Fuertes prohibiciones a la pesca en los diques Cabra Corral, Campo Alegre y Las Lomitas.

Entró en vigencia una fuerte veda para la pesca deportiva en los tres diques cercanos a Salta Capital.

La medida se tomó para recuperar la fauna ictícola. Los embalses y sus peces fueron depredados, al parecer porque nadie controló antes. Todo un reconocimiento, parte de un gobierno que ostenta la administración desde 2007. Las Lomitas (Campo Quijano) y Campo Alegre (La Caldera) tienen veda toda, mientras que en Cabra Corral está prohibido pescar de noche.

Un recurso turístico que se ve resentido, porque no se actuó progresivamente. Según informó la Secretaría de Ambiente, a cargo de Gustavo Paul, en Cabra Corral sólo se permite pescar, en las zonas habilitadas y hasta las 3 AM.

En Campo Alegre la veda es total hasta el 30 de noviembre y en Las  Lomitas, la veda se extiende hasta el 31 de marzo de 2015. En el embalse Cabra Corral se efectuó el boyado en las zonas protegidas, quedando vedados los sectores norte y sur hasta el 18 de noviembre. La zona reservada en el sector sur, se extiende desde la península El Zapallar, y su costa opuesta, hasta el final de la zona de agua embalsada. En el norte, desde la «isla» frente al club Los Mayuatos, y su costa opuesta en el cerro La Cruz.

En las áreas habilitadas, se permite la pesca desde las 7 de la mañana hasta las 3 de la mañana del siguiente día (en caso de excursión embarcada, el horario hace referencia a la salida y llegada del catamarán al puerto). Es obligatoria la presencia de un guía de pesca en la embarcación comercial, para controlar el cupo de pasajeros y la correcta utilización de luces y cebos, entre otras responsabilidades. En el dique Las Lomitas la veda es total hasta el 31 de marzo del 2015 (no se podrá pescar durante todo el verano), quedando prohibida la actividad en la zona. A su vez, en el embalse Campo Alegre, la veda también es total y se extiende hasta el 30 de noviembre del presente año. Una medida necesaria para la reproducción de los peces, pero también una medida drástica, que muestra la falta de gestión y sobre todo de previsión. El cuidado y recuperación de los diques y ríos provinciales debiera ser constante y contundente. No esporádica, y de dudosos resultados. Con la contaminación, por ejemplo, nada se hace. ¿Y si empezamos por el río Arenales?