A pocos días de que miembros de la Iglesia católica imprimieran unos carteles en contra del 29º Encuentro Nacional de Mujeres que se realizará en Salta, éstos desaparecieron misteriosamente ¿Culpa o arrepentimiento? La eterna crítica de la iglesia católica contra los Encuentros y la opinión de las salteñas. (Andrea Sz)
Lo único que quedó frente a la Catedral fue un staff de “mujeres comunes y corrientes que estamos a favor de la vida y la familia”, tal como se definieron. Ellas entregan folletería en contra del aborto, “a favor del matrimonio que genera vida”, y otros folletos como el que brinda información sobre S.P.A (Síndrome post aborto). Es su mesita instalada frente a la iglesia solo quedaron banners que reflejan su rechazo al aborto, una caja “para donaciones”, y planillas con las cuales juntan firmas “a favor de la vida”.
Consultadas sobre los afiches en contra del 29º Encuentro Nacional de Mujeres (ENM), solo respondieron: “Decidimos que no vamos a hablar más del tema y sólo vamos a hablar sobre esto”, señalando los banners; “somos católicas pero no estamos agrupadas en ningún lado en particular y no sabemos quienes hicieron esos carteles en contra del Encuentro”, dijo una de las mujeres. Fue así que de la noche a la mañana, los afiches en contra del ENM desaparecieron luego de que varios medios se hicieran eco del escrache que realizara un grupo de católicos no identificados, lo que generó un repudio generalizado.
Sin embargo, por las redes sociales ya circula un video que con música sacra de fondo sigue alertando a los salteños de este Encuentro que en octubre se realizará en nuestra ciudad. En el video se advierte sobre los temas que más de 20.000 mujeres debatirán en los más de 60 talleres, pero replica “Esto parece bueno, pero no es así”, a continuación se ven imágenes de diferentes agrupaciones feministas y pintadas en diferentes edificios de las ciudades donde se realizaron los Encuentros. “Los talleres no son tan libres…” reclama el video “al final de la jornada organizan una marcha por el centro de cada ciudad que visitan, pero al pasar por los templos católicos: blasfeman contra Dios y a su santísima madre…agreden, provocan e incitan a la violencia”. En el video que dura más de 4 minutos se reclama por el apoyo que el gobierno provincial y municipal dieron al ENM, “Señores gobernantes ¿a quienes apoyarán?”, se preguntan, e instan a cuidar “la sagrada casa”, luego citan parte de un salmo “…No hagáis de la casa de mi padre una casa de mercado: el celo por tu casa me devorará”. El video culmina invitando a compartir a todos los salteños. El mismo puede verse en el siguiente link https://www.facebook.com/video.php?v=685744148167677
Las voces de las salteñas
Mientras las fotos que evidenciaban el escrache de fieles al ENM se compartían, muchas salteñas daban su total repudio al hecho. Señalaron que “esta provocación por parte de miembros católicos” era innecesaria, y aunque muchas mujeres se reconocían católicas coincidieron en decir que este accionar no las representaba.
Este hecho fue un disparador para poner sobre el tapete lo que cada año los medios reflejan sobre el Encuentro: “destrozos a los edificios públicos, mujeres desnudas por las calles, gritos, agresiones contra miembros de la iglesia”, dejando de lado lo más importante: el debate sobre las problemáticas de las mujeres.
Pero las mujeres que cada año participan, que se movilizan hacia otras ciudades y que trabajan durante todo el año en pos de los derechos femeninos, toman conciencia de esto y reflejan el verdadero sentido de que mujeres se encuentren: “Desde la iglesia se lanzó un gran operativo de costosa cartelería demonizando al ENM como la reunión de mujeres violentas que atentan contra la vida, la religión, la familia y tranquilidad de los ‘hermanos salteños’. En los carteles se llama a ‘defender’ estos ideales, como si el Encuentro se tratará de mujeres terroristas aglomeradas para bombardear una ciudad. Agresiones verbales que no condicen con la moralidad de tolerancia y solidaridad del sector que supuestamente brinda apoyo a los hijos de Dios. Basan sus argumentos en hechos aislados de violencia que sucedieron en algunos Encuentros, pero que no representan a la gran mayoría de mujeres que asisten al ENM para contar sus experiencias y trabajar en conjunto en búsqueda de soluciones que terminen con los flagelos cotidianos que atraviesan las mujeres a diario”, mencionó una salteña al ser consultada sobre el tema.
