Para el padre de Gustavo Sanz, que ni uno de los 60 diputados de Salta ni el ministro de Seguridad, Abel Cornejo, hablaran sobre la desaparición de su hijo durante las más de cuatro horas que estuvieron reunidos en la Legislatura, es un claro indicio de la falta de interés en la causa. Además, asegura, que en la última semana fue a ver cuatro veces al titular de la cartera de Seguridad y no lo recibió.

El teléfono suena apenas dos veces y contesta una voz masculina, como apurada.

-Buenas. ¿Puedo hablar con alguien de la familia de Gustavo Sanz?

-Sí. Soy el padre. ¿Sabe algo de él?, pregunta atropellado el hombre y, al escuchar que se trata de un medio de comunicación, no duda en cambiar el chip e implora que se escriba sobre su hijo. “Es que tengo la sensación que dejaron de buscarlo”, se justifica.

Gustavo Sanz tiene 32 años y fue reportado como desaparecido el 21 de febrero. Fue visto por última vez en el puente de Río Castellanos, el 20 de febrero por la mañana. Ante su desaparición se activó el protocolo de búsqueda de personas dirigido por la Unidad Regional 1 a cargo del comisario Mayor, Luis Ríos con el equipo de profesionales del Centro de Coordinación Operativa y de la Dirección General de Investigaciones, sin resultados.

El 6 de marzo, mediante la gestión de la Fiscalía Penal 2 del Ministerio Público Fiscal, el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (SIFEBU) arribó a la provincia con 6 perros entrenados para la búsqueda de personas extraviadas o fallecidas. Durante dos días, los canes registraron la zona de Lesser y Vaqueros, también sin encontrar rastros de Sanz.

Y a partir de allí, la búsqueda del joven, se diluyó hasta tal punto que, en las más de cuatro horas en que estuvo el lunes pasado el ministro de Seguridad y Justicia de Salta, Abel Cornejo, brindando su “Informe de Gestión y Planificación en materia de Seguridad y Justicia”, ni uno solo de los 60 legisladores ni el mismo titular de la cartera se acordaron del único desaparecido de la gestión.

Según Andrés, el padre de Sanz, esperó que a lo largo del encuentro entre los representantes del pueblo y el Ministro de Seguridad, aunque sea uno, un segundo, se acordara que su hijo está desaparecido. Pero fue en vano. Al igual que las horas que pasó esperando que Abel Cornejo lo recibiera.

“La última semana fui cuatro días a ver a Cornejo. No me puede recibir porque está ocupado así que hablé con la coordinadora del Ministerio, que me dijo que sí se ocupan del tema. Pero yo no veo movimiento y ya no sé qué hacer o dónde buscar”, lamentó Sanz.

El papá de Gustavo reconoce que el Ministro de Seguridad lo recibió dos veces al inicio de la búsqueda y luego le ofreció, asegura, “ponerme 10 policías a disposición para que yo mismo los dirija”. “Pero yo no sé por dónde buscar, a dónde ir, cómo armar un operativo. Soy un papá desesperado que quiere saber a dónde está su hijo. No soy policía”, sostuvo.

Para Andrés Sanz, una recompensa del Ministerio de Seguridad a cambio de datos que permitan dar con el paradero de su hijo, sacaría de la inercia en la que se encuentra sumida la búsqueda. Pero hasta el momento, no ha tenido la posibilidad de plantearlo.

El factor adicción

La familia de Gustavo Sanz admitió que el joven era adicto a sustancias estupefacientes, aunque manifestaron que al momento de su desaparición no habría estado consumiendo.

Sin embargo, y ante la falta del medicamento que regula los estados de exaltación o depresión propias de su enfermedad, creen que podría haber recaído. Por ello, el padre señaló que la Policía debiera buscarlo en las zonas de la ciudad en donde se da más el consumo de sustancias.

“Yo no quiero estigmatizar a nadie, pero sé que por la zona de El Bajo se reúnen a consumir y es lo que fui a pedirle al ministro Cornejo: que lo busquen por ahí. Mi hijo lleva casi dos meses desaparecido. No sabemos en dónde está ni cuál es su estado. Y yo estoy casi seguro que no salió de Salta porque no tenía un peso encima ni una muda de ropa”, concluyó.

En efecto, desde su desaparición, su cuenta bancaria no registró movimientos y su familia aseguró que no se llevó un bolso con ropa, algo que fue confirmado por la última persona que lo vio en el Río Vaqueros.

Según su padre, acuden a cada llamado o mensaje que reciben por redes sociales con algún dato, certero o no. “Hacemos las veces de investigadores sin saber qué estamos haciendo, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados. Sé que mi hijo está ahí afuera y que, aunque hacía dos años que yo no lo veía, lo tengo que encontrar y ayudar”, concluyó desesperado el hombre que pidió que, por cualquier dato, se comuniquen al 387 154407783.

Gastón Sanz

  • Edad: 32 años
  • Altura: 1,78
  • Cabello: Castaño oscuro
  • Ojos: Marrones
  • Ropa que vestía al momento de desaparecer: remera azul de Independiente, zapatillas blancas, pantalón azul deportivo largo.

Tatuajes: Un Ángel y un Ave Fénix en el pecho – Escudo de Independiente en otro brazo – Escudo de Central Norte en una pierna – Una estrella y una lengua de los Rolling Stones en las piernas – Un diablo en la espalda