La Cámara Electoral y los representantes de todos los candidatos coincidieron en la necesidad de aportar mesura durante los comicios y el escrutinio; compromiso para no dar resultados anticipados.
En las vísperas de unas elecciones presidenciales muy reñidas, los jefes de campaña de los tres candidatos mejor posicionados en las encuestas se comprometieron ayer a ser prudentes durante la larga noche del escrutinio provisorio. A pedido de la Cámara Nacional Electoral (CNE), los dirigentes partidarios que representan a Daniel Scioli (FPV), a Mauricio Macri (Pro) y a Sergio Massa (UNA) acordaron que no «embarrarán la cancha» con proclamaciones anticipadas y denuncias de fraude hasta que el conteo de votos no arroje una tendencia definitiva.
Este pacto de buenas intenciones -habrá que ver si los dirigentes finalmente lo respetan- se acordó durante un encuentro en la CNE, donde los dirigentes políticos y los jueces Santiago Corcuera y Alberto Dalla Via repasaron las medidas operativas que instrumentarán el Gobierno y la Justicia para prevenir eventuales irregularidades durante la jornada electoral. Estas medidas habían sido consensuadas con las agrupaciones partidarias y organizaciones no gubernamentales luego del escándalo electoral que se desató el 23 de agosto pasado Tucumán.
«Tenemos que ser prudentes el domingo a la noche y que cada fuerza se atenga a la ley», sostuvo, al finalizar la reunión, el jefe de Gabinete bonaerense y mano derecha de Scioli, Alberto Pérez. Marcos Peña, quien cumple idéntica tarea para Macri, aseveró que los próximos comicios «requieren la colaboración de todos».
«Vamos a poner la mejor predisposición para que el domingo sea una jornada en paz», indicó, a su vez, el apoderado de Cambiemos, José Torello. La jefa de campaña de Massa, Graciela Camaño, sostuvo que, ante un panorama de «números finitos» como el que se espera para el domingo a la noche, está de acuerdo con la exhortación que les formuló la CNE.
«Es una situación que amerita que los partidos políticos tengamos responsabilidad electoral», enfatizó.
También participaron de la reunión Ricardo Vásquez, por Progresistas, que postula a Margarita Stolbizer; Carlos Sergnese, por Compromiso Federal, que propone a Adolfo Rodríguez Saá, y Laura Lifschitz y Carlos Plathowski, por el FIT, que lleva como candidato a presidente a Nicolás del Caño.
Ninguna de las encuestas se atreve a vaticinar si habrá o no segunda vuelta; en general, coinciden en que el resultado se definirá por un puñado de votos. Scioli pugna por alcanzar el 40%de los sufragios y sacar 10 puntos de ventaja sobre su inmediato sucesor; sólo así evitaría el ballottage.
Macri, a quien las encuestas ubican en el segundo lugar, pretende acortar como sea esa brecha y aglutinar para sí el voto opositor, mientras que Massa, que sueña con desplazar a Macri, logró impedir que una polarización electoral definiera de antemano el resultado. Así las cosas, todo indica que este domingo será una jornada tensa y de final abierto. Tal es así que si el resultado es muy ajustado es probable que haya que esperar al escrutinio definitivo -que arrancará 48 horas después del escrutinio provisorio- para saber quién será el futuro presidente.
El escrutinio provisorio, que es el recuento que comienza no bien cierran los comicios, está a cargo del Ministerio del Interior y se efectúa a partir de los resultados electorales que aportan los telegramas provenientes de cada mesa de votación. En cambio, el escrutinio definitivo -que es el que tiene valor legal- es comandado por la justicia electoral, y se realiza con los resultados que constan en las actas de votación, contenidas en cada urna. Corcuera y Dalla Via confirmaron ayer que el veredicto del escrutinio definitivo se conocerá una semana después de celebrados los comicios, pues se priorizará el conteo de las categorías nacionales.
«La justicia electoral no tiene participación en el escrutinio provisorio. Lo miramos desde afuera -advirtió el juez Dalla Via-. Éste es un tema que debería modificarse en un eventual nuevo régimen electoral.»
El temor de los jueces es que el resultado del escrutinio provisorio sea tan ajustado que no logre definir, en aquella noche de domingo, quién es el ganador de la contienda. Su preocupación es que esta incertidumbre desate un clima imprevisible de confrontación y tensión política entre los candidatos. El fantasma de Tucumán está latente.
«Nosotros no vamos a discutir un resultado si éste es certero e indubitable -enfatizó Peña puertas adentro de la reunión-. Pero si observamos que el Gobierno manipula la carga de los datos y hay parcialidad, no nos vamos a callar.»
Pérez tomó el guante y recordó que Scioli, en la noche del escrutinio de las primarias, fue el último en presentarse ante las cámaras. «Sabíamos que la mitad de Buenos Aires no había sido escrutada y, al final, el recuento definitivo nos amplió la diferencia», respondió.
Fuente: La Nación