El área encargada de epidemiología en Orán se está cayendo. Un informe de la Auditoría General de la Provincia muestra su estado calamitoso. Allí es donde supuestamente se debe combatir enfermedades como el dengue y el mal de chagas. Los presupuestos son inexistentes. (DOM)

El nombre del área del Hospital San Vicente de Paul es pomposo: “Servicio de Epidemiología e investigaciones de Enfermedades Tropicales y Endémicas”. Es sospechosamente pomposo: mucha fachada. Demasiada fachada.

Esto lo deja en claro un minucioso informe de los auditores que fueron hasta Orán en 2012 para encontrarse con un lugar que parecía a punto de derrumbarse. Encontraron, además, un similar estado en las cuentas dependiente del Ministerio de Salud de la provincia. La labor contó con la presencia de los profesionales del lugar y también con entrevistas a funcionarios y personal que trabaja actualmente en el Servicio de Epidemiología y hasta con los encargados del Hospital San Vicente de Paul.

Lo económico

Además de las graves deficiencias edilicias, el descalabro en las cuentas no es menor. Y eso que la investigación se ha visto limitada por cuanto el Área no posee un sistema integrado de información contable-presupuestaria. Al parecer, según gente del Servicio… esto se debe a que figuran como dependientes del nosocomio que los subsume y es por eso que ellos no cuentan con información financiera.

“No fue posible determinar, tampoco analizar los montos presupuestarios asignados al mismo, que permitan establecer la economía, eficiencia y eficacia de la administración”, dice el informe.

El problema es que cuando fue creado, en 1996 (post cólera), se fijaba su autarquía financiera debido a su función prioritaria: proteger a los salteños de males como el dengue, el mal de chagas y el cólera, por supuesto. “La labor de Investigación Operativa que se desarrolle en el Servicio, debe necesariamente estar orientada a mitigar el impacto de las enfermedades tropicales en la población y debe llevarse a cabo tanto en colaboración con la Universidad Nacional de Salta, sede Regional Orán, como con otras instituciones oficiales que persigan el mismo fin”, se explica en el decreto de creación. Pero cuando los auditores fueron no encontraron ni siquiera un manual de misiones propio, mucho menos investigación.

Así trabajan

El Servicio de Epidemiología se construyó, al parecer a las apuradas, sobre el nosocomio San Vicente de Paul. Para instalar el laboratorio, se construyeron dos plantas en un sector anexo. En la planta baja se encuentran las instalaciones principales, que consisten en dos salas de extracciones, un laboratorio central, las salas de procesamiento de muestras, de esterilización y lavado, una sala de espera, una oficina administrativa y dos baños. La planta alta no cuenta con ascensor para acceder a la misma. Allí hay un aula destinada al dictado de cursos con capacidad para 30 personas sentadas, pantalla y retroproyector, dos oficinas, dos baños, una sala de reuniones y dos depósitos. Y allí trabajan, incluyendo a la jefa de Programa, 6 personas, de las cuales dos son administrativas. Es decir, sólo 4 profesionales para salvar a los salteños de Hantavirus, Leishmaniasis, Palusimo y Leptospirosis

En este edificio que parece a punto de derrumbarse, los profesionales se la apañaron para atener extraer sangre a 1.100 niños de escuelas, también para realizar la recepción y procesamiento de muestras para diferentes patologías endémicas, derivadas de zonas vecinas, recibir todas las derivaciones de Dengue de las localidades cercanas, brindar capacitación a Bioquímicos y Técnicos de laboratorios de todas las áreas operativas de zona norte y sur.

El edificio

Lo único que parece nuevo en el lugar es una heladera expositora, donada por el ingenio El Tabacal y una camilla pediátrica, transferida de otro lado.

Después, los auditores encontraron que la sala de reuniones del LET en planta alta presenta grietas, humedad y filtraciones, en los extremos donde se encuentra la unión entre la loza y las paredes, producto de la dilatación de las paredes debido a las altas temperatura y la falta de ampliación del sobre techo de chapa que posee todo el Hospital San Vicente de Paul.

Las fotos son suficientemente concluyentes al respecto: el lugar parece abandonado. Un lugar propicio para que las enfermedades se propaguen.

La negación

En abril de este año, Alberto Gentile, coordinador de Epidemiología de la provincia desde la gestión Juan Carlos Romero, tuvo que salir a negar una epidemia de Dengue en Orán: dijo que 111 casos, teniendo en cuenta que Orán cuenta con 84 mil habitantes, no era mucho.

En esa ocasión, el personal del Laboratorio Tropical trabajó sobre 300 casos febriles y descartó más de la mitad. Gentile dijo que una epidemia en serio es como la que se daban en años anteriores cuando llegaron a tener 300 casos confirmados por día. Y en esos días sólo habían contado con esos 111 de Orán más 11 casos en Aguas Blancas. De todos modos, Gentile no pudo dejar de añadir un poco de tono apocalíptico a la situación: en ese laboratorio desangelado, los cuatro profesionales deberán prepararse para un nuevo enemigo: el virus Chikungunya.

Además explicó que es un virus que da grandes dolores de cabezas. La Organización Panamericana ya dio alerta internacional sobre esta situación. Se trata de un virus que trasmite un mosquito, en estos momentos circula en las Islas del Caribe y se espera que cuando llegue a Brasil la situación podría agravarse para América latina. Según Wikipedia el virus se transmite de manera similar a la fiebre del dengue y causa una enfermedad con una fase febril aguda que dura de dos a cinco días, seguido de un período de dolores en las articulaciones de las extremidades; este dolor puede persistir durante años en algunos casos. “La mejor forma de prevención es el control general del mosquito, además, evitar las picaduras de mosquitos infectados. Hasta la fecha no hay un tratamiento específico, pero existen medicamentos que se pueden usar para reducir los síntomas. El reposo y la ingesta de líquidos también pueden ser útiles”.