A pesar de que el pedido por la renuncia del Jefe de Gabinete se extiende de empresarios a operadores políticos, el presidente todavía mantiene a su muchacho. En tanto Larreta niega su posibilidad como sucesor.

Según informan medios especializados, las presiones provienen tanto desde los empresarios y el peronismo como de propios sectores de la coalición oficialista.

El jefe de gabinete había salido a negar cambios esta misma mañana y aseguró que no se estaba ante un «fracaso económico». Luego de sus declaraciones, el peso se devaluó un 20 por ciento.

En el mundo empresario ya dan a Peña, el hombre de mayor confianza del presidente, como fuera del Gobierno y exigen que junto a él se vayan sus vicejefes Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. Pero Macri se sigue resistiendo a deshacerse de su mano derecha.

El gran candidato para reemplazar a Peña es Horacio Rodríguez Larreta. Pero el jefe de Gobierno porteño resiste su pase a la Casa Rosada porque considera que podría hundir su proyecto presidencial.

«Soy jefe de Gobierno hasta el 10 de diciembre del año que viene. En algún momento me preguntaron y dije que sería natural trabajar por una reelección», aseguró el hombre de la pelada.

Las palabras de Larreta buscaron evitar lo que ya es casi un reclamo explícito en parte del «círculo rojo». «Los empresarios y medios juegan para que sea», sostuvieron desde el macrismo. «No sé si es una fortaleza igual, si tiene que salir a desmentir eso…», reflexionaron en el macrismo porteño.

En ese contexto el jefe de gobierno ya asumió parte de la negociación del presupuesto con los gobernadores. Pero Larreta no solo habla en nombre de la Ciudad, sino que también lo hace por la Provincia. El rol que asumido frente a sus pares del interior no parece un gesto desinteresado, sino más bien busca evitar asumir un puesto formal en el gobierno nacional.

Fuente: La Política Online