La celebración milagrera de este fin de semana contará con un promesante inscripto casi a última hora: Mauricio Macri. Cuando el protocolo es un contratiempo, en medio del desarrollo de la campaña electoral. El contexto social, político y religioso en el que se producirá este aterrizaje.
Entre los promesantes y plegariantes que arribarán este fin de semana a nuestra capital, uno de los más exigidos que acudan a implorar por placas tectónicas en calma es Mauricio Macri. El presidente de la nación, arribará este fin de semana con el fin de participar de los festejos religiosos, en agradecimiento a los protectores de la principal ciudad provincial.
Por cuestiones de protocolo que resultan ineludibles, el anfitrión del saliente mandatario nacional corresponderá al gobernador, Juan Manuel Urtubey. Mientras que hasta el momento nada se supo en relación a la tesitura que adoptará la intendencia capitalina, a cargo de Gustavo Sáenz.
La llegada de Macri fue confirmada este viernes, de acuerdo a las fuentes citadas por el portal La Gaceta de Salta, medio que invocó como soporte de esta noticia contactos cercanos al espacio político del Jefe de Estado. En horas previas, el propio Urtubey había abonado esta posibilidad, al señalar en un contacto con los medios de prensa que se habían contactado “desde Presidencia diciendo que el Presidente quiere venir”.
Tampoco hay que olvidarse de la figura principal que tendrá este fin de semana, el arzobispo Mario Cargnello. El titular de la grey católica pidió al final de la semana definir “qué país queremos” y en su homilía del viernes admitió que “en esta hora de la Patria, me hizo una cosita aquí”, dijo y señaló el centro de su pecho. En tanto, en otro pasaje de su alocución el religioso exhortó que “tenemos que ponernos al servicio de la Patria”.
El representante local del Vaticano afirmó que este es un momento “difícil, ojalá sea una hora para que de una buena vez definamos qué Patria queremos” y en particular confió que “Salta aprenda de esto para cambiar la Patria”. Cargnello ofreció este mensaje, acompañado por monesñor Oscar Ojea, el actual titular de la Conferencia Episcopal Argentina. Algo así como un equivalente al Poder Legislativo, aunque en clave religiosa.