La comunicadora salteña Lula González hoy viviendo en Buenos Aires fue propulsora de la Ley conocida como del último adiós luego del fallecimiento de su abuelo. Hoy es voluntaria de la vacuna de laboratorios Pfizer. (Andrea Sztychmasjter)
María Luján González conocida como Lula trabaja actualmente como productora para la televisión Rusa, hace colaboraciones para medios del exterior como el Washington Post y en Argentina colabora en Infobae.
Lula es de esas personas que aunque no conozcas en persona, en cuerpa física, como profesional de los medios siempre se muestra solidaria con sus colegas. Esa solidaridad que se encuerpa en ella no solo es fraseológica, no queda solo en palabras, se materializa en actos que componen su estado: una periodista íntegra que pone la cuerpa en los momentos más difíciles. Ese compuesto encarna en ella algo que menciona al responder por qué decidió ser voluntaria de la vacuna Covid19: pensar en lxs otrxs, cuidar a lxs otrxs.
“Me anote para ser voluntaria por tres razones: una personal porque mi abuelo falleció de Covid y fue una experiencia durísima y si puedo aportar un grano de arena de esa manera lo voy a hacer, la segunda es una inquietud periodística porque quiero retratar el mundo del voluntariado, poner el cuerpo para la noticia porque no quiero que me la cuenten sino vivirla para de alguna manera escribir la crónica y la tercera porque creo que en estos momentos hay que ser muy solidario, esta enfermedad se trata de cuidar al otro y creer en la ciencia, en este momento en que surge un discurso en contra de la ciencia y en contra de las vacunas yo estoy muy a favor y creo que Argentina tiene una comunidad científica importante y tenemos que bancarla”, señala.
En el mes de junio se conoció que Argentina fue seleccionada para llevar adelante una de las fases de prueba con personas de la vacuna contra el coronavirus que la compañía farmacéutica estadounidense Pfizer está desarrollando junto a la alemana BioNTech. El testeo comenzó en agosto y la Fundación Infant liderará la investigación a nivel local. Según señaló Sergio Maldonado, el director del Hospital Militar donde se lleva a cabo la muestra, “se anotaron 25 mil pero solo participarán 4500 de esta instancia”.
Lula comentó que cuando le tocó dirigirse al hospital para que le colocaran la primera vacuna ya había sido aprobada la ley “del último adiós” de la cual ella fue una pieza importante luego que en una crónica pudiera retratar todo lo que le tocó vivenciar por el fallecimiento de su abuelo. “Cuando llegué al hospital militar me empezaron a aplaudir todos y pensé que era por lo de ley y me dicen no, porque ni siquiera saben tu nombre, te dan un número y me dicen ‘vos sos la paciente 4500’ ”, cuenta la periodista que esos aplausos que la sorprendieron fueron la puerta para que se le vayan los nervios.
“Cuando llegás en el hospital militar en el barrio de Cañitas en Palermo casi llegando a Belgrano te leen tu consentimiento, de qué se trata, te vuelven a aclarar que es voluntario y no es pago y sobre los efectos adversos que te puedan dar, algún enrojecimiento en la piel, alguna situación de fiebre”, describió.
Lula contó que un auto te pasa a buscar por tu domicilio y te lleva hasta el hospital, cuando llegás ves todo muy aséptico y varias personas vestidas de astronautas, luego de la lectura contractual empiezan con una serie de estudios: te pesan, te miden, te sacan sangre, te hacen un hisopado de COVID19, una prueba de embarazo. Después en una aplicación lxs voluntarixs van dando un reporte diario de sus síntomas. Lula comentó que un solo día tuvo fiebre pero se sintió cuidada por el equipo médico: “solo damos tres horas de nuestra vida y completamos una aplicación”, manifestó.
Salta, la desigual
Su compromiso con lxs otrxs, su responsabilidad periodística y su interés por su Salta natal nunca la alejan a Lula de esta provincia que la vió crecer, por ello señala que se encuentra muy pendiente de lo que aquí sucede. “Salta es una provincia tan inequitativa y tan desigual que va a ser un gran desafío en este caso Esteban va a tener tarea titánica porque estamos hablando de una provincia muy pobre y muy desigual (…) me parece que Sáenz intentó hacer todo lo que pudo no sé si fue suficiente, teniendo en cuenta también el contexto porque tenemos a Jujuy desbordado desde hace un tiempo pero nunca ‘cancherió’ por así decirlo como Gerardo Morales y siempre mantuvo el dialogo con el presidente y eso creo que es clave en estos momentos”, consideró.
