Un bloque de pavimento cedió, dejando un agujero gigante en la avenida Santos Discépolo. Pese a que por el lugar transitan numerosos vehículos, no hubo que lamentar víctimas.

Pasado el mediodía, los vecinos de la zona sudeste de la ciudad sintieron un estruendo. Al salir a ver qué sucedía, vieron que en la calle había un agujero de unos 7 metros de largo y 4 de ancho, con una profundidad de, por lo menos, un metro. La placa de pavimento colapsó y, literalmente, se hundió.

“Esto pudo ser una tragedia. Por acá circulan muchos autos y motos, y más en el horario en que sucedió. Los podría haber tragado la tierra”, manifestó un vecino del barrio El Círculo 6 que no salía de su asombro al ver las “entrañas” expuestas de la ciudad de Salta.

El hecho fue dado a conocer por el comunicador social Gastón Durán, que justo pasaba por el lugar. Inmediatamente, la Municipalidad de Salta envió al subsecretario de Renovación Urbana, dependiente de la Secretaría de Servicios Públicos y Ambiente, Guillermo Benítez, a ver qué es lo que había sucedido quien aseguró, en un análisis más que veloz, que “el hundimiento se produjo por pérdidas de aguas subterráneas que fueron socavando el material hasta que por el propio peso de los vehículos pesados las placas cedieron”.

Ingenieros consultados sostienen que “este tipo de hundimientos se da por la confluencia de distintos factores y no sólo uno. En el deterioro del pavimento se debe analizar el daño causado por el tráfico, las condiciones ambientales y el envejecimiento de los materiales que constituyen la capa de rodadura”, precisó un ingeniero que prefirió mantener su nombre en reserva.

Por su parte, Aguas del Norte se mostró más cauta que el funcionario de la intendenta Bettina Romero y evitó emitir un veredicto. Sólo anunció en sus redes sociales que “Junto al @GobCiudadSalta  estamos evaluando el estado de las redes de agua y saneamiento debido al hundimiento del pavimento en avenida Discépolo”.

En un parte de prensa, la Municipalidad de Salta informó que “la rotura de placas ocurrió en el sector donde hace más de 10 años fue construidos la colectora cloacal que se encuentra a ocho metros de profundidad”, recalcando así que la obra no había sido realizada por la actual gestión.

En 2012 (10 años atrás), el intendente de la ciudad era Miguel Isa y su secretario de obras Públicas, el médico Roque Mascarello.