Una nena de 2 años corre el riesgo de perder la audición porque los profesionales del Materno Infantil no se dieron cuenta que tenía una pila en el oído. La madre la llevó 7 veces en 16 días y en cada una le dijeron cosas distintas, al final el objeto fue extraído, pero no en el hospital.

La cronología de los sucesos parece más una comedia de humor negro que un relato real, pero en la salud pública todo puede ocurrir, entonces la desidia profesional, la mala atención y los equívocos son parte de la posibilidad al aventurarse a una atención médica en los hospitales salteños.

La hija de Romina Magno la pasó mal, y esto no es broma. El 4 de febrero su madre la llevó a la guardia del hospital por un fuerte dolor de oído, entonces la médica que las atendió le recetó unos calmantes y la mandó a la casa. Al día siguiente regresaron porque los dolores no cesaban, entonces “una otorrinolaringóloga me maltrató y se negó a atendernos”, contó.

La tercera visita al nosocomio derivó en un diagnóstico de infección, receta de antibióticos y una derivación a interconsulta con un especialista. Los medicamentos no funcionaron, el oído de la nena empeoraba y ya tenía otro color. Para la cuarta visita “El nuevo pediatra dijo que mi nena tenía un bicho y de nuevo me cambiaron los medicamentos, pero tampoco hicieron efecto”, pero esto no termina, puesto que en la quinta visita le dijeron que la niña tenía un hongo y le recetaron otros medicamentos.

Casi dos semanas después de la primera visita al hospital, el 17 de febrero, el oído de la nena comenzó a supurar sangre. “Al ver cuanto había empeorado salí corriendo al hospital, el médico que nos atendió me dijo que el oído estaba muy inflamado, con pus y secreciones, que espere a que la especialista me atienda”. Tras una espera de horas, cuando revisaron a su hija, el diagnóstico fue: tiene dos tapones de cera y le dieron un turno para realizarle la limpieza. Cuando retornó a su casa y junto a la tía de la nena, decidieron observar con detenimiento el oído lastimado, cosa que al parecer no hicieron en el hospital. Con la ayuda de la linterna de un celular “a simple vista estaba la pila, nosotras que no somos médicas la vimos de inmediato y con una pinza muy delgada la sacamos”. Ahí se dirigieron por séptima vez al Materno Infantil. Recién en esta ocasión internaron a la nena. “El elemento ya estaba sulfurado”, explicó la mujer.

Carlos Moreno, gerente del hospital, negó que exista una denuncia por mala praxis, hasta ahora. Confirmó el estado de la nena y dijo que no hay peligro de que pierda la audición.