No está claro si es para mostrar algo de gestión o para posicionarse políticamente, o las dos cosas juntas, pero lo real y cierto es que el ministro de Gobierno, Eduardo Sylvester, mandó a editar una revista de distribución gratuita. (Gonzalo Teruel)
Tuvo la delicadeza de no ponerse en la tapa. Tuvo el descaro de ponerse en el reverso de tapa firmando la columna editorial. La revista se llama CB “crecer en mi barrio” y su slogan de identificación reza “la revista de los Consejos Barriales”. Tiene un tono popular y un marcado enfoque municipal aunque no se menciona ni una vez a la Municipalidad ni al intendente Miguel Isa.
El primer número de la publicación está fechado en abril pero se comenzó a distribuir a finales de mayo. Ese problema logístico se contrapone con la excelente calidad del papel y el trabajo de armado y edición fotográfica. Los textos, obvio, son pobres ética y estéticamente. Su contenido se reduce al trabajo de los Consejos Barriales que inventó Sylvester cuando era ministro de Seguridad como forma de mostrar presencia y no sólo represión en las distintas barriadas de la capital provincial.
“Hoy estamos presentes en toda la provincia. Somos vecinos convencidos de que es posible construir un espacio de participación democrática y voluntaria en el que podemos ser nosotros los protagonistas de la solución de nuestros problemas”, se lee en página dos, en el primer texto que no es de autoría de Sylvester o de Juan Manuel Urtubey, quien participa con una frase de su discurso en una reunión de los Consejos realizada en septiembre. En esa primera doble página -2 y 3 tal como están numeradas- se describe la transición de esos Consejos Barriales que pasaron de juntarse por el tema inseguridad a abarcar casi todas las inquietudes vecinales.
En las páginas siguientes y con gran despliegue de colores y fotografías se cuentan diversas iniciativas de recuperación de los espacios y edificios públicos en distintos barrios. “Las chicas se divierten a lo grande” es el título de la nota sobre la fiesta que los Consejos hicieron para el día de la mujer -el 8 de marzo- en el Delmi. La nota es breve, de no más de 30 líneas y está acompañada de varias fotos; en una de ellas, cual celebrity, Sylvester aparece riendo con algunas mujeres y el animador televisivo Gustavo Bacarella. Los demás títulos y textos son igualmente livianos. “Juntos a pura risa”, “La música es magia”, y “Recetas para la alegría” son algunos de los titulares que pueden leerse a lo largo de la revista.
En ninguna parte se encuentran los datos del emprendimiento gráfico. No se identifica titularidad de la propiedad intelectual, responsable editorial, ni staff periodístico. Al pie de la contratapa está el logotipo del ministerio de Gobierno. El equipo de prensa de Sylvester, no obstante, se hizo cargo de la autoría del material gráfico. “Si, si, es nuestra revista”, contestaron a Cuarto Poder y explicaron que se trata de una iniciativa para “dar difusión a los actos de gobierno” y, además, como “estrategia de contagio para la participación popular en los Consejos”.
Según reveló el vocero ministerial, la revista -con 2 ediciones en la calle y una tercera ya en imprenta- es costeada por la cartera de Gobierno con el correspondiente aval de la Secretaría de prensa pero no pudo precisar la cantidad de ejemplares impresos ni el costo de la aventura editorial.
Por el tipo de papel y por la variedad de colores e ilustraciones, la de Gobierno debe ser por amplio margen la revista más costosa del mercado editorial salteño. “Para la semana que viene te alcanzo los datos que ya pedí a la contaduría del ministerio”, se comprometió el vocero de Sylvester ante el pedido de Cuarto Poder, semanario pobre pero honrado.