Mencionó que ve con mucha preocupación al sistema sanitario local, que le conmovió mucho la muerte del periodista Eduardo Chañe a quien conocía: “Hay que confiar sobre todo en los médicos en un sistema de salud que está colapsado, que están mal pagos, no hay muchos terapistas y tienen un pluriempleo que hace que estén más propensos a contagiarse a estresarse y hay que ver que puede llegar a pasar, por más de las buenas intenciones que puede tener un gobierno en tratar esto no sé qué puede llegar a pasar y a eso lo miro con preocupación”.
Sobre el arco opositor salteño, Lula repudió que legisladores como Andrés Suriani y Martín Grande hayan convocado a una marcha en el monumento: “No puedo creerlo, ese día cuando vi lo de la marcha se cumplía casi un mes de la muerte de mi abuelo y rogaba no ver a nadie conocido en esa marcha porque era un caldo de cultivo para contraer el virus. No podía creer que Martín Grande que podría utilizar sus medios para concientizar convoque a una marcha y lo haga de una manera irresponsable y egoísta, llevando a su gente y no cuidando ni a sus votantes siquiera. Nanni también está incluido y ojalá haya algún tipo de responsabilidad”, señaló que está por escribir una carta abierta sobre esta situación propiciada por los legisladores salteños. “Ojalá alguien los denuncie penalmente”, sostuvo-
Ley del último adiós
Tras una larga lucha, el abuelo adoptivo de Lula murió por coronavirus el 22 de julio de 2020 en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital General de Agudos Bernardino Rivadavia. Días después de la muerte, la periodista comenzó a escribir una crónica. Lo hizo con la intención que tiene quien ve en la escritura una forma de katarsis, de desahogo, y con el objetivo de que se tome dimensión de lo que atraviesan los seres queridos de lxs enfermxs en estos momentos y, según sus propias palabras, para honrar la existencia de Mario y «para que su caso no sea solo un número más en las estadísticas».
“La verdad que fue una sorpresa que la ley se haya hecho a partir de una crónica”, comenta Lula que el año pasado afrontó la muerte de su padre y pudo estar con él los últimos momentos de su vida física, eso no sucedió con su abuelo. “El otro día un médico me decía que mucha gente que está en terapia cuando son grandes piensan que los abandonaron o los dejaron solo, entonces la importancia de esta ley porque cuando estás ahí adentro perdes la noción de la realidad. En el caso de mi abuelo, murió solo, yo no lo veía desde marzo y le tuve que contar a mi abuela que su compañero de toda la vida había fallecido”.
Después de su crónica donde contaba los impedimentos para poder ver a su abuelo, otros casos más tomaron estado público, uno de ellos; Solange Musse, la joven enferma de cáncer a la que su padre no pudo ver por las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia. Muchxs leyeron su crónica y el autor de la ley aprobada por unanimidad en la ciudad de Buenos Aires, el diputado Facundo Del Gaiso, del bloque Vamos Juntos (VJ) utilizó parte de su texto para argumentar el proyecto. El mismo establece que los centros de salud porteños quedan habilitados para implementar el protocolo sanitario para visitar a personas internadas con un cuadro crítico de Covid-19. Dicho protocolo establece, entre otras cosas, qué requisitos debe cumplir el familiar o allegado que desea visitar al paciente, que son»tener entre 18 y 60 años, gozar de buena salud, no presentar factores de riesgo y no estar embarazada».
Por otro lado, indica que la persona que realiza la visita deberá utilizar el Equipo de Protección Personal (EPP). Además, contempla que «siempre que la condición del paciente lo permita, se deberá brindar al allegado la posibilidad de entablar una comunicación con el resto de la familia a través de dispositivos digitales».
Lula no puede ocultar su emoción al reflejar que esta ley -que ya prevé implementarse en otras ciudades del país- viene a brindar ese último adiós que su abuelo no tuvo pero que tendrán otras personas gracias a él y el recuerdo de una nieta asombrosa que logró reivindicar su vida y todo lo que su abuelo le brindó. Muestras de amor y un último momento de gratitud. El amor y la gratitud que se siente al leer algunos fragmentos de la crónica que Lula escribió y que dice así: “(…) El médico me dio un diagnóstico y me dijo que el corazón había fallado, que había crecido de tamaño. Qué ironía, porque el corazón grande de Mario fue lo que lo convirtió en mi abuelo”.
La nota de Lula publicada en Infobae la podés leer aquí: https://www.infobae.com/sociedad/2020/08/01/despedida-a-mi-abuelo-del-corazon-al-que-no-pude-abrazar-cuando-murio-de-coronavirus/