Más de diez mil militantes acompañaron a los candidatos oficialistas en su último acto. El orador central fue Axel Kicillof, quien encabeza la lista de diputados. “Se trata de elegir en qué país querés vivir”, planteó la Presidenta en un mensaje grabado en video.

“La única bomba que vamos a dejar son las que sacan petróleo de YPF, las bombas de la producción que son las que no les gustan a ellos”, arengó ayer Axel Kicillof a los militantes reunidos en al Luna Park para el cierre de campaña del Frente para la Victoria porteño, que al compás de una canción de Sumo coreaban “oooooooo, kichiló”. El ministro de Economía y primer candidato a diputado por la Ciudad de Buenos Aires apuntó contra las acusaciones mediáticas y del establishment y defendió las políticas que implementó el kirchnerismo en sus doce años en el poder. “Muchos creían que esto se terminaba y este acto lo que marca es que lejos de un fin de ciclo lo que hay en la Argentina son muchísimas ganas de seguir construyendo”, planteó Kicillof.

“Soy candidato porque tengo un proyecto, porque el candidato es el proyecto y los proyectos no cambian”, destacó Kicillof promediando su discurso levantando a las cerca de diez mil personas que aplaudieron y vivaron al dirigente de La Cámpora. Con la militancia de casi todas las agrupaciones desparramada por toda la catedral del boxeo el candidato apuntó que la fórmula presidencial del FpV que integran Daniel Scioli y el secretario legal y técnico Carlos Zannini “va a llevar la bandera de nuestro proyecto nuevamente a la Casa Rosada”, porque el proyecto que “Néstor (Kirchner) y Cristina (Fernández de Kirchner) demostraron que la inclusión social genera mercado interno y por eso sin inclusión social no hay país, no hay crecimiento ni desarrollo y no hay absolutamente nada”. Vestido de impecable color negro, que combinó entre remera, pantalón y zapatillas, Kicillof saludó cuando lo presentaron con las notas para su discurso en mano, contrastando con la pantalla gigante que hacía de muro detrás del escenario con la bandera argentina y la inscripción Frente para la Victoria. “El candidato de la derecha nos dice que no fue a Santa Cruz porque le queda lejos. A (el candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio) Macri le queda lejos el (hospital de niños) Garrahan y Lugano; le queda grande todo. Así quiere gobernar un país”, sostuvo haciendo foco en las excusas del jefe de Gobierno porteño para justificar por qué no había pasado en su campaña por tierra santacruceña. “Nos dicen que nosotros estamos planeando dejar una bomba. Nosotros estamos usando las bombas para extraer el petróleo, vamos a dejar bombas de consumo, bombas de salarios, las que sirven para producir”, destacó chicaneando a los dirigentes y medios opositores que hacen campaña contra el estado en el que dejaría el kirchnerismo el gobierno el 10 de diciembre.

Mientras en el estadio se mezclaban las banderas con los colores de las distintas agrupaciones y sindicatos como La Cámpora, el Movimiento Evita, Kolina, el gremio de los mecánicos Smata y el de los taxistas, en el escenario estaban repartidas las personalidades que forman parte y se identifican con la propuesta del kirchnerismo. A la izquierda se sentaron los artistas y personalidades de la cultura, como Gustavo Garzón, Mercedes Morán y Cecilia Rosetto, el periodista Jorge Dorio y el filósofo Darío Sztrajnszrajber. Al centro, los legisladores de la Ciudad como Gabriela Alegre y Jorge Taiana. Del centro a la derecha del escenario se encontraban los candidatos Kicillof, Nilda Garré, Andrés “Cuervo” Larroque, el jefe de Gabinete y candidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández, y su compañero de fórmula, Martín Sabbatella. En nombre del candidato presidencial estuvo el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, y el gremialismo estuvo expresado en el líder de la CGT oficial, Antonio Caló. También se sumaron Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, junto con familiares de desaparecidos.

El acto había comenzado con los discursos de Victoria Montenegro, Garré, el gremialista Omar Viviani y Cerruti. El único momento de silencio total fue cuando empezó la proyección de un mensaje que Cristina Kirchner mandó en un video. En la grabación, además de saludar y describir las cualidades de los candidatos, la Presidenta señaló que cree “en esta forma de hacer política. Hemos construido un país que disfrutan los cuarenta millones, más allá de algunos que no se dan cuenta porque este es un país que brinda oportunidades a los ciudadanos. Las políticas públicas tienen que bajar al territorio para que la gente pueda apoderarse de ellas”. En ese momento, el estadio entero comenzó a cantar “che gorila, che gorila, no te lo decimos más, si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar”. En su mensaje, CFK también destacó que este domingo “no se trata de un diputado más o una diputada menos, se trata de elegir en qué país querés vivir”.

“Hoy estamos celebrando lo que hicieron ustedes, casa por casa, vecino por vecino explicando lo que queremos para este país y esta ciudad”, arengó el ministro de Economía a la militancia que por momentos no lo dejaba continuar por el canto y el sonido de los bombos. Después enumeró las políticas y logros que el kirchnerismo enhebró entre 2003 y 2015 para señalar que “nos dejan un país mejor donde el único heredero, como dijo Evita, es el pueblo”, y remató su último mensaje de campaña anticipando que “este proyecto tiene mucho para dar a la Argentina. No nos han vencido y vamos a ganar de nuevo”.

Por Julián Bruschtein para Página 12