cámaras del Bicentenario. Después vimos otras cámaras de acuerdo a la información que nos daba la gente pero eran chicas parecidas a Gala, no era ella” dice Mónica Ovando, madre de la joven.

“Ahora se está por pedir la intervención de perros de búsqueda de la División Canina de la Policía, que es una nueva táctica que puede ayudar. El comisario a cargo de la división tuvo la amabilidad de llegar hasta donde estábamos y contarnos un poco de qué se trataba esto pero la sugerencia nos la dio un amigo. De todas formas el Subcomisario Fabrizio Nieva es quien está a cargo de todo y  quien va a decidir qué hacer” informa Javier, quien está sentado junto a  su esposa.

Hipótesis de un escape

Al preguntarles si Gala tenía alguna mejor amiga, contestan que su hija tenía varias amigas, algunas más cercanas que otras y que muchas se comunicaron al enterarse de lo sucedido, pero la muchacha jamás se comunicó con ninguna ni le habló de nada que vinculara un escape.

Fueron muy controversiales los tuits que enviaba Gala por las redes sociales, lo que obligó a los padres a cambiar la cuenta de privada a pública. Algunos de ellos eran “Creo que no voy a hacer tareas, para qué si no estaré” del 8 de mayo o el último registrado que decía “Chau”.

A esto, los padres responden que no contemplan la posibilidad de que ella se haya escapado ya que no presentó nunca ninguna actitud extraña. En caso de hacerlo ellos se hubieran acercado. “Se manejó en un principio la hipótesis de que Gala se escapó ya que llevaba una muda de ropa, pero ¿cómo hace una adolescente que no tiene medios económicos para sustentarse durante tanto tiempo? Esto que puede haberse disparado como un escape no le da un sustento de comida o abrigo y tampoco tiene mucho sentido que esté deambulando con otro adolescente solventándose solos” reflexiona Mónica con seguridad.

“Y si fuera el caso -continúa su Javier- tendrían que pensar dónde esconderse, cómo esconderse, porque mucha gente la está buscando. Es decir, para que no aparezca tiene que ser porque alguien la está ocultando para que no la vean”. Los padres también nos comentan que los primeros días la buscaban por todos lados preguntándose dónde podría estar, pero ahora la angustia más grande que los atraviesa es la de que su hija este “bien atrás de un puerta”, que alguien la esté ocultando. “Eso es lo que me genera más angustia, que no es que la voy a ver en la calle sino que hay que abrir una puerta para encontrarla.” dice Ovando. El padre de la joven también nos habla del tema de la trata de personas y nos dice que ya hay antecedentes de chicas a las que se llevaron con falsificación de documentos.

Ambos nos cuentan que les llegó el dato de que la policía caminera de Tucumán no estaba informada respecto a la desaparición de Gala. Esto les resultó muy extraño ya que en todos los controles están informados, inclusive Gendarmería.

El último contacto

También nos comentan que en el momento en el que la tía de Gala la encontró en el Parque Bicentenario no vio ninguna señal de perturbación en ella. No estaba llorando ni afligida y tampoco se preocupó mucho pues no sabía que Gala en ese horario debía estar saliendo de Educación Física para ir al Instituto Camelot, donde aprendía inglés. “Ella no sabía las rutinas de Gala, aparte, nosotros siempre sabíamos dónde estaba nuestra hija, por suerte todo nos queda cerca. Ella no era una chica rebelde que se escapara, por eso es que nos inquieta tanto todo esto”, reflexiona Mónica.

“A estas alturas no se puede hablar de que alguien del círculo de Gala la esté conteniendo, escuchando o hablando. La están reteniendo, la están aislando de sus estudios, de sus afectos y todo eso es un delito. Todas las herramientas que nos pidieron, Facebook, Twitter, Whatsapp, están a disposición de la Justicia. La tenemos que encontrar”, dice enfáticamente Mónica Ovando.

El misterio del paradero de Gala sigue siendo un interrogante para sus padres, para la justicia, para la policía y para todos los salteños. Sólo queda esperar a que las investigaciones avancen y que no quede la marca de una ausencia que duele porque no es la primera, pero debería ser la última.