La recesión económica no da tregua y dos empresas fuertes se encuentran en crisis. Mercedes-Benz arma las valijas y se va de la Argentina, mientras que Sancor despidió a más de 300 trabajadores en Santa fe y Córdoba.

 

A más de siete décadas de producción en la Argentina, la automotriz alemana Mercedes-Benz vende la planta que tiene en Virrey del Pino, La Matanza, lo que abre interrogantes sobre el destino de los trabajadores.

En un contexto de ajuste y recesión , la firma alemana Mercedes Benz cierra un capítulo histórico en la Argentina con la venta de la planta de Virrey del Pino, La Matanza. Su salida abre varios interrogantes, el principal, qué sucederá con los empleados.

Sobre ese punto trabaja el Grupo ST, liderado por Pablo Peralta, quien estaría cerca de quedarse con las riendas de la instalación, pese a que de cerca lo siga Mingor , la firma de Nicolás Caputo (primo del ministro de Economía Luis «Toto» Caputo).

Si bien no hay datos oficiales que confirmen quién se quedará al frente de la planta, sí trascendió que la misma seguiría operando, es decir que los 2.000 empleados conservarían sus puestos de trabajo.

Barajando que el acuerdo incluye la continuidad de la producción de la Sprinter hasta 2029, el nuevo propietario deberá buscar alternativas para mantener la operación después de esa fecha.

“La planta tiene limitaciones logísticas y un personal con alta antigüedad, lo que representa un desafío para atraer nuevas inversiones”, advirtió un empresario del sector.

Según analistas, una posible solución podría ser la asociación con una automotriz china interesada en producir para el mercado sudamericano, pero por el momento son sólo rumores.

Factores que influenciaron en la salida

Las condiciones económicas y políticas que priman en la Argentina presentan un terreno dificultoso para la firma alemana, empezando por «la competitividad de la producción local frente a países como Brasil. El coeficiente de intercambio comercial (Flex) y la apertura de mercados hacen innecesaria la presencia industrial en ambos países para comerciar entre ellos», expone un artículo empresarial.

Ese mismo texto habla del costo político de cerrar una planta y despedir empleados, punto que pudo haber hecho que la firma opte por la venta. “La transición gradual permite evitar conflictos sindicales y minimizar el impacto”, señaló un analista de Deloitte, consultora que lideró la operación.

Sancor despide a 300 empleados en Córdoba y Santa Fe

La empresa envío ese número de telegramas a personal localizado en las plantas en ambas provincias, pero la cantidad de despidos podría crecer en los próximos días. Las dificultades para encontrar un socio que incorpore capital.

La crisis de la cooperativa láctea Sancor sigue sumando dimensión. Mientras busca un inversor que le permita afrontar los compromisos financieros y le inyecte capital de trabajo, la empresa ajusta su plantel de personal y lleva a cabo un plan de contingencia para el funcionamiento de sus cinco plantas donde aún procesa leche: tres en Córdoba y dos en Santa Fe.

Por lo pronto, y según fuentes de la empresa, las actividades de producción están paralizadas en el establecimiento ubicado en La Carlota, donde elabora quesos duros; algo similar ocurre con la planta en Balnearia, donde fabrica quesos semiduros (pategrás, danbo, fontina y sardo), en la que había posibilidad de retomar la actividad en los próximos días.

La crisis por la que atraviesa la empresa ha llevado a su consejo de administración a tomar la determinación de despedir personal de su nómina actual de 1.350 trabajadores.