Mariana Reyes parece pintada. Frente a la violencia policial no dice nada. Tampoco ante las iniciativas fascistoides de algunos legisladores.

Cualquiera hubiera pensado que la Secretaria de Derechos Humanos iba a tener un rol preponderante, en una provincia donde la policía recibe súperpoderes y no para de golpear gente, de dispararle balas de goma en la cara y donde existen diputados que proponen pena de muerte y armas que dan descargas eléctricas.

Sin embargo Mariana Reyes nada dijo de estos casos. Guardó –y guarda- un silencio cómplice ante las torturas policiales y nada dice ante las desopilantes y fascistoides iniciativas de algunos legisladores.

Si cualquier desprevenido googleara “Derechos Humanos + Salta” lo último que aparecería en el buscador sería alguna intervención de Reyes. Es más, es probable que al googlear estaría al comienzo Verónica Simesen de Bielke, la fiscal que no sólo ha tenido la valentía de avanzar en muchas causas contra la policía, sino que además tuvo un importante rol mediático con las armas Taser. El rol que debería haber sido de Reyes, Bielke lo está haciendo.

Según las noticias que muestra google, el nombre de Reyes aparece en una noticia titulada “Salta lidera el número de mujeres que trabaja en el transporte público”. En su Facebook, tiene publicaciones contra el acoso callejero y otro para mejorar el deporte con perspectiva de género. Todos temas nobles, por su puesto, pero por qué la Secretaria de Derechos Humanos de la provinciano no dice nada de las torturas en cárceles y comisarías. ¿Fue a Villa las Rosas a ver como están los presos? ¿Visitas las comisarías?.

Salta necesita más que nunca alguien que se dedique al tema.

Lo nuevo | Torturar con perspectiva de género