Descontrol, punk rock y mucho rezo. Se armó la gorda en zona sur cuando efectivos de la policía allanaron un recital cristiano que resultó ser poco santo. Casi crucifican a un azul.

Grande fue la sorpresa de los uniformados cuando ingresaron a la casa ubicada en barrio Santa Ana y que fuera objeto de una turba de inadaptados que dedican su vida al señor.

Lo que parecía ser una fiesta de degenerados comunes y corrientes, resultó ser la reunión de una nueva secta que mezcla la música punk y las alabanzas a Jesucristo.

Los vecinos alertaron a las fuerzas del orden gracias a la línea gratuita recientemente habilitada por la policía salteña: 0800-BOTONAZO. Ahí se registraron al menos dos quejas por rezos molestos a deshora, lo cual motivó la intervención policíaca.

Ni bien ingresaron los oficiales a la morada se armó el desbarajuste: volaron tazas de té, termos con mate y demás brebajes sin alcohol que suelen consumir los punks cristianos. Al grito de “Cristo todo lo puede” algunos súbditos se abalanzaron contra uno de los oficiales, intentando llevarlo hacia la cruz que hacía de fondo para el escenario, luego los cagaron a balazos de goma y ahí se acabó la pachanga.

“Estamos a favor de nuestro salvador, pero todo mal con la yuta”, comentó a El Polichombi, Ricky Coronaespinoza, vocalista de Escroto de Judas, una de las bandas participantes de la fecha en zona sur, junto a otras tales como Apóstol Encanutado y Judío No Circuncidado, que no llegaron a tocar porque antes se armó el tole tole.