Se realizó el encuentro “Explotación sexual: un desafío para los medios de comunicación” organizado por periodistas de la RED PAR. En las conclusiones señalaron que “El sistema prostituyente se sostiene también económicamente desde los grandes medios”.

La militante Sonia Sánchez y la comunicadora Gabriela Barcaglioni participaron en la UNLPam de la charla «Explotación sexual: un desafío para los medios».

Sonia Sánchez analizó que “desde la comunicación se sostiene la violencia, y desde el lenguaje… Es una pelea a dar desde todos los lugares y todo el tiempo”. Mantuvo una reunión con legisladores: “Estuvo muy bueno, tienen compromiso, son jóvenes y debemos apostar para que trabajen en el tema”.

“El sistema prostituyente se sostiene también económicamente desde los grandes medios”, dijo la licenciada Gabriela Barcaglioni. La comunicadora estuvo en Santa Rosa como parte de la actividad organizada para debatir acerca del papel de los medios de comunicación en las redes de explotación sexual. También participó la activista Sonia Sánchez.

El encuentro fue organizado por Periodistas de Argentina en Red -PAR- y la Asociación Civil Akun. La charla pública fue “Explotación sexual: un desafío para los medios de comunicación”. Allí se presentaron el Decálogo para el tratamiento periodístico de trata de personas y explotación sexual a cargo de la periodista y licenciada Barcaglioni y la disertación de la activista feminista Sánchez sobre el sistema prostituyente.

La actividad se enmarcó en el 10º aniversario de la red PAR y en el Día Internacional de la Mujer. Fue en el salón del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Humanas a partir de las 18 horas. Contó con el auspicio de la carrera de Comunicación Social y de la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas.

Sonia Sánchez comentó que la idea del encuentro fue “trabajar el tema de prostitución y trata, cómo podemos decir basta a esta violencia, cómo prevenir para que los varones jóvenes no se conviertan en varones prostituyentes y las mujeres jóvenes no sean las putas del futuro. Eso se logra con un debate sobre el tema y sobre la violencia”, dijo.

Analizó que “desde la comunicación se sostiene esta violencia, y desde el lenguaje… Es una pelea a dar desde todos los lugares y todo el tiempo”.

Contó su reunión con legisladores y legisladoras provinciales: “Estuvo muy bueno, tienen compromiso, son jóvenes y debemos apostar para que debatan y trabajen en el tema, para que no bajen el presupuesto a los programas que hay para la restitución de derechos. Fue una reunión interesante y productiva”.

Sánchez es una activista feminista, profesora y animadora cultural argentina. Nació en Chaco. A sus 17 años, contrariando a sus padres, viajó desde su ciudad natal a Buenos Aires, como empleada doméstica, pero con exiguo sueldo. Fue echada a la calle y explotada sexualmente durante seis años, desde los diecinueve.

“Me gusta nombrar las cosas por su nombre. Uso la palabra puta porque no permite disfrazar, ni mentir. Si vos decís mujeres en situación de prostitución o trabajadoras sexuales, estás maquillando la realidad. La prostitución es violencia y humillación, no es trabajo. El hambre y la vulnerabilidad fabrican putas y lo grave es que hoy la explotación sexual está organizada y globalizada”, dice la autora de “Ninguna mujer nace para puta”.

En tanto, Gabriela Barcaglioni señaló que el decálogo en general “tiene aceptación, porque desde la Red hacemos un trabajito de hormiga, llevamos los textos a las redacciones, discutimos con los y las colegas, es una herramienta para trabajar de otra manera las noticias”.

“Esas sugerencias para el tratamiento del tema -aclaró- no son un libro cerrado, se van enriqueciendo, poniendo en tensión y en discusión con la propia experiencia”.

Barcaglioni insistió en que “el sistema prostituyente se sostiene también económicamente desde los grandes medios, es un delito complejo donde hay diferentes actores y protagonistas y los medios sostienen desde la publicidad y desde las imágenes que transmiten; los medios alternativos y pequeños tienen un mayor compromiso con el tema”.

“A veces en los grandes medios hay colegas que pueden introducir cambios, aunque les cueste más”, aclaró. Planteó que los estudiantes “están como descubriendo (las problemáticas e intereses), son menos prejuiciosos”.

La licenciada insistió en que “hacemos nuestro trabajito de hormiga en todo el país; esa es la tarea: ir y plantear el tema”.

Consultada sobre si hay diferencias, en este aspecto, entre las realidades de las grandes ciudades y las más pequeñas del interior del país, respondió: “Desde los medios, como profesionales, tenemos que desnaturalizar algunas prácticas que son similares; la dinámica es la misma, puede cambiar la dimensión, pero la modalidad es la misma, tenemos la misma tarea y a veces en medios más chicos donde todos y todas se conocen es más difícil porque al desnaturalizar también estás denunciando”.