El arzobispo de Salta, Mario Cargnello, se refirió a la situación del campo y denunció que los productores “han golpeado puertas y no han sido escuchados”. Para ello hizo un llamado  “al corazón de Domingo y de Cayetano confiando en la intercesión de ambos ante Jesús, el Señor de la historia”.

El arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, denunció la situación de trabajadores y habitantes del campo.

El arzobispo salteño se excusó por no haber presidido la fiesta de San Cayetano, ya que se encontraba en Joaquín V. González, acompañando a la comunidad de la parroquia Santo Domingo de Guzmán. Su visita pastoral al interior provincial motivó su pedido de ayuda al campo.

“Experimento una profunda preocupación, acompañada de impotencia, frente a la situación que están viviendo nuestros hermanos que habitan en el campo salteño. Como creyente, llamo al corazón de Domingo y de Cayetano confiando en la intercesión de ambos ante Jesús, el Señor de la historia”, dijo el arzobispo.

“Los sacerdotes de la zona compartieron su dolor al ver cómo disminuyen la posibilidades económicas de los trabajadores. Lo sabe el funcionario, el ciudadano común, el almacenero, el empleado público.

Se advierte en los rostros preocupados, en la amenaza de perder el trabajo o la propiedad”, lamentó el pastor salteño.

Según el arzobispo, los habitantes de la región “han golpeado puertas” y “han sido escuchados en la provincia”, adonde les ofrecieron soluciones posibles. “Son soluciones aún insuficientes -sentenció- necesitan ser escuchados a nivel nacional y que se den respuestas que posibiliten trabajar y caminar con esperanza para mejorar la situación”.

El sacerdote aclaró que su reclamo se hace público luego de las elecciones, con la intención de ser “un llamado a la conciencia de los responsables”.

Según expresó, “nuestros hermanos del campo, de este noroeste argentino, son tan ciudadanos como los de las urbes” y el trabajo en estas regiones también “contribuye a la vida, al presente y al crecimiento de la patria”.