Tras la caída de una banda narco en Orán se destapó un entramado signado por el narcotráfico, la trata de personas y propiedades millonarias. Aparentemente el líder utilizaba una cooperativa de transporte para blanquear el negocio. “El Fronterizo”, dicen fuentes, habría sido apadrinada por el vicegobernador, Miguel Isa.  (Mariano A.)

Nada menos que “el patrón del mal del norte”. Así bautizó Patricia Bullrich al líder de una banda narco que fue desbaratada esta semana. La noticia concitó la atención de toda la prensa nacional y la ministra de Seguridad utilizó el hecho para resaltar la lucha “contra el crimen organizado” que se desarrolla en el país.

Juan Antonio Aguilera, según la caracterización de Bullrich, sería el equivalente a Pablo Escobar pero en el norte de la provincia. El hombre estaba al mando de una banda que se dedicaba al tráfico de cocaína, la trata de personas y la inmigración ilegal de ciudadanos chinos en la frontera de Salta con Bolivia.

La caída

El sur provincial, tantas veces mencionado por el aterrizaje de narcoavionetas, esta vez fue el escenario de una escena digna de una serie del director brasileño, José Padilha.

La policía tenía el dato que dos camionetas —que transportaban cocaína— se desplazaban por la ruta provincial Nº 5. Los policías venían siguiendo los pasos de los delincuentes desde hacía tiempo y no querían dejar a escapar a su ansiada presa así es que dieron aviso a Gendarmería para que los detuvieran en el puesto de control ubicado en el paraje El Naranjo.

Sin embargo, antes, los narcos se percataron y decidieron abortar el tráfico, volviendo sobre sus pasos. A los efectivos no les quedó otra que lanzarse a perseguirlos y pedir refuerzos. Fue en medio de la persecución que una camioneta de Gendarmería Nacional, otra de la Brigada de Investigaciones y una de Infantería de Metán, en la zona de finca El Garabatal, al este de Rosario de la Frontera, chocaron fuertemente.

Los delincuentes se dieron a la fuga, luego dejaron abandonado el auto y varios bultos con alrededor de 300 kilos de cocaína con tres logos impresos: un delfín con una flecha, la forma de una luna y la leyenda “MG”.

Finalmente, serían detenidas kilómetros después dos personas, entre ellas Aguilera. Posteriormente y continuando con las pesquisas, efectivos lograron detener a tres hombres vinculados con la organización.

Con intervención del Juzgado Federal de Orán, paralelamente se dispuso allanamientos en 10 inmuebles de esa ciudad y se incautaron 13 kilos más de cocaína, automóviles, pasajes y pasaportes de ciudadanos chinos, dinero extranjero de curso legal en la República Popular de China, celulares, tarjetas de crédito, equipo de comunicación radial, entre otros elementos de interés.

Trapisondas

Para poner al descubierto cómo operaban, el juez Gustavo Montoya ordenó escuchas telefónicas, vigilancias y seguimientos de todos los movimientos de Aguilera y sus secuaces. Fue así que en los últimos días se estableció que la banda estaba organizando el traslado de un importante cargamento desde nuestra ciudad hacia la provincia de Buenos Aires.

El patrimonio del cabecilla fue también un hecho que confirmó que su crecimiento no había sido juntando pesito por pesito sino que venía de diversas trapisondas. “Contaba con más de veinticinco propiedades ubicadas en las localidades de Aguas Blancas, Orán y Pichanal y tenía más de quince vehículos. Entre su patrimonio, se destacaba una propiedad ubicada en el Barrio 6 de enero, valuada en más de cuarenta y cinco millones de pesos denominada El Imperio”, explicó Bullrich.

Claro está que Aguilera no era un comerciante al menudeo. Movía mucha plata y tenía una gran influencia. Y como todo hombre con perspectivas en el mundo criminal pasó del contrabando de mercaderías y la trata a un rubro legal: el transporte. Así fue que armó una cooperativa llamada “El Fronterizo” que era utilizada como pantalla de los delitos y funcionaba en un predio de 1.500 metros cuadrados.

El éxito que la organización delictiva venía teniendo no sólo se puede medir por la enorme fortuna que estaba amasando su líder sino por haber llegado a tener una cooperativa legal para blanquear sus negocios sucios.

Cuando el asunto empezó a destaparse, se mencionó timidamente sobre los vínculos políticos del emprendimiento. Manuel Barrios, el presidente de la cooperativa de bagayeros 15 de Abril, fue el primero en  hacer hincapié por ese lado. Aseguró en declaraciones a la prensa que eran “notorios los nexos de los políticos provinciales, tanto del Ejecutivo como del Legislativo pasando también por los municipales de Orán”. Hasta ahí se animaba Barrios a abrir la boca. Entonces la incógnita era quienes eran los políticos a los que aludía el tipo o si se trataba de una acusación lanzada al aire como tantas otras.

Con el paso de las horas el “misterio” del vínculo con la política, se aclaró en cierto sentido. Una foto donde aparecía un reconocido político provincial confirmaba que no era una simple maquinación de mentes perversas. Se trataba de una imagen, el día de la inauguración de “El Fronterizo”, donde se veía al hombre en cuestión. El dato explosivo, por cierto, en vez de irradiarse se fue apagando hasta, lisa y llanamente, evaporarse. Y no era para menos: Miguel Isa, actual vicegobernador, era la figura política señalada como el “padrino” de la cooperativa, que si bien era la fuente de algunos pesos para algunos, para otros picaros funcionaba como una cortina.

Tamaño hallazgo sumado a testimonios que daban cuenta de las fluidas relaciones entre el “patrón del mal del norte” y el ex intendente de capital, sin dudas, era información para ser tomada con “pinzas”, razón por la cual, intentamos comunicarnos con Isa pero no pudimos dar con él.

La otra cooperativa

Fuentes periodísticas testimonian desde el lugar que lo dicho por Patricia Bulrrich quien dijo que «estaríamos en presencia de un golpe al narcotráfico» no es tan así y que hay mucho de show y poco de investigación. “La hipótesis más verosímil es que hay una pelea territorial entre las dos cooperativas de transporte más grandes de Oran; una es la de Aguilera y la otra es la 15 de Abril, que al parecer habrían mandado al muere para desplazarlos de la competencia. El mismo Barios dice que la política está metida en las organizaciones de bagayeros, lo que haría pensar que además de la lucha territorial también está  la de los votos: son más de 4.000 votos entre bagayeros , la mitad de una banca asegurada para diputado provincial”.

El que dirige la cooperativa es Manuel Barrios, un hombre que era investigado por la Justicia Federal y que, según fuentes, seria apadrinado por Amelia Acosta, referente del PRO en Oran, ex concejal y esposa del doctor Julio Villalba, actual titular de la dirección de Transporte de la Nación en Salta y ex asesor de Lara Gros.

Siempre siguiendo la misma línea, en la disputa habría caído en la volteada el llamado “patrón del mal del norte” deschabado por su competencia que tiene el aval macrista desde Nación. “¿Por qué no allanan la cooperativa de Barrios?”, preguntó una fuente consultada metiendo púa en la rendija.

Como fuese, la magnitud de los negocios del grupo desbaratado no podría haber sido viable sin vínculos de muy arriba.