Nadie notará el izamiento de una bandera blanca si en paralelo es enarbolada otra de color rojo, podría recomendar un libro de aforismos de la política, hipotéticamente escrito por el rabino Bergman. Pero como el bueno Secretario de Ambiente de la nación aún no tomó el teclado, nos contentamos con algunos asuntos singulares de la dirigencia local. Aquí están, éstos son.

 

 

Este fin de semana apareció en escena el último de los fans número 1 del Tuty Amat, el Indio Godoy. Si, así como están escuchando. El lobista de Amat para tomar el timón de la Cámara baja es el propio presidente actual. «Creo que toda la provincia está en una situación desastrosa, me animó a afirmar que más de 15 mil millones de déficit en el presupuesto. Entonces me parece que hay que ayudar. Y creo que lo mejor que le puede pasar a la Cámara es Amat», dijo en esta primera mención a cifras con seis ceros, haciendo referencia a la necesidad de que el Presidente de la Cámara sea afín al gobernador electo.

«Sáenz es el gobernador y tiene todo el derecho del mundo a plantear quien puede ser el presidente de la Cámara de Diputados», dijo en este tramo final de la metamorfosis. Casi con la señal de tregua en su mano derecha. Aunque si hay algo que le tenemos que reconocer a Godoy es su coherencia previa a las elecciones: siempre dentro del PJ, nunca por fuera. El cambio viene después y se empieza a notar de a poco.

La abultada diferencia que sacó Gustavo Sáenz en las generales dejó claro que no hay oposición. Ahí es donde el Indio se acomodó y dijo que «hay que apoyar a los salteños y a los argentinos. Si le va bien a Sáenz, le va ir bien a los Salteños», le dijo este viernes a Radio 10.

Un dato real de la política, dice que la distorsión o vaciamiento político, mal llamada a veces transversalidad, hizo que el Partido Justicialista de rienda suelta a todos para jugar donde se les ocurra y echarse la culpa entre ellos de las grandes derrotas o los grandes gastos reservados de los organismos que dirigen. Esto es válido para la Cámara alta, advirtió al poner a remontar el viento la enseña colorada.

Así se escuchó en días pasados a Godoy reclamar encendidamente que «(Mashur) Lapad cuente qué hace con los 5 millones que se lleva mensualmente». La mitad de la mesada, hipotéticamente unos 15 millones al año, con que aproximadamente cuenta Diputados y pocos se atreven a decir palabra.

Pero como ahora le toca jugar de este lado, sutilmente, casi imperceptible, casi sin querer, se prepara para mostrar su madurez política y dice que le «parece interesante Amat como presidente de la Cámara de Diputados, porque reúne las condiciones. Nunca intenté competir con eso. He sido una de las cabeza opositora más visibles», pero como él mismo dijo, «he sido», es pasado, el pasado ya es recuerdo, y si no me acuerdo, no pasó… (N.J.)