Como si no fuese suficiente la cantidad de azules grandes que circulan por la provincia ahora se incrementan los cuerpos de policía infantil por todas partes.

Uno puede imaginarse que este tipo de instituciones (que cooptan a los infantes en esta inocente etapa en la que las mentes son fácilmente moldeables) hacen de las suyas y se termina reproduciendo la idea falsa de que el orden está en la represión de las libertades y en el quedarse en el molde.

Recordemos que años atrás se armó cierta polémica luego de una nota publicada por Página 12 en la que se hacía referencia a estos cuerpitos de la policía, en un fragmento de esa nota citaban textualmente los objetivos presentados en la Resolución Nº 546/90, que les dio nacimiento: “Su misión es incorporar a la niñez como participante activa en la acción preventiva policial, persuadiéndola al rechazo y apartamiento de conductas antisociales y delictivas, creando un ambiente adecuado a fin de que el niño a medida que avance en edad y conocimiento vaya descubriendo los auténticos valores de la vida y comprendiendo la importancia de la función policial en el mantenimiento de la paz social”.

Ahora informan que los cuerpos infantiles que dependen de la Comisaría Seccional 22 de Hipólito Irigoyen, de la Comisaría 44 de Morillo y del Destacamento Dragones fueron reinaugurados en los días pasados y además se le suma la incorporación de niñas entre 6 a 12 años en el caso de Dragones.

Mientras los minipolicías no sean entrenados en las prácticas que caracterizan a los mayores no hay tanto para temer. Sino tendríamos una plaga de narquitopolicías, torturadorcitos, represorcitos que usan gatillitos fáciles con balitas de goma.