Más de uno quedó descontento con la implementación del sistema de voto electrónico: largas colas, falta de capacitación para el uso de las máquinas, mal funcionamiento de las mismas, entre otras falencias. Pero para el Secretario de Planificación, Guillermo López Miráu, el experimento salteño, más allá de los inconvenientes fue todo un éxito.
La llegada de la tecnología a una ciudad caracterizada por su defensa del tradicionalismo siempre genera ciertas sospechas, paranoias y demás suspicacias. Fue la primera elección en la que se utilizó en el 100% de las mesas el sistema del voto electrónico. Eso significó que todos los habitantes, tanto urbanos como rurales, tuvieran que conectarse con “la máquina”.
“Todo es perfectible y más lo que tiene que ver con sistemas nuevos, pero lo importante también es tener esa predisposición de aprendizaje y de apertura al cambio, que el salteño claramente lo tuvo y como prueba de ello, el 70% de la gente votó en Capital y en lugares como La Poma y San Antonio de los Cobres se superó esa convocatoria, cuando se trata de sitios donde no existe la disponibilidad tecnológica que tiene la Ciudad” destacó el Secretario de Planificación.
Pero el gran problema fue la cantidad de tiempo que muchos votantes tuvieron que esperar en las filas para emitir su voto. Esto fue generado, en la mayoría de los casos, por la falta de pericia de personas mayores que “en lugar de emitir un voto parecía que estaban haciendo un fatality en el Mortal Kombat”, según la queja de uno de los vecinos que fue a emitir su voto en una escuela céntrica.
López Miráu además sostuvo que “se debe agradecer especialmente la paciencia y la cultura ciudadana de la gente que a pesar de estos problemas reconoce que es un paso adelante en transparencia democrática”. Esto implica que los problemas no fueron en una o dos escuelas aisladas, sino en varias, y generalmente
Las redes sociales también funcionaron como lugar para hacer catarsis y de paso putear un poco la relación de los salteños con esta “nueva” tecnología para sufragar. En Twitter podemos leer por ejemplo: “#PASOSalta en la escuela Batalla de Salta no hay mesa que tenga menos de 30 personas esperando en fila”; “Escuela JB Alberdi en algunas mesas largas colas… Lo unico para resaltar el Gendarme fumando dentro de la escuela #PasoSalta”; “En el coleg. de Palmeritas hay mucha demanda para practicar el sistema antes de votar. Pocos capacitadores. #pasosalta”; “#PASOSalta Largas demoras, muchas personas no saben como emitir el voto electrónico, preguntan en las filas a los demás electores”; “#PASOSalta El voto electrónico garantiza transparencia y morir de inanición en la fila esperando a votar.”; “Estuvo más de 20 min intentando elegir a sus candidatos. Se cansó y votó en blanco. Señora en Esc. Reyes Católicos #PASOSalta”.
Además de las demoras, fue el mal funcionamiento de las máquinas y la falta de repuestos lo que generó cierta molestia en los electores que luego de 30 minutos de hacer la cola ya no aguantaban más. “#PASOSalta Se quieren hacer los modernos y todas las maquinitas funcionan mal”; “#PASOSalta demoras en la Esc Rivadavia más de media hora esperando. Dicen que están lentas o se tildan las Máquinas”.
En todo caso lo que le importó al Secretario de Planificación fue que la transparencia del conteo y la emisión de los votos sea constatable, porque algo necesitaba ser rescatable de la jornada tecnológica, por lo menos las transparencia. Al respecto de las denuncias por posibles hackers haciendo de las suyas, Miráu respondió que “este diario nos tiene acostumbrados a cosas que no tienen nada que ver con la realidad, no hay ninguna denuncia formal presentada ante la Justicia Electoral y tal vez sienten que pueden tener algún rédito con estas denuncias, pero la jornada electoral se desarrolló con total transparencia”. Y contra aquellas viejas y recordadas costumbres locales mencionó que el “voto electrónico es una herramienta que posibilita que ejerzamos nuestro derecho a voto sin intermediación y obviamente hay intereses que se ven perjudicados, chocando contra quienes están acostumbrados a prácticas ‘non sanctas’ en las elecciones”.