Las organizaciones afectadas por la suba de tarifas de luz, gas y agua se reunieron y dejaron en claro que las medidas de “alivio” son insuficientes. Continuarán con las presentaciones judiciales y las protestas.
Pymes, cooperativas, empresas recuperadas, clubes de barrio y centros culturales dejaron en claro ayer que las medidas de alivio tarifario que recibieron de parte del macrismo son insuficientes y que continuarán con las presentaciones judiciales y las protestas. Esas entidades lanzaron ayer una convocatoria multisectorial para canalizar sus reclamos en contra del Gobierno y organizar las movilizaciones en la calle. El diagnóstico es compartido: a pesar de que la boleta aumente “sólo” un 500 por ciento, el cambio tarifario abrupto en un contexto de desplome de las ventas, apertura de importaciones y aumento de otros costos por la megadevaluación deja a miles de puestos de trabajo en la cuerda floja.
Ayer se reunieron cientos de dirigentes pymes, cooperativistas, de los clubes y centros culturales en el auditorio del Hotel Bauen para definir una respuesta unificada frente a la política económica agresiva que reciben del macrismo. Hoy habrá una jornada de actividades de unos 6 mil clubes de barrio en la Plaza de Mayo, movilizados por la Unión Nacional de Clubes de Barrio y mañana marcharán cooperativas y pymes al Ministerio de Energía y a la cartera laboral. Página/12 recogió testimonios de trabajadores y presenció la discusión del plenario.
Algunos casos
“Esta decisión del Gobierno nos está arruinando. El tarifazo nos dio en la columna vertebral porque la energía y el agua es lo que más utilizamos”, indicó a este diario Plácido Peñarrieta, de la Cooperativa Artes Gráficas Chilavert, que cuenta con 15 asociados y cuya factura de luz subió de 3 mil a 15 mil pesos y el agua de 800 a 5 mil pesos. “El tope que puso el Gobierno no nos sirve porque de cualquier manera no podemos trasladarlo a precios, lo que se suma a la baja de la producción por la apertura de importaciones. En este contexto de inflación no pudimos aumentar los retiros de cada asociado, hemos pagado dos boletas y la última ya no la pudimos pagar”, agregó.
“El gran problema es que si no hay trabajo no hay forma de absorber un aumento tan elevado porque ningún cliente lo acepta. Sólo por el consumo de las máquinas nosotros pasamos de 6 mil a 33 mil pesos de luz”, señaló a Página/12 Enrique Iriarte, de la Cooperativa 19 de Diciembre, una autopartista de Villa Ballester recuperada en 2002. Hace dos semanas, el Gobierno ofreció un registro público para que las recuperadas se inscriban para pagar en dos cuotas la factura de luz. Es un mecanismo de limitado alcance y que además está mal implementado. “Edenor no lo acepta y Edesur sí”, cuenta Iriarte.
“Con el aumento de la luz recibimos un mazazo. De 14 mil pesos pasamos a 57 mil pesos. Toda la plata que usábamos para comprar materiales ahora es para pagar los servicios. Nuestros retiros semanales bajaron un 50 por ciento. Sabíamos que iba a venir un aumento, pero no tan desproporcionado”, dijo Alicia Pérez, de la Cooperativa Unidos por el Calzado, recuperada en 2004, que presentó un amparo judicial.
“La boleta de luz nos subió de 16 mil a 59 mil pesos mientras que la faena cayó a la mitad porque la gente no compra carne. Estamos intentando sostener nuestros retiros y venimos utilizando un fondo que habíamos acumulado, pero eso tarde o temprano se va a acabar”, dijo Orlando Acosta, del frigorífico recuperado Incob de Bahía Blanca.
“Los empresarios dejaron de vendernos cuero para enviarlo sin procesar a Brasil porque es más barato. El aumento de las tarifas nos dejó afuera del mercado”, señaló Jorge Loto, de la curtiembre Becas. En una planta la luz les subió de 6 mil a 30 mil pesos, mientras que en otro establecimiento, de 12 mil a 60 mil pesos.
La multisectorial
“El Gobierno no tomó nota de lo que está ocurriendo. La movilización es nuestra herramienta para frenar el tarifazo”, comenzó Federico Tonarelli, presidente de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionadas (Facta). “Hay que avanzar en una respuesta colectiva, con cautelares y en la calle”, agregó Juan, de la Federación Gráfica Bonaerense. “El supuesto tope que puso el Gobierno es una burla”, dijo Guillermo Parodi, de la CTA.
Uno de los temas en danza fue la estrategia judicial. “Tenemos que pensar cómo seguir la presentación de los amparos, si de forma individual, colectivos o en grupos”, planteó el representante de Gráfica Patricios. “Nosotros presentamos un recurso de amparo. Este golpe puede dejar a todo el sector fuera del mapa”, indicó Juan Sancha, de la cooperativa Decosur y dirigente de la CNCT.
“El presidente nos toma el pelo. Dice que nos devuelve parte del aumento de la luz pero se olvida del gas y del agua. Nos quieren llevar puestos a todos”, dijo Cristian Font, representante de los clubes de barrio. “Además, Macri dice que el nuevo valor puede aplicar desde abril pero se olvida de los meses anteriores. Es una vergüenza que el anuncio de hoy haya sido en un club de barrio”, agregó Carlos Funes, presidente del Club Colegiales. Se manifestó en la misma línea Ariel Parodi, del club Flores Sur, y los representantes de Centros Culturales.
Eduardo Fernández, titular de Apyme, pidió una “ley de emergencia para que las tarifas vuelvan a foja cero”. “Vayamos todos juntos para pelear por esto”, dijo. También participó Enrique Vázquez, de la Cámara de Comercios de Boedo. Desde el arco sindical, Walter Correa, secretario del gremio de obreros curtidores, advirtió que “tenemos que defendernos porque todos sabemos cómo termina esta película”.
Asistieron al encuentro los legisladores del FpV por la Ciudad Carlos Tomada, José Cruz Campagnoli, Paula Penacca y Pablo Ferreyra. “Esto no es sólo el tarifazo, el objetivo final son los salarios y el empleo”, dijo Tomada. “La forma de parar este plan de ajuste es organizándonos”, agregó Campagnoli. También participó Andrés Ruggeri, del Centro de Documentación de Empresas recuperadas que funciona en el programa Facultad Abierta en el marco de Filosofía y Letras (UBA).
“Hemos perdido cientos de centros de jubilados que no pueden pagar la luz, y los topes que puso Macri son una burla. Nosotros los jubilados, sin la organización de las entidades de trabajadores, estamos listos, porque el Gobierno se propone además quebrar el sistema jubilatorio argentino”, indicó Carlos Valle, presidente de la Confederación General de Jubilados. “En este contexto aumentar los precios es un suicidio, por eso el tarifazo pega directamente al trabajador de la economía social. Te invitan a cerrar”, indicó Leonardo Duva, presidente de Gestara, entidad que agrupa a los trabajadores autogestionados.
Fuente. Página 12