De la misma manera se pronuncia Verónica Lía Caliva de la Fundación Entre Mujeres, quien recordó que a pesar de este accionar de miembros católicos, “el Encuentro Nacional de Mujeres está compuesto en su mayoría por mujeres creyentes que año a año buscan respuestas a los sufrimientos que se viven sólo por ser mujer” y agregó: “Hay uno que otro sector de la Iglesia Católica que parece quedado en el tiempo, en la actualidad ya no se queman mujeres acusadas de brujas, ni se tortura, ni se asesina a nadie por hereje; la mayoría de las católicas y católicos se interesan por resolver los problemas que nos afectan a todos y a todas a diario. De hecho la máxima autoridad de la Iglesia llamó a las y a los jóvenes a hacer lío. Los Encuentros son un espacio donde las mujeres debatimos todo, el rumbo económico del país, la religión, los problemas de las jubiladas; hablamos también de arte, de cultura, de educación y salud, de nuestras familias, de justicia, de trabajo; y por supuesto que hablamos de violencia, femicidios, de salud sexual, de educación sexual, de anticoncepción y de aborto; pero cada una habla desde su lugar y se toman todas las opiniones y posiciones ante cada tema o problema abordado”.
Por su parte Irene Cari del Foro de Mujeres por la igualdad de Oportunidades manifestó: “Ya lo veíamos venir, nada es casual, de lo que rezan estos carteles que nos hace retroceder a la edad media de un feudo como fue en aquellos tiempos en que las mujeres no existíamos como sujetos pensantes. Hoy vemos que se perpetúan rasgos, formas, expresiones de la edad media que quieren oponerse a que las mujeres nos organicemos, nos capacitemos, nos consolidemos, es como que nos dijeran ‘paren, silencio, no valen nada, no les autorizamos, nos les permitimos’, rasgos misóginos del conservadurismo religioso y es parte de su estrategia, como fue el proyecto del ex concejal Tonini que quería declarar a Salta como ciudad Pro-vida. Repudiamos estos afiches como estrategias vinculadas a la bioética en la defensa de una construcción restrictiva de la sexualidad. Las mujeres hemos instalado una estrategia solidaria, de sororidad y fraterna, ya jamás vamos a ser, lo que el patriarcado nos imponga”.
Por otro lado mujeres agrupadas en “Juntas a la Izquierda y el MST Nueva Izquierda” se preguntaron: “Respetamos todas las creencias religiosas pero por qué ellos si pueden llevar adelante ‘la Fiesta del Señor y la Virgen del Milagro’, pero se oponen a que las mujeres debatamos sobre diferente problemáticas que sufrimos en un espacio. Nunca nos apoyaron, ni se pronunciaron en cuanto a las mujeres que sufren violencia familiar, mujeres desaparecidas para la trata, los femicidios. Tampoco han hecho mención con respecto al caso de abuso a tres niños de jardín de infantes por parte del maestro de religión en el Colegio Belgrano. Muy lamentable o será que ¿de eso no se habla?”. En este sentido mencionaron una vez más que es necesario derogar las leyes que le otorgan privilegios económicos a la Iglesia y anular los subsidios a los colegios religiosos y privados. Recordaron además que la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo no es el único objetivo del ENM, sino que es parte de uno de los más de 60 talleres en donde se debaten problemáticas diversas, pese a eso señalaron “el aborto en nuestro país es una realidad”.
Verónica Caliva finalizó haciendo hincapié en una de las organizaciones católicas en defensa de los derechos femeninos: “Las Católicas por el Derecho a Decidir, por ejemplo, son un colectivo de mujeres pionero en la lucha para que el aborto se despenalice en nuestro país y para que el Estado argentino aborde ese flagelo que es principal causa de muerte de las mujeres en edad fértil. Invitamos a todas las mujeres a participar, no importan su condición social, la pertenencia partidaria, ideológica o religiosa, no importa si se es empleada o empresaria, ama de casa o abogada, joven o adulta; lo que aquí importa es escuchar lo que cada una tiene para decir desde su óptica, desde los saberes y experiencias que todas tenemos. Las mujeres no atacamos, ni atacaremos a nadie, todo lo contrario, luchamos contra eso porque somos víctimas de diversos ataques a diario”.
Iglesia y Encuentros
Fue en el ENM XII en San Juan en el año 1997 que se reconoció a la iglesia católica organizada para romper con los encuentros. Fue desde ese año que este “encuentro paralelo” organizado por miembros católicos se fue reproduciendo en cada ciudad sede. Allí inicia la intervención de la iglesia para poner trabas, generar conflictos y confusiones entre las mujeres de la misma ciudad, es a partir de este encuentro que empiezan a irrumpir en los talleres.
La comisión organizadora del ENM de ese año tuvo que sacar una solicitada denunciando todas las agresiones sufridas. “En varios hoteles las mujeres fueron demoradas por averiguación de antecedentes” denuncia el escrito y agrega “al presentarse en algunos de los numerosos domicilios inscriptos para alojamiento, las visitantes fueron agredidas verbalmente tildándolas de ‘ateas’, ‘prostitutas’ y ‘lesbianas’”. La solicitada fue publicada en el Diario de Cuyo del 20 de junio de 1997.
A pesar de estas y muchas trabas, miles de mujeres participaron del Encuentro y lo seguirán haciendo al entender que se necesita avanzar y defender la vida de mujeres más libres.