Desde la multitudinaria marcha nacional “Ni una menos” de Junio, hubo siete femicidios en nuestra provincia. Salta sigue siendo uno de los territorios del país donde mayor es la cantidad de homicidios hacia las mujeres por razones de género. (Garrik)

La última víctima fue Julia Aranda de 56 años, quien fue asesinada a plan de golpes en la cabeza, para los que utilizaron un martillo, en el interior de su vivienda de un barrio de la zona sudeste de la capital. Por el crimen fue detenido y acusado un hombre de 28 años.

Según datos de la Oficina de la Mujer, que depende de la Suprema Corte de Justicia de Salta, durante el año pasado hubo 14 femicidios, 8 de cada 10 se sucedieron en el ámbito familiar. Además reveló el informe que 21 niños y niñas menores de edad quedaron sin sus madres y que 10 de los 14 asesinatos se encuentran en estado de juicio, uno de ellos con sentencia condenatoria.

Las víctimas fueron mujeres de entre 21 y 40 años, y los asesinos hombres de entre 19 y 40 años. En el informe no se incluyeron los casos en los que el femicida cometió suicidio y por lo cual no ingresaron al sistema judicial.

Recordemos que según datos de la Asociación Civil la Casa del Encuentro, durante el 2014 las estadísticas ubicaron a Salta como la segunda provincia junto a Córdoba con más mujeres asesinadas por motivos de género, con 21 muertes, precedida solo por la provincia de Buenos Aires, con 91 casos, en tercer lugar Misiones con 16, seguida de Entre Ríos con 15.

Además se registraron 29 femicidios vinculados de hombres y niños (es decir personas que quedaron “en la línea de fuego” del femicida o fueron asesinados para “castigar” a las mujeres). En un 80% de los casos las víctimas tenían un vínculo conocido con el atacante: un 34% eran esposos, parejas o novios y un 22% eran ex parejas, esposos o novios. La gran cantidad de las víctimas tenía entre 19 y 50 años.

El Observatorio lleva adelante el registro de los casos publicados en las agencias informativas y en 120 diarios del país desde el año 2008. Contabiliza los homicidios de mujeres por razón de género, es decir, casos que no tienen que ver con robos, secuestros u otras situaciones de la llamada “inseguridad” urbana.

En la Argentina rige desde hace seis años la ley 26.485, de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollan sus relaciones interpersonales, sin embargo, desde 2008 hasta diciembre del año pasado 1808 mujeres fueron víctimas mortales de la violencia de género, según revelan las estadísticas de La Casa del Encuentro.

La entidad reclamó la sanción de una ley que quite automáticamente la patria potestad a los femicidas, que se garantice el patrocinio jurídico gratuito especializado en el fuero penal y civil para víctimas y la urgente implementación de un plan nacional para prevenir, sancionar y erradicar la violencia hacia las mujeres, como está previsto en la Ley 26.485, sancionada en 2009.

Emergencia provincial

El gobierno de Urtubey, durante el año pasado declaró la emergencia provincial en materia de violencia de género, tras haber sido solicitada por distintas agrupaciones sociales y políticas, ante el aumento de casos registrados en nuestra provincia. La declaración de la emergencia tuvo por objeto visibilizar el problema y se convocó a todos los sectores para analizar las acciones a seguir.

Entre las medidas adoptadas, se decidió la creación de cinco juzgados y cinco defensorías de Violencia Familiar y de Género, hogares de protección temporal como instancias de tránsito y albergue de las víctimas, la instalación de botones antipánico en toda la provincia y el establecimiento de “una red de contención social y sanitaria entre el Estado y organizaciones no gubernamentales” así como el promover “la construcción de una cultura pacífica y libre, fortaleciendo las medidas preventivas de violencia de género”.

En este marco también se creó el Observatorio de Violencia contra las Mujeres destinado al monitoreo, recolección, producción, registro y sistematización de datos e información sobre la violencia contra las mujeres en la provincia de Salta. El Observatorio tiene por misión el desarrollo de un sistema de información permanente que brinde insumos para el diseño, implementación y gestión de políticas públicas tendientes a la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres.

El problema

La violencia hacia las mujeres se basa en una relación desigual de poder, y se magnifica cuando se desarrolla en lo que conocemos como patriarcado, que es el sistema social de valores, creencias y costumbres en el que el hombre subordina a la mujer. En este sistema las relaciones de género son jerárquicas y desiguales, y es el que, lamentablemente, impera en nuestra región.

La agresión puede ser ejercida física, psicológica, sexual, económica y hasta simbólicamente. Este tipo de violencia la perpetra el grupo social dominante sobre el dominado sin hacer uso de la fuerza física, para imponer determinados valores, idiosincrasias y así condicionar las relaciones sociales. El grupo dominado usualmente desconoce o consiente esta imposición, por esto se dice que es la más peligrosa, ya que no siempre se percibe.

Este tipo de violencia se disemina como un virus, que si no es atacado a tiempo infecta a toda la sociedad y aparece en todos los ámbitos de nuestras vidas: en la escuela, en la familia, en el trabajo, etc. Y una de sus “vías de transmisión” más eficaces es la propaganda y los mensajes que se difunden en los medios masivos de comunicación, principalmente los audiovisuales.

A través de estos mensajes se suele difamar, injuriar, discriminar, humillar, y hasta promover, directa o indirectamente, la explotación de las mujeres, atentado contra la dignidad de las mismas. En todos estos casos se empieza a legitimar y a construir patrones socioculturales reproductores de la desigualdad lo que deriva en un ejercicio de poder agresivo hacia ellas.

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