La secretaria de Derechos Humanos, Mariana Reyes, hace poco y nada para evitar las constantes violaciones a los Derechos Humanos que ocurren en la Provincia, sin embargo, quiere educar en perspectiva de genero a una institución de monos con navaja.

La secretaria de Derechos Humanos, Mariana Reyes, tiene prioridades extrañas. Guardó un notable silencio sobre los súperpoderes otorgados a la policía, nada dijo sobre las torturas, los allanamientos ilegales, mucho menos sobre esa moda entre los policías provincial de disparar a la cara de los vecinos balas de goma para hacerles estallar un ojo.

Pero ahora reaparece para dictar cursos de perspectiva de género a una policía que no respeta los Derechos Humanos básicos. La idea, en otra provincia podría ser bien vista, sin embargo con la brutalidad de los efectivos salteños hay tantas cosas que hacer antes…

Los cursos empiezan por la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que, hay que reconocerlo, tiene a los integrantes más civilizados en relación a los pitufos provinciales. La acción forma parte de un plana para integrar la perspectiva de género en las políticas e instituciones de seguridad.

Nada dijo Reyes sobre el techo de cristal impuesto en la Cúpula del Servicio Penitenciario, donde las mujeres no pueden llegar ni con un amparo en la justicia. Y eso que parte de los objetivos del curso es identificar fortalezas y obstáculos para la construcción colectiva de espacios laborales saludables, libres de todo tipo de violencias y discriminaciones.