Aunque se considera una enfermedad extinguida, el mal de Chagas sigue afectando a muchos salteños. La población que vive en zonas de riesgo en Salta asciende a 44.130 personas (3.5% de la población total de la provincia), según un informe elaborado a fines de 2012 por el Defensor Del Pueblo de la Nación. (DOM)

 El Chagas es una enfermedad de la pobreza. La enfermedad es transmitida por un bicho, la vinchuca, que se alimenta, desde que nace hasta que muere, exclusivamente con sangre humana o de animal de sangre caliente. La enfermedad se contagia con la picadura. La vinchuca habita en gallineros, nidos, y en el norte provincial se encuentran en el adobe con que aún se construyen precarias. Además de la modalidad conocida de transmisión, existen otras maneras que incluyen las transfusiones de sangre infectada; transmisión oral por medio de comida contaminada; transmisión vertical y a través del trasplante de órganos.

Por año 150 menores de 15 años inician tratamiento y hay una base de datos con 800 salteños chagásicos. De esos 150 casos de menores detectan anualmente entre 40 a 42 niños de hasta un año y medio, hijos de madres chagásicas. Pero muchas personas ni siquiera saben que padecen la enfermedad: inicialmente, la mayoría de los casos son asintomáticos o presentan sintomatología no específica. Después, en su fase crónica, se verifican parásitos alojados especialmente en el corazón y los músculos digestivos y los afectados presentan desórdenes en la conducción eléctrica del sistema cardíaco, arritmia, fallas y embolias cardíacas, lesiones digestivas (en el esófago y el colon) Las formas mixtas, aquellas donde se presentan disfunciones cardíacas y digestivas, afecta a más del 10% de los pacientes.

El presidente del Comité de Chagas de la Federación Cardíaca Argentina, Federico Núñez Burgos, expresó a El Tribuno que entre las principales consecuencias que trae el Chagas, además del riesgo de la muerte súbita, son: insuficiencia cardíaca, agrandamiento del corazón, lesiones en los sistemas de conducción por bloqueo aurículo-ventricular, bloqueo de rama que puede llevar a la colocación de un marcapaso, arritmias ventriculares y supraventriculares. También produce dilataciones en arterias huecas como el colon, en el que se llega a producir el megacolon.

En algunos municipios 1 de cada 20 personas está en riesgo. No existe aún una cura para el chagas y por eso las medidas preventivas son tan importantes. El costo del tratamiento de la enfermedad de Chagas es sustancial, aún cuando hay gente que no recibe el tratamiento y cuidados adecuados. Un estudio reciente realizado en Colombia determina que el promedio del costo anual, por paciente crónico, asciende a u$s1028. En promedio el costo estimado de un tratamiento de por vida para un paciente crónico es de u$s11.619.

Medidas K

Un informe elaborado a fines de 2012 por el Defensor Del Pueblo de la Nación sobre las tareas implementadas para la erradicación de la enfermedad, muestra que la situación es compleja; también que el gobierno kirchnerista ha hecho mucho. En este informe clasifican a Salta como una zona de riesgo medio. No es la situación ideal, pero tampoco hay una epidemia como en Santiago del Estero, donde el 35,5% de la población está infectada.

Pese a que el gobierno salteño no adhirió a las leyes nacionales 26281 y 26279, algo que han hecho casi todas las provincias del país, la ayuda del gobierno nacional llegó igual tras la firma del convenio sobre el Programa Federal de Chagas. El gobierno nacional entregó asistencia técnica y financiera, más la provisión de insumos programáticos y logísticos: reactivos de laboratorio, benzidazol, insecticida y desalojante, indumentaria y elementos de protección y 4 camionetas con cabina simple y 3 con cabina doble para realizar las tareas de desinfección.

Gracias a esas camionetas y a los desinfectantes, en dos años se limpiaron 326 viviendas en Apolinario Saravia, 636 en El Quebrachal, 523 en Joaquín V. González, otras 513 en Las Lajitas, también 1179 en El Galpón y 682 en Rosario de la Frontera y 763 en Orán. Estos son los municipios en donde el riesgo se considera bajo dentro de Salta. Dentro de la clasificación de riesgo mediano, están Cafayate y San Carlos. Allí se desinfectaron 357 y 317casas, respectivamente.

En riesgo alto están Alto La Sierra (se desinfectaron 432 casas) Morillo (1104 viviendas) Riv. Banda Sur (675) Sta. Victoria Este (1328) y La Unión (615).

Salta tiene además áreas operativas con la clasificación de riesgo “Muy alto” que no tienen todos los municipios de otras provincias. Esas áreas operativas son: Aguaray y Salvador Mazza, donde se desinfectaron 1096 y 909 viviendas, respectivamente.

Funcionamiento

La vigilancia entomológica se encuentra descentralizada a nivel local. Tanto la vigilancia como el tratamiento insecticida de viviendas son realizados por agentes sanitarios y operativos de la provincia. Las viviendas incluidas en el denominador son evaluadas como mínimo tres veces al año, y se confecciona un formulario especial para cada una.

Esto último sucedió porque a partir del 2000 las vinchucas dejaron de morir con los insecticidas habituales y pensaron que habían desarrollado algún tipo de resistencia. “En esa época se presuponía que las vinchucas, por su conformación biológica, nunca iban a hacer resistencia. Hoy sabemos, después de investigar, que las vinchucas no se hicieron resistentes a los insecticidas, sino que son una nueva población”, dijo a El Tribuno Alberto Gentile, jefe de Epidemiología de la Provincia Gentile.

El informe señala que en 1981 la infestación provincial relevada fue del 82 % y que tres años más tarde ya se había reducido al 5%. Ahora, el promedio provincial es del 1,2 %; aunque en algunos municipios sigue por encima del 5%. Para los especialistas, la clave estuvo en educación familiar para el majeo del peridomicilio, con la finalidad de evitar o posponer el ciclo de reinfestación habitacional a partir del mismo, mediante el alejamiento de corrales y gallineros. También, por los avances en el automejoramiento de revoques y ordenamiento de enseres, ropa etc. especialmente en la población criolla.

“A través del Instituto Provincial de la Vivienda, están en ejecución el Plan Federal de Solidaridad Habitacional para Aborígenes mediante el cual se reemplazaron 485 viviendas en 4 años, gestionándose la construcción de 260 más, con las condiciones de salubridad adecuadas para el tema en trato”, dice el informe. De todos modos, la población que vive en las áreas con vigilancia vectorial permanente asciende a 44.130 personas (3.5% de la población total de la provincia).