Carlos Villalba, el intendente de Salvador Mazza, es conocido nacionalmente por su detención en prostíbulo ilegal en un periodo donde la “trata” se volvió un flagelo. Se confirmó que fue apresado en una habitación y que el lugar contaba con barras, luces bajas y juguetes sexuales. Nadie del gobierno le pidió la renuncia. 

Clarín, Perfil, La Nación, La Gaceta, todos los medios televisivos importantes y centenares de portales web se refirieron al caso del intendente de Salvador Mazza que luego de ser detenido, buscó los medios oficiales salteños para declarar que todo se trataba de un mal entendido: que lo detuvieron en la calle, luego en el interior de una casa en donde bebía una cerveza sin que el supiera de quien era la casa, que estaba con cinco personas, luego con dos y toda una serie de sin sentidos que terminaron de enterrarlo. A 24 horas de los hechos, los funcionarios nacionales (los de la provincia se hacen todos los distraídos) confirmaron que en la casa (de “familia” según Villalba) donde estaba el Intendente había una barra, luces bajas, música y juguetes sexuales. «No había dudas de que se trataba de un prostíbulo privado», declaró Silvio Manino Leal, titular de la delegación NOA del Ministerio de Seguridad de la Nación, al diario LA GACETA de Tucumán. Las mismas fuentes indicaron que el intendente de Salvador Mazza estaba en una habitación con una mujer cuando llegó la Policía Federal para allanar el lugar. También e informó el intendente de Salvador Mazza, sorprendido por el allanamiento, se encerró en un baño y se negó a salir aunque cuando se supo acorralado tuvo que abrir la puerta y pasar varias horas demorado. Según detalló el mismo Leal, el lugar donde se encontraba Villalba, es una casa reciclada. En la planta baja había una barra con bebidas alcohólicas, luces bajas, música funcional. También fueron hallados 17 juguetes «sexuales».

Como ya lo informáramos ayer, todo se dio en el marco de que la Policía Federal realizó siete allanamientos en nuestra ciudad. Los mismos habían sido dispuestos por el juez Federal de Salta Miguel Medina, en el marco de una investigación iniciada para desbaratar la presunta existencia de una red de trata de personas para explotación sexual. Los allanamientos fueron realizados en los locales nocturnos «Perra Nostra», «Rumi» (ubicados en el macrocentro salteño), Quijote (en avenida Monseñor Tavella) y en un departamento privado ubicado en un barrio ubicado en las periferias de la ciudad, de acuerdo a la información proporcionada por Leal. Además, fueron allanados tres domicilios particulares donde residirían los propietarios de los distintos prostíbulos. En «Perra Nostra» había 15 mujeres que ejercían la prostitución, nueve en «Rumi», ocho en «Quijote» y dos en el departamento privado. «Todas son mayores de edad y tienen en promedio entre 18 y 23 años», explicó Leal.  La investigación de esta causa comenzó en dependencias de la Aduana del Paso de Sico, cuyo personal observó el tránsito frecuente de mujeres chilenas que serían trasladadas a los centros nocturnos. Luego se detectó que los establecimientos, a pesar de contar con habilitación para funcionar como bares o cabarets, no declararon empleados en relación de dependencia. A la vez, se comprobaron inconsistencias entre los ingresos declarados por los titulares, las acreditaciones bancarias, el patrimonio y los bienes por ellos adquiridos. Del megaoperativo, participó la fundación María de los Ángeles, que dirige Susana Trimarco, junto con el Programa de Violencia de Género de la Municipalidad de Salta, y 70 efectivos de la Policía Federal.